Tanto por sin ataduras

Capítulo sesenta y cuatro Amenazas de quidditch

A la mañana siguiente, Harry se despertó junto a Lucius con otro ataque de náuseas matutinas. Siempre golpeaba por la mañana cuando habían pasado varias horas antes de su última poción. Afortunadamente, eso significaba que no estaba tan mal durante el día siempre que recordara tomar su poción cada cuatro horas.

Pero hoy se sintió emocionado. Iría a ver un partido de Quidditch profesional. Harry admitió que estaba un poco nervioso por el hecho de que estaría solo con Draco. Merlín sabía que por el bien de su hijo tenía que hacer las cosas bien con Draco.

Harry bajó a la sala de desayunos donde su padre ya se había levantado con un café. Le sonrió a Harry que dejaba la copia del Diario El Profeta que había estado leyendo cuando Harry entró. Harry se sentó y comenzó a servirse queso sobre una tostada cubierta con ranas de chocolate.

'¿Cualquier cosa interesante?' preguntó Harry con curiosidad.

"Solo un refrito de los mismos problemas", dijo el Señor Oscuro.

Harry asintió, "así que Sirius me aparecerá en Puddlemere, donde nos encontraremos con Draco".

Después de que Harry estuvo de acuerdo con Draco para ir a ver a Puddlemere versus los Tornados, el padre de Harry había puesto su pie en el terreno de la seguridad. El Señor Oscuro sintió que sería demasiado fácil para Dumbledore llegar a él. Harry había decidido no querer ser un prisionero.

Voldemort originalmente había dicho que estaba bien si él también iba, pero se suponía que esta era una oportunidad para vincularse con el hijo de su amante. Iba a ser lo suficientemente tenso sin la presencia del maldito Señor Oscuro. Al final, la presencia de Sirius en forma de perro fue el compromiso al que se había llegado.

-Tienes tu traslador -dijo Tom.

-Sí, padre -dijo Harry resistiendo la tentación de poner los ojos en blanco.

¡Si pasa algo , salga usted mismo! ¡Dumbledore y su grupo no estarán preocupados por Draco! ¡Y Sirius estará allí para protegerlo! ' dijo el Señor Oscuro con severidad. Luego suspiró suavemente, 'No quiero perder también, Hadrian'.

La réplica enojada de Harry murió en su boca, 'Lo prometo'.

'¿Cuándo vas a estar de vuelta?' preguntó el padre de Harry.

"Estamos planeando reunirnos con Fred y Oliver después, así que no lo sé", admitió Harry.

En este punto, Sirius entró en la habitación sonriendo como un idiota. Sin embargo, Harry pudo detectar algo tenso en los ojos de su padrino. Harry sabía que después de que regresaran, Sirius se uniría a Barty para intentar convencer a Lupin de que se pusiera de su lado. Harry sabía que si Sirius perdía a Lupin, se rompería algo en él.

'¿Dormir bien?' preguntó Harry.

"Oh, el sueño es para los débiles", dijo Sirius enérgicamente.

Harry suspiró, realmente esperaba que Remus Lupin tuviera sentido. No porque Harry lo considerara algo más que su maestro favorito que lo había abandonado a él y a su papá. No, porque quería que su padrino fuera feliz. Harry se preguntó si Sirius sería feliz sin Remus Lupin en su vida.

"¿Esperando con ansias el partido de Quidditch?" preguntó Harry.

Sirius dejó escapar un ladrido de perro, 'No he visto un partido de Quidditch profesional en quince años. Pero eres brillante, fácilmente podrías ser un profesional. Si quieres.'

Harry se encogió de hombros, "Me encanta el Quidditch, pero quiero hacer algo más, pero no sé qué".

'Bueno, tienes mucho tiempo para decidir', aseguró el padrino de Harry.