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No podías dormir, así que vagabas sin rumbo fijo por los pasillos de Hogwarts, sin importarle si te atrapaban o no.
"¿Qué estás haciendo despierta?" Te volviste hacia quien gritó. Tom Riddle, el prefecto de Slytherin.
"Podría preguntarte lo mismo". Respondiste astutamente.
"Soy un prefecto, estoy cumpliendo con mis deberes". Él puso los ojos en blanco.
"¿A las tres de la mañana?" Rodaste los ojos de la misma manera, burlándote de él.
"Haz eso de nuevo, te reto." Habla mortalmente.
"Haz eso de nuevo, te re..." Estabas a medio camino de burlarte hasta que sentiste que sus labios se encontraban con los tuyos.
Te besó agresivamente, mordiendo tu labio levemente, permitiéndose explorar tu boca.
Luego se apartó. "Esta es la única forma de callar a las mujeres en estos días". Él murmuró.
"Oh, podría pensar en otra forma." Le lanzaste una mirada. "Pero puede terminar contigo gritando mi nombre". Sonreíste.
"Oh, bueno, me encantaría verte intentarlo". Tom se mordió el labio. "Ven conmigo."
Te llevó a una habitación en el baño de chicas. Se veía genial, así que no te importaba.
"Si le cuentas a alguien sobre esto, te voy a matar". Él murmuró.
"Oh Tom, cariño, eres tan lindo cuando estás enojado". Le pellizcaste la mejilla.
"No hagas eso." Apretó los dientes.
"¿O qué?" Retaste.
"Te voy a follar tan fuerte que no podrás caminar mañana y todo Hogwarts sabrá mi nombre". Se humedeció los labios.
Sonreíste antes de pellizcarle la mejilla de nuevo. Gruñó de frustración, antes de inmovilizarte por completo.
"Harás lo que te diga o mataré a toda tu maldita familia. ¡Desnúdate!" Obedeciste, un poco preocupada por las amenazas de muerte, pero comenzaste a quitarte la ropa muy lentamente, burlándote de él.
Finalmente, estabas completamente desnuda. Tom examinó todo tu cuerpo. "De rodillas." Él demandó.
"Por supuesto." Dijiste mientras lentamente caías de rodillas frente a él. Él también comenzó a desnudarse.
Finalmente se bajó los bóxers, y su erección se liberó. Agarraste su virilidad y lo admiraste.
"¿Hice yo que esto sucediera Riddle?" Lo interrogaste inocentemente.
"Sí. Ahora chupa." Empujó tu cabeza hacia él.
Lo acogiste. Tu lengua se arremolinó alrededor de su cabeza, haciéndolo gemir de placer.
"Maldita sea, ¿dónde aprendiste eso?" Él gimió. Lo ignoraste y seguiste adelante. Finalmente, llevaste toda su polla a tu boca, moviendo la cabeza hacia arriba y hacia abajo y girando tu lengua alrededor de su longitud.
Al final, Tom te apartó de él, acercó tus labios a los suyos y agarró tu cintura desnuda.
Te empujó un poco hacia atrás, hasta que estuviste contra una pared fría, haciéndote temblar un poco.
Agarró una de tus piernas y la envolvió alrededor de su cintura. Luego empujó su polla dentro de ti.
Jadeaste e inmediatamente comenzaste a gemir su nombre. "¡Tom! ¡Dios!"
Una sonrisa de satisfacción estaba plasmada en su bonito rostro, luego se estrelló contra ti con el resto de sí mismo.
Gritaste y él continuó golpeándote hasta que tu pierna cedió, la cual agarró y también envolvió su cintura.
Te sentiste acercándote. Al parecer, Tom también lo estaba, pero no dio señales de detenerse.
Incluso después de que llegasteis, él continuó chocando contra ti. No pudiste evitar llorar su nombre una y otra vez. "Joder." Él susurró.
Finalmente se retiró, admirando su trabajo. Luego te besó, apasionadamente, dejándote seguir tu camino.
"Hasta que nos volvamos a encontrar, Riddle." Sonreíste, saliendo cojeando por la puerta.
"No puedo esperar a la próxima vez". Guiñó el ojo apoyado contra una pared. "Y confía en mí, habrá una próxima vez."
