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-Por favor, sal conmigo.

-Está bien. Lo haré.

Tzuyu frunció suavemente el ceño en el momento que algunos recuerdos desagradables empezaron a llegar a su mente mientras dormía.

-Sana unnie. He comprado las entradas a la película que me dijiste que querías ver, ¿Quieres que vayamos juntas?

-Ya quedé de salir con alguien más importante, pídele a alguna de tus amigas que vaya contigo.

-Pero…

-Ah, verdad que no tienes amigas.

Un pequeño gruñido escapó de los labios de la taiwanesa. De nuevo aquellos sueños estaban empezando a atormentarla.

-¿Qué paso con el collar que te regalé?

-Lo perdí.

-¿Lo perdiste?

-Lo perdí Tzuyu o no sé, lo tiré, en algún lugar debió quedar.

Sin si quiera ser un poco consciente, su cuerpo empezó a moverse incómodamente por la cama. 

-Sana unnie. Quedamos de ir a la fiesta juntas, ¿Dónde estás?

-¿En realidad creíste que iría contigo?

El constante movimiento del cuerpo de Tzuyu hizo que su acompañante empezará a despertar.

-No te me acerques tanto cuando estemos frente a los demás ¿Ok?

-Pero… Somos pareja.

-No quiero que me vean cerca de ti.

Sana frotó suavemente un puño sobre sus ojos para intentar despertarse complemente, una vez lo consiguió, miró a su lado en donde Tzuyu seguía quejándose y murmurando cosas sin sentido. Sin pensárselo mucho llevó su mano al rostro de la taiwanesa empezando a acariciarlo suavemente al verla tan inquieta.

-Tzuyu, ¿Quieres venir a mi casa? No tengo nada que hacer.

-Claro, ¿Quieres que te llevé tus dulces favoritos?

-Me encantaría.

-Voy de camino.

Poco a poco las facciones contraídas del hermoso rostro de la taiwanesa empezaron a relajarse, un indicio que incito a Sana a seguir con sus suaves caricias.

-Gracias por ayudarme a estudiar Tzuyu, fue más divertido de lo que pensé.

-Siempre voy a estar para ayudarte, tu solo pídeme que lo haga.

La japonesa sonrió enternecida al ver como una pequeña sonrisa aparecía en el rostro de la bella durmiente a su lado. Era tan hermosa que no pudo evitar admirarla, y acariciarla todo lo que lo tuviera permitido.

-Hey, Tzuyu, ¿Salimos a comer algo después de clases?

-Pero yo pagó.

-Tú pagaste la última vez.

-Pero quiero hacerlo de nuevo.

-No es justo.

-Me veré por bien pagada si aceptas tomarme de la mano.

-Está bien, pero de todos voy a pagar lo mío.

Sin poder contenerse, se inclinó un poco, dejando un diminuto beso sobre la mejilla de la más alta.

SOME BETTER •SATZU•Où les histoires vivent. Découvrez maintenant