Tanto por sin ataduras

Capitulo veintidós La cita de un sanador

Al día siguiente, Harry y Lucius se encontraron en la gran Sala Flú de la Mansión Malfoy. Lucius siendo Lucius logró que Harry se ocupara de su casa. Harry estaba personalmente contento porque Harry  odiaba los  hospitales ya que Harry estaba seguro de que Madame Pomfrey podía dar fe, pero considerando que se había perdido las numerosas cicatrices, Harry no podía decir que ella era exactamente la mejor Sanadora del mundo o al menos no para él.

A las diez en punto, un hombre moreno de mediana edad con penetrantes ojos negros que debía ser el sanador de Lucius entró en la sala Flu. Llevaba una túnica verde lima verdaderamente espantosa que de alguna manera se las arregló para lucirse perfectamente a diferencia de algunos directores chiflados que Harry no podía mencionar. Cuando vio a Harry, miró a Lucius enarcando las cejas, pero afortunadamente no dijo nada sobre su antiguo colega mortífago que había dejado embarazada a un niño de catorce años que vivió, lo que impresionó a Harry porque Harry no estaba acostumbrado a la discreción y la cordura en lo que a Harry se refería.

'Señor Potter,' saludó el sanador. '¿Qué tan lejos estás?' preguntó el sanador.

—Un mes —respondió Lucius.

'¿Alguna señal?' preguntó el sanador.

"No", respondió Harry.

¿Puedo preguntarle cómo se enteró de que estaba embarazada? preguntó el sanador.

"Una fuente confiable pudo decirnos", dijo Harry con cuidado.

El sanador miró entre Lucius y Harry, pero ninguno se movió, así que asintió. El curandero parecía acostumbrado a este tipo de comportamiento, pero considerando sus honorarios, Harry sabía que solo los ricos que tenían algo que ocultar o los ricos que vivían bajo los ojos de los paparazzi y no querían que su estadía en el hospital apareciera en los periódicos pagados por este curandero. . Harry supuso que estaba acostumbrado a este tipo de comportamiento reservado por parte de sus clientes.

En realidad, Harry necesitaba a este sanador por las dos razones por las que uno contrataría al sanador. Harry tenía mucho que esconder normalmente incluso más ahora. Luego estaba el hecho de que cuando saliera a la luz que Harry estaba embarazada, especialmente del hijo de Lord Malfoy, aparecería en todos los periódicos.

'¿Estás tomando alguna poción o has tomado alguna poción durante el último mes?' preguntó el sanador.

Harry frunció el ceño, 'no que yo sepa'.

'¿Ha sufrido alguna lesión que pudiera afectar al feto en el último mes?' preguntó el sanador.

"Harry estaba aturdido ayer", respondió Lucius.

—¿Fuiste tratado por el Aturdimiento? preguntó el sanador.

—Naturalmente —dijo Lucius.

Harry nunca sabría cómo lo logró Lucius. De alguna manera, Lucius pudo parecer distante e insultado al mismo tiempo con el aire regio que Lucius casi siempre poseía. Las únicas veces que Harry había visto a Lucius sin sus aires y gracias fue anoche después de la tortura mental por la que su padre había hecho pasar a su amante y después de acoplamientos particularmente duros.

'¿Quién era el sanador?' preguntó el sanador.

'Mediwizard y maestro de pociones, profesor Severus Snape,' respondió Lucius.

¿Alguna conmoción cerebral? preguntó el sanador.

'No,' dijo Harry.

'¿En el último mes has realizado alguna magia de alto poder?' preguntó el sanador.