SOME BETTER •SATZU•

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Por eso ahora mismo… Necesitaba la respuesta de la chica frente a ella, esa misma que parecía estar temblando bajo su mirada, esa misma que ella necesitaba a su lado ayudándola a no ser un maldito desastre andante.

Sabía del enorme corazón de Sana, y eso la asustaba demasiado.

-¿Lo escogerás?- Preguntó de nuevo al no recibir respuesta, ahora mismo se encontraba rezándole a todos los Dioses que conocía para que la respuesta fuera negativa, pero con solo ver la culpabilidad en los ojos de la japonesa, supo perfectamente cuál era la respuesta.

Su corazón dio un doloroso apretón en su pecho.

-Entiendo- Dijo sin que le respondiera pues ya tenía respuesta suficiente. Se puso de pie, viendo como el temor se apoderaba por completo de la japonesa.

-Tzuyu…- Sana cerró brevemente los ojos al escuchar su tono de voz, estaba quebrándose, por lo que se tomó unos segundos para poder calmarse y hablar con normalidad -No puedo dejarlo solo. Estoy segura de que se hará daño nuevamente y yo…

-¿Y yo qué? ¿Eh?- Tzuyu la cortó con voz fuerte, podía ver claramente el deseo de Sana de no querer hacerle daño, pero entonces, ¿Qué era lo que estaba haciendo ahora mismo? ¿Tanto le costaba colocarla a ella como su prioridad? ¿Por qué no podía escogerla a ella? ¿Acaso no tenía el valor suficiente? 

-Lo siento Tzuyu… Él me necesita- Yo también te necesito. La taiwanesa reprimió sus palabras al cerrar con fuerza la mandíbula, limitándose simplemente a asentir -Por favor, tienes que entenderme- No. No lo haré. Se negaba a hacerlo.

-No voy a entenderte- Aseguró mientras se paraba frente a la japonesa, mirándola con aquel sentimiento que tanto odiaba que la dominará, pero que ahora mismo no podía contener, la ira -¿Es acaso tan difícil escogerme a mí? ¿No soy suficiente para ti? ¿Debo amenazarte con que me haré daño para que me escojas?

-Tzuyu no…- Sana negó rápidamente con la cabeza, sintiéndose aterrorizada de solo pensarlo -No quiero que te hagas daño- Pasó saliva suavemente -Tzuyu, escúchame- Necesitaba que lo hiciera para que pudiera explicarle que ella no pensaba regresar con Eunwoo.

Lastimosamente Tzuyu no estaba dispuesta a escuchar, no cuando un sentimiento desagradable estaba apoderándose de sus acciones.

-¡He hecho de todo por ti! ¡Cumplí cada una de las cosas que me pedías! ¡Sacrifique cosas por ti! ¡Y lo único que haces es hacerme ver como un idiota!- Se pasó las manos por el cabello con frustración -Pero ya me cansé, esta grandísima idiota ya hizo todo lo que estaba a su alcance y aún así no fue suficiente.

-Tzuyu- Volvió a llamarla con voz suave y temblorosa, esperando que está se calmará.

-Se acabó. Fuera- Apuntó a la salida de su casa. El corazón de Sana se detuvo por unos segundos al escuchar el tono brusco con que le había hablado, intentó acercarse pero Tzuyu rápidamente retrocedió -Vete de mi casa…

-Tzuyu.

-¡Largo de aquí!- El gritó retumbó por todo el lugar, logrando que esté se quedará en completo silencio por varios segundos.

Tzuyu se sintió mal al ver los ojos llenos de lágrimas en Sana, pero se negó completamente a sí misma a retractarse de lo que estaba haciendo. Después de todo no la había escogido a ella, y eso le estaba doliendo lo suficiente como para querer hacer algo que no debía.

Sana se quedó en silencio durante unos segundos para después asentir suavemente, y después de darse la vuelta, caminó lentamente a la salida. Ignorando como la taiwanesa hizo el intentó por sujetarla de un brazo para que no la dejará, aún cuando ella misma se lo había gritado.