SOME BETTER •SATZU•

•25•

-¿Si señorita Sunmi?- La mujer sonrió suavemente al escuchar el tono de la chica.

-Nos vamos a clases- Quitó su mano del hombro de Tzuyu y camino al salón que le correspondía, siendo seguida de cerca por las dos chicas.

(…)

-Muy bien, eso es todo por hoy- Todos empezaron a guardar sus cosas al escuchar la voz de Sunmi -Recuerden que tienen hasta la otra semana para entregar este trabajo.

-Sí.

-Señorita Zhou- La nombrada se detuvo junto a Sana al escuchar el llamado -¿Podemos hablar un momento?

-Claro- Sonrió suavemente para después mirar a la japonesa -Adelántate, ya te alcanzó.

-Te espero afuera- Fue lo único que dijo antes de salir del salón.

Tzuyu frunció suavemente el ceño para después encogerse de hombros y caminar hasta el escritorio de Sunmi.

-¿Pensaste sobre lo que te ofrecí?

-Sinceramente no lo sé. Ni siquiera he pedido el permiso aún.

-No queda mucho tiempo Tzuyu, pero tampoco voy a obligarte a hacer algo que no quieras, tú tienes la última palabra.

-¿Usted cree que les gustará?

-Les encantará Tzuyu, tenlo por seguro.

La taiwanesa asintió suavemente.

-Primero déjeme pedir el permiso, si lo consigo hablaré con usted.

Sana soltó un pequeño suspiro mientras miraba su celular en un intentó por distraerse de lo que fuera que estuviera pasando en el interior de aquel salón.

Sinceramente no entendía cual era el secretito que se tenían Tzuyu y la profesora Sunmi, pero está última había estado llamando mucho a la taiwanesa, después de cada clase se quedaban hablando de quien sabe qué y eso, por más que quisiera ocultarlo, le molestaba.

Era estúpido, pero pensaba que la profesora era una enemiga más, y bueno, tenía razones para ponerla como su enemiga. Era linda, amable, tierna y aunque un poco distraída, tenía sus momentos en los que hacía babear a medio salón, y había pillado en más de una ocasión a Tzuyu en las mismas, por eso era su miedo. Podría ser su profesora, pero no era muy mayor que ellas, lo que la volvía mucho más paranoica.

-¿Qué tanto miras?- Sana dio un pequeño brincó cuando una mano paso repetidas veces frente a su rostro.

-Me asustaste- Tzuyu río suavemente.

-Eres tú la que anda en las nubes- Le sonrió suavemente -¿Todo bien?

-Sí- Miró de reojo como la profesora salía del salón, yendo en dirección contraria a la que ellas estaban -¿Vamos?- Tzuyu asintió suavemente, no tardando mucho tiempo en volver a pasar un brazo por sus hombros -¿Por qué me abrazas así?

-¿Eh? ¿Cómo debería abrazarte entonces?

-Así pensaran que somos amigas.

-¿Y no lo somos?

Sana rodó los ojos antes de seguir caminando. Ignorando las disculpas de Tzuyu por no poder entender que era lo que quería.

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Mina sonrió suavemente al ver a su mejor amiga entrando a la cafetería junto a una Tzuyu que parecía seguirla como un perrito regañado, soltó una pequeña risa por lo bajó al verlas.

-Son adorables- Comentó sin poder evitarlo cuando Sana se sentó frente a ella, la chica la miró confundida ante el comentario -Me refiero a ustedes dos, es demasiado lindo verlas juntas.