¿Qué desvela nuestra firma y nuestra caligrafía de nuestra personalidad? Aquí averiguarás lo que supuso la existencia de celebridades, a través de sus autógrafos y escritos.
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Mi madre solía decir de ella que nunca fue una actriz bella pero sí resultona, quizás así fuese dentro de los cánones de belleza establecidos por Hollywood, pero su letra nos descubre unas facetas espirituales más hermosas que su propio rostro.
Su primer impulso fue el de realizar una grafía más alta que ancha, no se puede decir que tenga una escritura totalmente sobrealzada; por ejemplo, la "e" última y la "i" quedan algo más bajitas que las otras. Sin embargo, sus mayúsculas sí que se elevan hasta el infinito, por lo que su tendencia natural era la de resaltar los valores que la ayudaron a creer en sí misma y potenciarlos.
Continuando con las mayúsculas, tenía inclinación a realizarlas con tirabuzones, una sutil manera de encubrir sus propias faltas riéndose de ellas con desparpajo pero siempre con la intención de sacarle algún tipo de beneficio. Y la "v" es una típica representación de lo que en grafología se llama ala de gallina, un poco recordando aquella escritura bíblica que nos decía que Dios ha querido recoger al conjunto de su pueblo como un ave bajo la protección de esta extremidad animal. Bette, si podía ser de ayuda para todos aquellos que buscaban su momento de gloria, era capaz de ayudarlos sin dejarse exactamente la piel en el intento. Pero necesitaba que también sus amadrinados creyesen en ellos mismos.
El hecho de que ambas "t" queden barradas por la misma línea nos explica que no le gustaba andarse con rodeos y mucho menos con esa caligrafía tan redondeada que la hizo partícipe de los valores más bellos de nuestra Humanidad.
