Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Te acuestas en el sofá de la sala común, babeando y roncando suavemente, después de que te echaran de la habitación porque las chicas querían pasar la noche allí y eran extremadamente ruidosas.
Arrastraste tu edredón por las escaleras, empujaste a Colin Creevey del sofá y lo reclamaste.
No hace falta decir que estabas cansada. Eso fue hasta que cierto chico irlandés, llenó tus sueños y te despertó, caliente y sudorosa.
Algunos niños todavía estaban despiertos. Te encogiste de hombros y te acostaste, abres los ojos y escuchas el ligero golpeteo de la lluvia.
Finalmente, los niños subieron corriendo las escaleras riéndose de algo. Suspiró por lo que se sintió por enésima vez hoy y abrazó la almohada, fingiendo que era Seamus.
Sus ojos pronto se despertaron cuando escuchó la familiar voz irlandesa. "¿Estás bien, T/n?" Bostezaste y asentiste con la cabeza.
Para tu sorpresa, Seamus trepó por encima de ti y se deslizó detrás de ti. Envolvió sus brazos alrededor de ti y se acurrucó en tu cuello, actuando todo lindo.
La persona que te gusta te estaba abrazando. Entonces sentiste una nueva sensación. Labios suaves que bajan por tu cuello y la clavícula.
Te volteaste solo para encontrarte con ojos brillantes. Parpadeó un par de veces antes de inclinarse y conectar sus labios. Jadeaste levemente cuando él te acercó más. Los dos luchasteis por el dominio, le dejaste ganar.
Seamus se subió encima de ti, sin romper el beso y te abrazó aún más, si eso era posible.
Entonces empezaste a sentirte un poco traviesa. Te empujaste hacia arriba y empezaste a rechinarte contra él.
Se separó de tus labios y miró tus ojos llenos de lujuria. Sus dedos trazaron tu cuerpo, haciéndote retorcer un poco.
Luego comenzó a liberarte de tu ropa. Muy pronto ambos estabais desnudos en el sofá de la sala común. Le rezaste a Dios para que nadie bajara.
"Eres hermosa, ¿sabes?" El chico irlandés ronroneó. Luego te besó de nuevo. Apretó tu pecho, haciéndote jadear de sorpresa.
Aprovechó esta oportunidad para empujar su lengua en tu boca una vez más.
Finalmente se separó de ti, dejando un hilo de saliva de tus labios. Dejando suaves besos por tu cuello, descendió aún más hasta llegar a tus pechos. Seamus comenzó a chupar uno de tus pechos, definitivamente dejó chupones y comenzó a jugar con el otro.
"Seamus" gemiste de placer.
Después de un rato de ti, gimiendo su nombre por la pequeña cantidad de placer que te estaba dando, se movió hacia abajo, besándote en cada paso del camino. Luego lamió tu clítoris y comenzó a jugar con él con los dientes y la lengua.
Enredaste tus manos en su cabello y lo empujaste hacia ti, animándolo a continuar. Empujó un dedo dentro de ti y luego otro, bombeando hacia adentro y hacia afuera, aún chupando tu clítoris, llegaste a tu altura.
Reemplazó sus dedos con su lengua, empujando en tu calor. "Seamus, me voy a correr." Susurraste.
"Hazlo." Él murmuró en respuesta.
Te soltaste y él lamió cada pedacito de sustancia. "¿Te gustó eso?" Preguntó con voz ronca.
Asentiste con la cabeza con saña. Sonrió antes de trepar encima de ti. Te besó apasionadamente.
Mirándote a los ojos, se empujó hacia ti. Jadeaste de placer. Sus embestidas fueron lentas pero apasionadas. Después de un tiempo, comenzó a aumentar su velocidad y a golpearte.
"¡T/n!" Él gimió. Terminaste por segunda vez y él te siguió poco después.
Se retiró después de un minuto y se volvió a acostar en su primera posición.
"Te amo, T/n". Susurró, dándote un beso en la cabeza.
La oscuridad te rodeó mientras cerrabas los ojos.
¿Adivina quién os sorprendió a los dos en el sofá? Estoy bastante segura de que le habéis dejado una cicatriz a Hermione de por vida.
