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-Hey, linda- Sana levantó la cabeza al escuchar la voz de Tzuyu, pensando que estaba hablándole a ella, pero grande fue su decepción cuando no sé encontró a nadie cerca, miró a todos lados, encontrando a la más alta hablando con una de la chicas que se sentaba en uno de los escritorios más alejados del de ella.

-No seas idiota Minatozaki, ella misma te dijo que eras solo una más. No vale la pena- Se obligó a sí misma a volver a mirar su libreta de dibujo, tratando de ignorar la presencia de la taiwanesa, pero lastimosamente, está parecía empeñada en que la notará porque seguía hablando para que todos la escucharán.

-Necesito que me hagas un favor.

-¿Qué necesitas cariño?- El tono seductor que utilizo la chica con la que hablaba Tzuyu, hizo que Sana apretará con fuerza el lápiz que tenía en la mano.

-Verás linda, ¿Me harías el favor de cambiarme tu lugar por esta clase?- La propuesta que hizo la taiwanesa, logró que la furia en Sana incrementará aún más, ¿En serio ni siquiera quería estar cerca de ella ahora?

-¿Qué pasó con Minatozaki? Parecías llevarte bien con ella.

-Ummm… Creo que ahora mismo quiere asesinarme, y prefiero ahorrarme malos ratos- Le susurró al oído para que nadie más la escuchará.

-¿Qué se supone que ganaría yo con eso?

-¿Qué es lo que quieres?

-Veamos…- Tzuyu sonrió suavemente cuando una de las manos de la chica se posó sobre su abdomen -Creo que ambas sabemos la respuesta a esa pregunta.

-Está bien. Lo haré- Aceptó sin pensarlo mucho, haciendo que la chica sonriera en grande.

Y todo el lugar quedó en completo silencio después del fuerte ruido retumbó por todo el salón.

Sana acababa de tirar su silla al suelo por levantarse tan bruscamente.

Tzuyu giró suavemente la cabeza, solo para encontrarse con la mirada triste y llorosa de Sana sobre ella.

-¿Qué pasa Minatozaki? ¿Nos levantamos con el pie izquierdo?- Preguntó la taiwanesa con burla, sonriendo de lado cuando vio a Sana apretando fuertemente los puños.

-Púdrete Zhou- Soltó con rabia antes de tomar sus cosas y caminar a toda prisa a la salida.

-¿A dónde va señorita?- Para su desgracia, el profesor justamente iba entrando al salón. El hombre levantó ligeramente una ceja mientras veía a la chica con atención -No le recomiendo seguir faltando a clases, apenas regresó después de sus vacaciones de tres días. Debe ponerse al día.

-No me siento bien.

-Bueno, yo solo digo- Se encogió de hombros -Nadie está obligado a entrar a mí clase, si gusta puede marcharse, pero recuerde que las faltas pueden perjudicar sus notas.

Sana soltó un bufido antes de darse la vuelta y caminar de regresó a su lugar, teniendo que arreglar ella misma el desastre que había hecho por culpa de sus impulsos.

-Buenos días a todos jóvenes- El hombre miró a todos lados, colocando su mirada segundos después en Tzuyu -¿Qué hace tan lejos señorita Zhou?

-Estoy probando si puedo escuchar su voz desde aquí profesor- Respondió con un tono burlón -Como siempre habla con tanta fuerza- Soltó con sarcasmo, logrando hacer reír a algunos de sus compañeros.

-Bueno, parece que tenemos una voluntaria para la primera pregunta del día, ¿Verdad señorita Zhou?- Tzuyu sonrió con confianza ante el reto de su profesor.

SOME BETTER •SATZU•Where stories live. Discover now