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Después de pensar que habías perdido a Cedric cuando estabas en cuarto año y él en sexto, valorabas enormemente tu amistad con tu compañero Hufflepuff, dado que te había dado el susto de tu vida.
Por esta razón, te habías acercado a él y te volviste bastante apegada.
Mientras tanto, a tu novia de Slytherin, Pansy Parkinson, no le agradaba tanto tu comportamiento hacia Cedric, asegurándose de llamarlo idiota cada vez que lo veía.
Tan improbable como parecía la relación, una relación de Hufflepuff y Slytherin, de chica con chica, parecía correcto y, afortunadamente para vosotras, vuestros padres tampoco habían tenido un gran ataque al respecto.
Te sentaste al lado de Cedric en la biblioteca, ayudándolo con sus estudios para sus próximos EXTASIS.
"¡T/n!" Escuchaste a Pansy gritar. "Vamos, quiero mostrarte algo". Ella gimió.
"Más tarde, Pansy." Llamaste de nuevo. "Estoy ayudando a Cedric".
Eventualmente se acercó a los dos mirándoos a ambos con una ceja levantada. "Pero nunca pasas tiempo conmigo". Ella siguió lloriqueando. "Siempre estás con este idiota." Ella hizo un puchero.
Cedric puso los ojos en blanco, acostumbrándose a los apodos que lo llamaba. "Puedes irte, T/n. Estaré bien." Él te sonrió.
"Gracias, Cedric." Lo abrazaste fuerte, lo que hizo que Pansy se enfadara, antes de agarrarte por la muñeca, llevándote fuera de la biblioteca.
Tan pronto como saliste de la biblioteca, Pansy miró de izquierda a derecha antes de empujar sus labios contra los tuyos en un beso áspero.
Ella sonrió levemente antes de tomar tu mano y tirar de ti.
"¿Por qué estamos aquí?" Preguntaste tratando de evitar poner los ojos en blanco una vez que viste que estabais frente a la infame Sala de los Menesteres. "¿Querías otra sesión de besos tan desesperados?" Te burlaste de ella.
"Apuntaba a algo un poco diferente". Dijo, con un brillo travieso en sus ojos.
Al entrar en la habitación, su comportamiento cambió mientras te besaba con avidez, empujándote hacia la cama.
Dejas que ella tome el control mientras caes de espaldas en la cama, no tarda en sentarse encima de ti.
"¿Sabes lo que me haces?" Preguntó, respirando, inclinándose hacia ti y acribillando tu cuello con besos.
"No sé a qué te refieres." Dijiste con sinceridad mientras te concentrabas en sus labios que ahora estaban trazando tu piel.
"Mhm, sabes exactamente lo que estás haciendo." Susurró mientras comenzaba a desabotonar tu camisa.
"No lo sé". Intentaste concentrarte en la situación actual.
"Tú con Diggory, aferrada a su brazo." Terminó de desabotonar tu uniforme, lo pasó por los hombros y pronto lo tiró al suelo. "¿Cómo crees que me hace sentir?" Preguntó mientras comenzaba a besar las partes de tus senos que estaban expuestas, dejando que tu sostén permaneciera.
"Es mi amigo." Te mordiste el labio mientras ella comenzaba a chuparte la parte superior del pecho, dejando una marca.
Intentaste ocultar un gemido cuando ella comenzó a frotarte a través de tu ropa interior. Ella llamó tu atención. "Gime para mí." Ella simplemente dijo antes de quitarte el resto de la ropa, que pronto terminó en el suelo.
"Estás demasiado vestida." Murmuraste mientras ella se sentaba encima de ti, colocándose sobre tus caderas y entrepierna.
"Eso no importa." Dijo mientras examinaba tu cuerpo desnudo.
Su falda era lo suficientemente corta para tener una vista clara de ella. "No estás usando ropa interior." Señalaste, aunque sin quejarte.
Ella te calló temporalmente dándote un beso en los labios antes de dejar que su boca vagara por tus senos, donde trabajó con su lengua sobre tus pezones.
Gemiste cuando ella comenzó a moverse hacia abajo, dejando besos y marcas por tu abdomen mientras lo hacía.
Se detuvo ante tu calor, en el único lugar donde la necesitabas desesperadamente antes de besar tus muslos y piernas.
"Puedes tenerme donde quieras, si consigues complacerme bien". Ella no pudo evitar soltar una risita cuando te sentaste y comenzaste a quitar su ropa.
Tus manos alcanzaron su región inferior en la que deslizaste un dedo por sus pliegues, sintiendo su humedad.
Ella se apartó, tirando de ti encima de ella mientras se acostaba.
"Sabes qué hacer." Ella te miró. "Si lo haces bien, tal vez nos olvidemos de lo mal que te portaste antes". Ella enfatizó.
Tan pronto como tu lengua tocó su coño, ella gimió de satisfacción, porque te tenía justo donde debías estar.
Esto te animó a que hicieras círculos con tu lengua sobre su humedad, y pronto la dejaste sumergir en su entrada haciéndola gritar y tensar sus muslos mientras empujaba sus caderas hacia arriba.
Rápidamente envolvió sus piernas alrededor de tus hombros, tratando de obtener más placer de ti mientras tiraba de tu cabello.
"¡Sí!" Gritó mientras extendía su mano hacia abajo mientras rápidamente comenzaba a frotar su propio clítoris.
Moviste la lengua rápidamente sobre ella hasta que finalmente se corrió, empapando instantáneamente las sábanas.
"No tienes ninguna razón para no complacerme ahora." Dijiste mientras te subías encima de ella.
Ella asintió con la cabeza antes de dejarte sentarte en su cara.
Trabajó su lengua de manera experta desde debajo de ti, golpeando tu clítoris rápidamente en los lugares correctos y luego empujándolo hacia tu entrada antes de que estuvieras a punto de correrte haciéndote gemir de frustración.
La sentiste levantarse y flotar detrás de ti antes de que empujara uno de sus delgados dedos dentro de ti, haciéndote jadear.
Finalmente dejó que su lengua se deslizara sobre tu clítoris antes de usar su boca para chupar tu coño.
Gemiste mientras ella usaba más de su lengua para darte más placer.
Dejas escapar un último gemido antes de correrte, empapando las sábanas como lo había hecho antes.
Tus piernas temblaron, haciéndote colapsar en la cama, lo que hizo reír a Pansy.
Besó un lado de tu cara antes de cubriros con el edredón.
Tirando de ti a sus brazos, no pudiste evitar sonreír mientras escuchabas el sonido de los latidos de su corazón.
"Te amo." Sonreíste.
"Yo también te amo." Ella respondió. "No quedes con ese idiota demasiado, me siento sola". Bromeó antes de que las dos os quedarais dormidas.
