Capítulo 41

242 32 2
                                    

No podemos aferrarnos al pasado, porque al hacerlo nos encadenamos en el punto exacto en donde estamos y entonces no podemos avanzar.

Pero aún sabiendo esto, hay algunas veces en que el pasado es todo lo que tenemos, porque todo lo que teníamos quedó en el pasado.

Entonces, ¿cómo no aferrarse a él desesperadamente?

¿Cómo no intentar recuperarlo a toda costa?

¿Cómo ignorar a los que fueron algo en nuestras vidas en algún momento?

¿Cómo no sentir el dolor de saber que por mucho que lo intentemos, jamás volveremos a esos momentos, jamás tendremos en nuestros brazos a esa persona ni jamás sentiremos aquella dichosa felicidad que en algún momento nos inundaba?

¿Cómo no extrañar el pasado e intentar recuperarlo?

Después de todo, somos humanos.

El primer día después de aquello que había sucedido fue sumamente difícil para todos, sin embargo, creo que por lejos era más difícil para mí.

No podía dejar de pensar en mi último recuerdo de papá.

Ver su espalda mientras se alejaba por la calle, sin saber que aquella sería la última vez que lo vería con vida.

Si hubiera sabido que eso pasaría, sin duda hubiera hecho las cosas de manera diferente; lo hubiera abrazado, le hubiera dicho lo mucho que lo amaba, que lo echaría de menos.

Le hubiera dicho..., que no fuera.

Pero no podía recuperarlo, aunque lo deseara con todas mis fuerzas.

Por mucho que lo quisiera, no me tocaría el hombro por detrás de mí y me gritaría:

"¡Sorpresa! ¿Me extrañaste?"

Intentaba imaginar su voz diciéndome eso, sus gestos de gracia y ternura, las facciones de su rostro acoplándose a la broma.

Y quería creer que, en algún momento, sentiría su voz detrás de mí.

Sin embargo, cuando volteaba para ver detrás de mí, no podía verlo.

Y no lo vería.

—Podemos quedarnos aquí —dijo mamá al abrir la puerta de una casa y husmear por dentro de ella—. Por esta noche esta noche está bien —nos miró a todos y, uno a uno, fuimos entrando.

La casa era pequeña, aunque en cierta forma confortable, teniendo en cuenta que muchas cosas estaban rotas y tiradas.

Era lo más confortable que podía ser respecto a las circunstancias.

Pasé por las habitaciones, una por una, hasta encontrar una cama.

Caminé con paso lento a ella y una vez estando a menos de un metro de distancia, me dejé caer sobre esta.

El colchón se hundía un poco bajo mi cuerpo y se sentía el polvo de él en el ambiente. Tosí un poco al inhalarlo por error, pero aún con este pequeño detalle, era relativamente cómoda.

Me quedé mirando el techo.

Estaba manchado de hongos y humedad.

—Podría intoxicarme con esa cantidad de hongos... —murmuré.

Eso decía papá cuando la pared del baño se empezaba a llenar de hongos.

Me decía:

"Tienes que limpiar bien la pared, porque los hongos son infecciosos."

Recuerdo que me lo decía mientras vaciaba media botella de jane en las paredes.

Una pequeña y muy débil sonrisa se dibujó en mi rostro.

La hora más oscura [√]Where stories live. Discover now