-Concéntrate- Se dio un par de palmadas en el rostro para poder llenarse de confianza, y después de tomar algunas cosas para aparentar que había ido a comprar, se dirigió a la caja con pasos lentos pero seguros.

-Buenas noches- La voz tranquila de Tzuyu la hizo sentir un pequeño escalofrió recorriéndole la espalda.

-Hola- Saludó con un tono igual de tranquilo, y fue hasta ese momento que la taiwanesa finalmente levantó la mirada del computador y la observó -¿Qué tal va todo?- Preguntó casualmente, esperando bajarle un poco la tensión al ambiente.

-¿Qué haces aquí?- La pregunta con ese tono de voz frío la hizo pasar saliva ligeramente al mismo tiempo que soltaba una pequeña risa nerviosa.

-Comprando- Dejó las cosas que cogió sobre la pequeña mesa para que Tzuyu las pasará por la barra.

-No me creo que solo hayas venido a eso- Sin embargo empezó a hacer su trabajo con agilidad, esperando que la japonesa se marchará lo más rápido posible de allí.

-Quería verte- Admitió sin pena alguna y con una enorme sonrisa -Y de pasó hablar contigo.  

-Sana- Dijo el nombre de la japonesa a modo de advertencia, pero ahora fue el turno de está de ignorarla olímpicamente.

-Solo escúchame- Pidió.

Y al no recibir respuesta de parte de Tzuyu decidió tomarlo como una luz verde para hacer lo que tenía planeado.

-Primero que nada quiero que sepas que pase lo que pase, siempre te voy a amar. Te amo y no voy a dejar de amarte nunca. Siempre voy a estar contigo, en tus peores días, en tus rabietas, en tus cambios de humor, en tus logros, en tus días oscuros, en tus mejores días, quiero estar siempre para ti. Te amo más que a nadie y eso no va a cambiar aunque me grites o me digas cosas feas, yo voy a seguir amándote como siempre, y estaré ahí para ayudarte a superar todos tus momentos difíciles- Pasó saliva ligeramente -Sé que tienes problemas y que no quieres meterme en ellos, pero ya no soportó estar ni un minuto más lejos de ti Chewy, no podría soportar que algo te pasará y yo no esté ahí para ayudarte. No puedo vivir sin ti- Admitió -No quiero vivir sin ti- Reafirmó sus palabras -Quiero que sepas que eres absolutamente a quien quiero en mi vida. No sé qué deparara el futuro pero quiero que estés ahí en el mío. No quiero que me alejes porque crees que puedes hacerme daño, yo estoy dispuesta a soportarlo todo con tal de poder estar junto a ti, y quiero creer que tú también me amas, que me quieres a pesar de ser tan aniñada, tan melosa, tan molesta y por aceptarme con todos mis defectos. Yo solo quiero que regresemos a como estábamos antes, que sigamos disfrutando nuestro tiempos juntas y que entre las dos podamos salir adelante- Tomó una pequeña respiración antes de terminar -También debo decirte que me siento un poco ofendida por qué crees que me molestaré contigo por tus cambios de humor, o por algo parecido, bebé. Ya te lo dije antes, pero voy a decírtelo una vez más, siempre voy a estar a tu lado.

Sana miró atentamente a Tzuyu en todo momento, esperando alguna reacción de parte de la chica, pero está simplemente se quedó mirando la pantalla del computador como si no estuviera escuchándola. Lo que muy en el fondo la hizo sentir mal, pues acababa de hablarle abiertamente de sus más puros sentimientos y no estaba segura de si la había escuchado siquiera.

-¿No me dirás nada?- Preguntó después de ver que Tzuyu no se movía o hacía el intentó por responderle, simplemente estaba ahí, como si su mente se hubiera marchado a otro lado, o eso creyó, porque si recibió una respuesta.

-Son 50 yenes- Dijo mientras extendía una mano, esperando que Sana le diera el dinero.

Sana hizo una pequeña mueca mientras asentía suavemente, sacó dinero de su bolsillo y se lo pasó.

SOME BETTER •SATZU•Where stories live. Discover now