SOME BETTER •SATZU•

•32•

Sana sintió sus ojos llenarse de lágrimas cuando reconoció aquella cabellera morada.

Los brazos de Tzuyu se aferraron con fuerza a su cintura, como si no quisiera soltarla nunca más.

-Lo siento- Sana sollozó al escuchar la voz rota de Tzuyu. No podía entender porque se estaba disculpando si era ella la culpable de todo, pero ahí estaba, con la taiwanesa abrazándola con fuerza, y con ella sin poder creerse que esto realmente estuviera pasando.

-Tzuyu- Aún con el fuerte agarré sobre su cintura logró darse la vuelta, devolviéndole el abrazo con mucha más fuerza, queriendo confirmar que eso realmente estaba pasando -Lo siento tanto- Escondió su rostro en el hombro de la chica.

Ambas sintieron como la lluvia empezaba a golpear cada vez con más fuerza sus cuerpos, pero ninguna realmente le prestó atención, simplemente continuaron abrazándose con fuerza.

Sintiendo como nuevamente podían estar tranquilas al sentir los brazos de la otra sobre su cuerpo.

-Leí tu mensaje- Explicó Tzuyu mientras se alejaba un poco para poder mirarla a los ojos -Y yo…. No puedo dejarte- Bajó la cabeza -Te necesitó.

-No voy a dejarte, no pienso hacerlo- Negó suavemente con la cabeza -Solo estaré con Eunwoo por un tiempo en lo que se recupera. Tzuyu- Posó sus manos sobre las mejillas de la chica -Yo no lo quiero, tienes que tener eso claro, solo estoy haciendo esto por su bienestar.

-¿En serio estarás bien?- Preguntó con duda, recibiendo una rápida respuesta afirmativa de parte de la japonesa.

-Lo estaré si te quedas a mi lado.

Tzuyu se quedó por unos segundos en silencio mientras miraba directamente a los ojos de Sana, eso podía terminar o muy bien, o muy mal, así que iba a arriesgarse.

-Está bien- Los ojos de la japonesa brillaron ante la respuesta de la más alta, sonrió en grande y se le lanzó encima, volviendo a abrazarla con fuerza. Tzuyu era consciente de que estaba siendo demasiado condescendiente con Sana, pero ella la amaba y no podía dejarla.

-Gracias. Gracias- Sana sonrió en grande cuando se separó del cuerpo de la más alta y dejo un rápido beso en sus labios -Te prometo que todo estará bien.

Tzuyu asintió suavemente ante las palabras, ella también quería creer lo mismo con todas sus fuerzas.

-Lamento lo de ayer, no quería gritarte- Se disculpó al recordar su comportamiento del día anterior.

Sana negó suavemente con la cabeza antes de lanzarse contra los labios de Tzuyu, callando sus disculpas innecesarias, cruzó sus brazos por detrás del cuello de la más alta, disfrutando del dulce sabor de sus labios, sonriendo suavemente cuando se alejó después de dejar una pequeña mordida en el labio inferior de Tzuyu.

-Te necesitó- Murmuró sobre los labios de a taiwanesa mientras la miraba directamente a los ojos. Podía ser una frase bastante linda, de no ser por el tono que había utilizado, dejando muy poco a la imaginación de una Tzuyu que en un principio quiso negarse, pero cuando quiso reaccionar, Sana ya la estaba arrastrando de regresó a la casa de está, pues sabía perfectamente que sus padres estarían trabajando fuera.

Tzuyu hizo una pequeña mueca al ver sus manos, si era sincera, le dolían demasiado, pero Sana no parecía haberse dado cuenta de ello.

Por eso quería negarse, pero no lo había hecho, ni lo pensaba hacer, simplemente se dejó arrastrar hasta la casa de la japonesa aún con la fuerte lluvia cayendo sobre sus cuerpos.

(…)

Y una vez la puerta se cerró.

Con desesperación, Sana atacó la boca de Tzuyu, necesitaba saber de alguna manera que estaba con ella ahora mismo. Quería que si fuera un sueño, que por lo menos fuera el mejor sueño de toda su vida.