-Sí, definitivamente no tiene amigas normales.

-Así está bien- De hecho estaba bastante agradecida de que fueran así de divertidas, por lo menos no venían a sumirla en la tristeza -Es mejor a que sean aburridas.

-Tienes razón, ¿Te quedarás esta noche?

-Planeo hacerlo.

-Si necesitas algo no dudes en llamarme.

-Seguro, lo haré.

-Ahora, tú- Mina se acercó a Chaeyoung -Nos vamos.

-Eh, pero si apenas llegamos...

-No voy a dejar que te sigas burlando de ella- La tomó por el cuello de la camisa y la empezó a arrastrar a la salida -Nos vemos después Sana unnie.

-Sí- La nombrada soltó una pequeña risa al ver como Chaeyoung parecía estar ahogándose por el agarre de su camisa.

-¡Tú mejor amiga es una abusadora!- Gritó la más bajita antes de que saliera de la habitación.

Sana soltó una pequeña risa mientras negaba.

-Nuestras amigas son geniales, ¿No crees?- Le preguntó a Tzuyu -Esto se ve delicioso, se nota que Mina lo compró, son mis favoritos- Caminó hasta una pequeña silla y se sentó -Hoy me quedaré a dormir contigo así que espero no molestarte. Si necesitas algo me llamas- Comentó con sarcasmo antes de empezar a comer lo que le habían traído mientras leía un libro -Tómate tu tiempo.

(…)

2 meses eran más que suficientes. Ese día alguien pareció escuchar su deseo y decidió cumplirlo. Cuando abrió los ojos, parpadeó repetidas veces mientras apretaba un poco la mano que tenía sobre la cintura de Tzuyu.

-Buenos días Chewy. Un día nuevo a llegado- Sana ya se tomaba la libertad de dormir junto a la chica. Le habían dicho que no había ningún problema siempre y cuando no fuera a desconectar nada, por lo que trataba de dormir en la misma posición toda la noche -Está haciendo mucho sol hoy, es perfecto para ir a la playa a pasear, ¿No crees?- Hizo una pequeña mueca al sentir un repentino golpe en su abdomen justo donde le habían disparado. La herida ya estaba completamente cicatrizada, pero golpes así de la nada si que le dolían aún.

Aunque lo que la confundió fue que ella no había sido la que se golpeó, ¿Entonces?

-Disculpa- Esa voz que tanto deseo escuchar llegó a sus oídos con un tono muy suave, haciéndola girar la cabeza como la niña del exorcista, lo hizo tan fuerte que un pequeño dolor se implantó en su cuello por el movimiento brusco.

Sus ojos finalmente se encontraron, después de dos meses, Tzuyu estaba ahí, acostada a su lado mientras la miraba con atención, casi que detallando cada parte de su rostro como si fuera la primera vez que la veía.

-Oh por Dios- Sana se llevó una mano a la boca al verla, ¿Realmente Tzuyu estaba despierta? Disimuladamente se volvió a golpear en el abdomen para ver si no se trataba de un espejismo, de una broma de su cerebro o peor aún, que fuera un simple sueño.

Pero no, le dolió, y era obvio porque Tzuyu la había golpeado hace unos momentos y también le había dolido, pero su mente parecía haberse quedado en blanco al verla de nuevo despierta, mirándola, hablándole.

Finalmente la tenía de regreso.

Sin poder contenerse se le tiró encima, abrazándola con fuerza, olvidando por unos segundos que seguramente la taiwanesa estaba más adolorida que ella, pero al no escuchar una queja continúo con lo que hacía, aunque le pareció raro no ser abrazada de regreso, confundida, volvió a alejarse y la miró.

SOME BETTER •SATZU•Onde histórias criam vida. Descubra agora