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Sana sintió su corazón detenerse por una milésima de segundo cuando vio directamente la forma en que Tzuyu la miró, fue solo por un momento, pero ese pequeño momento fue más que suficiente para que su cerebro empezará a funcionar a toda marcha. Llevándola hasta el preciso momento en que en el pasado fue capaz de ver ese mismo dolor en un par de orbes, le recordó que en esa ocasión ella había sido la culpable, y que ahora mismo estaba siendo ella la que volvía a traerle desagradables recuerdos a alguien que solo quería avanzar.

Y se sintió mal, muy mal por todo lo que había hecho, por todo lo que estaba haciendo y probablemente por todo lo malo que haría de ahora en adelante.

Pero no podía evitarlo, ella quería saber todo, quería saber que había pasado por la mente de Tzuyu cuando la volvió a ver, quería saber que pasaría ahora. Sana quería saber la verdad.

Le iba a doler bastante saber cómo Tzuyu se sentía, pero ya había estado haciéndole demasiado daño, y estaba segura de que la más alta necesitaba liberar todo ese odio que seguramente le tenía, todo ese desprecio y repugnancia que había acumulado con el paso del tiempo.

-Tú… ¿Cómo sabes eso?- Sana no tenía que ver ahora mismo como estaba reaccionando Tzuyu, porque le era más que suficiente con escuchar su tono de voz, sonaba ligeramente confundida, rota y trise pero por sobre todo, parecía desesperada.

-Eunwoo me lo ha dicho- Y pensó que eso sería más que suficiente para que la taiwanesa soltará todo, pero no fue así, su respuesta solo hizo que Tzuyu suspirara aliviada.

-Ah- Soltó una pequeña risa divertida -¿Y le creíste?- Preguntó con curiosidad -Ya deberías saber que Eunwoo no es que sea mentalmente muy sano que digamos- Movió una mano, quitándole importancia al tema -Pensé que habías logrado sacarle información a otra persona…

-Tzuyu- Y parecía que tendría que recurrir a otra cosa para que la nombrada finalmente se dignara a soltar lo que sabía porque ahora mismo estaba tratando de evitarla, tal y como había estado haciendo en los últimos días. Sana dejó a un lado el botiquín para poder centrarse completamente en la chica frente a ella.

-¿Qué?- Preguntó con una más que clara fingida inocencia -No me interesa hablar sobre las divagaciones de un tío que me odia. Solo lo dijo molestando, ya sabes cómo es, literalmente no quiere que me acerqué nunca más a ti- Soltó una suave risa -Dice que te voy a hacer cambiar de bando, ridículo.

Y por más que Tzuyu estuviera intentándolo, sus ojos y su tono de voz no la estaban ayudando a mantener su personaje desinteresado y divertido, seguramente era porque Sana se había encargado de destruir todos los muros que había creado a su alrededor para que nadie fuera capaz de ver cómo era realmente.

-Tzuyu ya basta- Pidió, aunque realmente sonó más como una ruego, no quería que la taiwanesa siguiera haciéndose daño a sí misma, intentando ocultar algo que ella ya sabía -Por favor- Volvió a pedir cuando vio a Tzuyu arreglándose la ropa desinteresadamente -Necesito que me digas como te sientes en realidad, necesito que me dejes la verdadera tú, te lo ruego- Y estaba dispuesta a rogarle todo lo que fuera necesario, no le importaba en lo más mínimo su orgullo, ella solo quería la verdad.

-Sanita querida, aprecio mucho que te intereses por mi vida, pero esto no está bien, deberías saberlo perfectamente- Una vez terminó de arreglar su ropa, se puso de pie y miró a la japonesa en un intentó de ocultar todo lo que le estaba afectando tocar ese tema con Sana enfrente -Terminaré haciéndote daño de nuevo y dudo que quieras sentirte usada otra vez.

Y Tzuyu era demasiado buena para el mundo, prefería seguir echándose la culpa a ella misma que aceptar la realidad.

Sana, por otro lado, se limitó a bajar suavemente la cabeza. No quería tocar el tema directamente pero Tzuyu no le estaba dejando más opciones, y la taiwanesa tomó está acción como una señal de que era libre de marcharse. Sin que Sana lo notará, sonrió suavemente al mismo tiempo que se encaminaba a la salida.

SOME BETTER •SATZU•Where stories live. Discover now