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Estabas caminando hacia la biblioteca para estudiar DADA cuando fuiste inmovilizada contra la pared por un gran Slytherin de aspecto.
"Oi, ¿quién crees que soy Flint? ¡Quítate!" Ordenaste. "¿¡No me escuchaste!?"
"Mmm." Fingió pensar. "No hasta que me des lo que quiero." Te susurró al oído.
Sacudiste la cabeza, petrificada por el terror y la conmoción. "Si no me vas a dar lo que quiero, entonces te voy a obligar". Gruñó.
Te estremeciste y te alejaste de él. Él acercó bruscamente su rostro al tuyo mientras luchabas, golpeando sus dientes con los tuyos.
"¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?" Una voz retumbó por todo el pasillo.
Flint salió corriendo y se metió en un salón de clases.
"¿Estás bien?" El chico te preguntó.
"Sí, gracias a ti, Diggory." Lo abrazaste. "Gracias. Me asustó." Susurraste.
Él te contuvo, dándote palmaditas en la espalda con torpeza.
"De nada, pero por favor llámame Cedric". Él te dijo. "Adiós, T/n". Besó la parte superior de tu cabeza. "Me aseguraré de verte más por ahí", te guiñó un ojo y se alejó, mirando detrás de su hombro mientras alcanzaba a algunos amigos que vio.
Sonreíste para ti misma. Este era el comienzo de una hermosa amistad y relación.
