-Unnie- Sana sintió una punzada de placer en su entrepierna al escuchar por primera vez aquel tono rasposo salir de la boca de Tzuyu. Esto la motivo a continuar con sus acciones, pasando esta vez su lengua por el pezón mientras miraba como la taiwanesa cerraba brevemente los ojos, tratando de controlarse a sí misma.

-No te contengas- Murmuró al ver que Tzuyu estaba tratando de acallar sus gemidos, continúo con sus acciones hasta que sintió como el pezón se endurecía, sonrió suavemente ante su logró y después de darle una mirada rápida al sonrojado rostro de la más alta, empezó a bajar sus manos, quitando el jean de la chica junto a su ropa interior.

Sana pasó saliva suavemente al ver a Tzuyu completamente desnuda, no era la primera que la veía así, pero no podía dejar de sorprenderse al ver el buen cuidado de este, con su abdomen marcándose aún más por culpa del agua.

-Es hermosa- Soltó sin poder contener sus palabras, volvió a inclinarse en dirección a la taiwanesa mientras tanteaba la húmeda intimidad de la chica con sus dedos -No te quiero perder- Murmuró con miedo al solo imaginarse que algo así podía pasar.

-Sana- La cadera de Tzuyu se levantó bruscamente cuando la japonesa sin previo aviso la penetró con dos dedos, un gemido ronco abandonó su garganta al sentir que los movimientos de Sana eran acompañados por varios mordiscos en su cuello, clavícula y parte de sus senos.

-Te amo- Murmuró la japonesa en su oído, logrando que Tzuyu se quedará sin aliento al sentir las profundas estocadas en su interior -Gracias por quedarte conmigo- Sus dedos empezaron a sentirse cada vez más apretados en el interior de la taiwanesa, avisándole de lo cerca que estaba la chica de terminar -Eres la mejor.

Un par de estocadas fueron más que suficientes para que Tzuyu llegará a su límite, sus caderas se alzaron con fuerza mientras un fuerte gemido abandonaba su boca. La japonesa esperó un poco antes de retirar sus dedos del interior de la chica, sonriendo al verla respirar con dificultad. La taiwanesa sonrió suavemente al sentir el cuerpo de Sana cayendo suavemente sobre ella para darle un fuerte abrazo.

-No ha estado tan mal- Se burló de la japonesa, ganándose un golpe en el brazo de parte de esta -Solo bromeó, ya pareces toda una experta.

-Estoy aprendiendo de la mejor- Sus cuerpos se pegaban bastante debido al agua junto al sudor de sus cuerpos, sin embargo se negaban completamente a separarse.

-De todos modos te sigue quedando mejor el papel de pasiva- Tzuyu pasó sus manos por la espalda de la japonesa, empezando a acariciarla suavemente.

El calor del momento la había hecho olvidarse por un momento de su dolor, pero ahora mismo nuevamente estaba empezando a sentir las molestias de no poder mover libremente sus dedos, por suerte tenía su lengua para hacer sentir bien a la japonesa.

-Luego te andas quejando de que dejó tu espalda llena de arañazos.

-Es que tú eres demasiado agresiva- Se defendió -Mira que yo no te dejé ni una sola marca.

-Ni uñas tienes.

-Por eso te dije que te cortarás las uñas- Sonrió suavemente -Me hiciste caso pero sigo pensando que me seguirás dejando marcas.

-Me gusta marcar tu espalda con mis uñas.

-Lo suponía- Rodó los ojos con una sonrisa en su rostro. Podía quejarse la mayor parte del tiempo, pero a decir verdad le gustaba bastante que Sana la aruñara cuando la llevaba hasta un punto en donde no podía contenerse.

-¿Estamos bien verdad?- Preguntó Sana después de unos segundos en silencio, aún sentía como si todo fuera un sueño, a pesar de que ya había descubierto que no era así.

SOME BETTER •SATZU•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora