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Todo era un borrón cuando entraste en el Gran Comedor. Ahora se transformó en algo que parecía una enfermería.
Varios curanderos corrían por ahí, curando a la gente con maldiciones, curando a la gente que estaba envenenada, herida, apuñalada cualquier cosa.
Las personas que habían fallecido estaban en el suelo, con suaves mantas debajo. Mirando a su alrededor, se dio cuenta de que sus ojos estaban llorosos.
Tan pronto como viste al pobre Remus y Tonks juntos, quietos con sus manos que apenas se tocan dejas escapar un pequeño sollozo.
"No Tonks... Remus... pobre Teddy." Te susurraste a ti misma mientras te arrodillabas junto a ellos.
Juntaste sus manos entre sí para que se hiciera más contacto entre los dos cuerpos. Sonreíste dolorosamente y susurraste un "adiós". Miraste al otro lado de la habitación para ver a Filch y Snape.
Trapos raídos en el cuello de Snape, estaba siseando de dolor pero estaba bien. Te miró con simpatía mientras sus ojos se dirigían hacia un grupo de personas con el pelo en llamas.
Su corazón se detuvo temporalmente cuando sus piernas caminaron inconscientemente hacia la escena.
Ahí lo viste, tu querido Fred Weasley. El amor de tu vida, el hombre al que amaba mucho, el hombre al que atesoraba y juraba proteger.
Tumbado en el suelo encima de mantas similares que tenían Remus y Tonks. Su túnica se había desintegrado por algún tipo de explosión y sus mejillas estaban cubiertas de ceniza.
Tus rodillas se doblaron debajo de ti mientras caías junto a él. George se unió a ti en el suelo poco después mientras tú y él se abrazaron con fuerza.
Sollozando el uno al otro agarraste la cálida mano de Fred. Su cálido agarre estaba frío.
Te separaste de George mientras mirabas a Fred de arriba abajo en silencio. Podrías haber jurado que viste su pecho moverse.
Es mejor que esto sea útil, pensaste al recordar ese día en el que aprendiste a resucitar a alguien a la manera muggle.
RCP.
Levantó la cabeza de Fred, despejando sus vías respiratorias y se inclinó junto a la cara de Fred, extremadamente cerca durante 10 segundos. Sintiendo cualquier signo de vida, cualquier aliento fresco en su mejilla, en su oído. Nada.
Pero podrías haber jurado que su pecho se había movido.
"T/n querida..." interceptó la Sra. Weasley mientras palmeaba suavemente tu hombro.
Tratando de ser valiente por su familia. Aunque parecía que iba a estallar en cualquier momento.
Sacudiste la cabeza hacia ella, indicando que la dejara. Ella te dejó hacer lo que tenías que hacer, lo entendió.
Sosteniendo la barbilla de Fred en alto, con una mano tapándole la nariz, le habías dado dos respiraciones de rescate con una pausa de dos segundos entre ambas. Pensaste en la lección muggle que recibiste en las vacaciones de verano.
Se repiten 30 compresiones 2 respiraciones de rescate.
Sus manos se entrelazaron mientras su cuerpo se movía al lado de Fred, localizando su corazón y comprimiéndolo. 30 presiones después, le dio sus respiraciones de rescate y continuó con las compresiones.
Uno... dos... tres... y repite.
Cinco rondas después, te agotabas, tus brazos mataban.
Y viste los ojos de los Weasley, todos y cada uno de ellos perdiendo la fe, perdiendo la esperanza.
Eso es lo que te motivó a continuar. Tener sus ojos llenos de esperanza, traer de vuelta tu amor. Hacer cualquier cosa que esté en tu poder para tenerlo de vuelta. Para que su familia lo tenga de vuelta.
7 rondas... 8 rondas... 9. Respiraba pesadamente mientras sus brazos temblaban, los músculos se tensaron.
Tus ojos ardían mientras continuabas. "MIERDA."
Gritaste fuerte mientras aplicabas una última compresión, la más difícil con diferencia que hayas hecho hasta ahora.
Su cabeza cayó en el pecho sin vida de Fred en derrota mientras sollozaba. Sentiste la mano de la Sra. Weasley recorrer tu cabello, simultáneamente sentiste el pecho de Fred levantarse.
Sintió una ligera sacudida en su hombro izquierdo. De repente escuchaste a los Weasley llorar y gritar felices.
Levantó la cabeza para ver los suaves ojos de Fred mirando hacia atrás en los suyos.
Secó una lágrima de tu rostro manchado de lágrimas. Caíste en sus brazos y lo abrazaste con fuerza.
George también abrazó a su hermano con fuerza. "No te atrevas a hacernos esto otra vez." Su voz apagada sonó.
Fred alborotó su cabello. "No podréis deshaceros de mí tan fácilmente". Dijo mientras se levantaba y abrazaba a su madre, seguido por su padre y el resto de la familia.
Sostuvo a George muy fuerte una vez más mientras George lo retenía. Sus ojos llorosos por la conmoción, la incredulidad y la felicidad.
Fred luego se volvió para mirarte a los ojos. "Te quiero." Te sostuvo la cara y te besó.
Se apartó y se rió entre dientes mientras transfería algunas cenizas a tu cara.
Lo abrazaste fuerte una vez más. Los Weasley te miraban con felicidad, te debían una.
Por traer de vuelta a su hermano, su hijo, su felicidad. Te separaste de Fred de nuevo.
Te miró a los ojos, sus ojos mostraban algo que no podías leer, que no podías señalar. Cayó sobre una rodilla, agarrando tus manos mucho más pequeñas.
"T/n, esto es un poco sorprendente. Ni siquiera tengo un anillo todavía, pero lo tendré, lo prometo. Te amo con todo mi corazón. ¿Quieres casarte conmigo?"
Tus manos volaron de las de él en estado de shock. Él te sonrió. Te quedaste sin palabras, asentiste con la cabeza y te uniste a él en el suelo, cayendo encima de él.
La Sra. Weasley os miró a los dos con felicidad. George y los demás también lo hicieron, abrazando a los novios.
La Sra. Weasley verá a su hijo casarse, tener nietos y ser feliz.
George llegará a ser tío de los hijos de su hermano gemelo.
Arthur Weasley se sentirá orgulloso de su hijo a medida que envejezca.
Y tú, obtendrás una vida feliz y saludable con el amor de tu vida.
