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Era otro día aburrido. Decidiste establecerte con un libro de criaturas mágicas.
Estabas hojeando las páginas, tratando de encontrar algo interesante, bueno, hasta que los 'Merodeadores', como se llaman a sí mismos, irrumpieron.
"¡T/n! ¡Lunático quiere decirte algo!" Remus rápidamente puso una mano sobre la boca de James.
"No, vámonos. Tengo que estudiar." Remus interrumpió antes de que Sirius o James pudieran decir algo más.
Los tres se alejaron, pero Peter se quedó. "¿A qué se debió todo eso?" Le pregunté.
"Están bastante seguros de que a Remus le gustas." Peter habló. "Pero ¿a quién no? Eres realmente bonita". Peter dijo tímidamente.
"¡Gracias Peter!" Dijiste mientras lo abrazabas.
"¡Vuelvo enseguida!" Llamaste al salir de la sala común. Caminaste a la biblioteca porque se suponía que los chicos aparentemente estaban "estudiando".
Remus tenía un libro de encantamientos, pero James y Sirius solo estaban lanzando bolas de papel a víctimas desprevenidas.
Sacaste una silla y te sentaste junto a Remus. "Oye Remus".
"¿Sí?" Se giró hacia ti, inclinando su cabeza hacia un lado, luciendo extremadamente lindo.
"¿Quieres ir a Hogsmeade conmigo mañana? No tengo con quien ir".
Los ojos de Remus se iluminaron. "Me encantaría. Iba a preguntarte, pero me ganaste." Exclamó y se rió entre dientes.
"Está bien, nos vemos mañana a las 10". Le dijiste. Lo besaste en la mejilla y te fuiste.
Tarareaste una melodía y atravesaste el agujero del retrato, después de decir la contraseña.
"¿Por qué estás tan feliz?" Lily preguntó con curiosidad.
"¡Tengo una cita con Remus!" Te reíste.
"¿De verdad?" Lily cuestionó, levantando una ceja.
"¡Sí!" Exclamaste.
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Bajaste las escaleras al vestíbulo de entrada a las 10, tal como le dijiste a Remus. Estaba allí luciendo nervioso.
"Hola Remus." Sonreíste. Saltó levemente.
"Te ves hermosa." Él se sonrojó.
Tomaste su mano y os dirigisteis a Hogsmeade. "¿Honeydukes?" Remus cuestionó.
Asentiste con la cabeza rápidamente y lo arrastraste entre la multitud de estudiantes, todos corriendo por el lugar.
Compraste varios dulces y chocolates diferentes, ya que todos se veían bien. Remus, siendo el caballero que era, pagó por todo, lo que provocó una pequeña discusión sobre quién debería pagar.
Después de todo eso, caminasteis de la mano hacia Las Tres Escobas. Te acomodaste en una mesa pequeña mientras Remus iba a buscar unos tragos.
Regresó con dos cervezas de mantequilla llenas hasta el borde. Los dejó, derramándolos ligeramente y se sentó a tu lado.
"T/n, he querido decirte esto por un tiempo pero..." Se mordió el labio y se calló. "Me gustaría mucho que fuéramos más que amigos".
Miró la cerveza de mantequilla que vertió sobre la mesa. "Tú también me gustas Remus." Le diste un codazo.
"¿Quieres ser mi novia?" Tarareaste una respuesta y colocaste tu cabeza en su hombro, él sonríe ampliamente.
Lo miraste levemente y le dio un beso en la comisura de los labios, que tiró ligeramente hacia arriba con su toque.
Luego se inclinó y te dio un beso en los labios. Todo en ese momento fue perfecto.
Vuestra cita fue exitosa y tuviste el mejor momento de tu vida. Sin embargo, no te diste cuenta de que había tres chicos acechándoos para asegurarse de que todo iba bien.
