CAPITULO 38

377 32 9
                                    

Maratón 2/3

°Brooklynn°

Las clases en la Universidad terminaron temprano gracias a Dios, al Universo, a los ángeles o a quien sea, la cosa es que terminaron y yo soy libre y como es fin de semana una fiesta me espera.

Esta vez iremos solo las chicas, o eso creo, al menos Demian no vendrá porque tenía demasiado trabajo pendiente y quería terminarlo hoy para mañana pasar todo el día conmigo.

Así que sí, hoy será noche de chicas.

Llego a mi casa encontrándome con Rita en la entrada a quien saludo y me paso directo a mi habitación ignorando por completo la presencia de Daniel en la sala.

No estamos molestos ni nada, ni tampoco es la horrible ley del hielo que solíamos usar antes, es solo que yo aún sigo muy consternada respecto a la loca y descabellada decisión que piensa tomar.

Entro a mi habitación cerrando inmediatamente tras de mí, necesito ver que me pondré esta noche, pero estoy segura que definitivamente extrañare demasiado a Demian.

Apenas llevo más o menos cinco minutos en la tranquilidad de mi cuarto cuando un par de golpes en la puerta me sacan de mi trance y al dar la orden de "adelante" quien atraviesa la puerta es Daniel.

Sí que es algo sorpresivo, yo esperaba a Rita trayéndome un aperitivo como siempre hace ella cuando llegamos de la Universidad o Ashton de la preparatoria.

—¿Podemos hablar? —Pregunta mi hermano—.

—Depende de lo que quieras hablar. —Contesto sin quitar la concentración de mis posibles outfits—. Sí es sobre la fiesta de esta noche de una vez te digo que es solo noche de chicas...

—Ya completé el papeleo para unirme a la DEA, Brooke. —Me corta—.

La prenda que mantenía en mis manos cae ante la impresión y lentamente me doy la vuelta para encararlo sintiendo cada vez más presión en mi pecho.

—¿Qué? —Es lo único que logro decir—.

—Lo que oíste.

—¿Pero qué has hecho, Daniel? —Digo en un tono sumamente bajo—.

—Sé que esto no es algo que te gusté, pero es una decisión que yo ya tomé y ahora menos que nunca puedo cambiarla.

—Entonces si ya no puedes cambiarla no entiendo que es lo que haces aquí tratando de explicármelo, porque desde el principio sabias lo que opinaba sobre esto y hasta ahora no te había importado.

Parece frustrado cuando se lleva una mano a su lacio y castaño cabello y lo peina, eso solo lo hace cuando está nervioso, enojado, frustrado o las tres.

—Esto no se trata sobre ti, Brooke, o sobre mamá, se trata sobre mi futuro, entiéndeme.

—Lo intento Dany, en serio lo intento, ¿Pero cómo puedo hacerlo en algo como esto?

—Solo tienes que saber que estoy conforme con mi decisión, eso es lo único que debería importarte. —Casi suena a que me está suplicando—.

—Lo único que entiendo es que eres mi hermano y que no quiero perderte. —Levanto mis brazos y los dejo caer a mis costados—. Perdóname si soy egoísta por no querer que mi hermano se vaya a cumplir con una labor que probablemente termine con su vida.

—Te estás anticipando demasiado, Brooklynn.

—Y aquí el verdadero egoísta eres tú Daniel.

—¿Por cumplir con mis sueños? —Ironiza—.

Suelto un suspiro de exasperación y me contengo de sobremanera para no lanzarle uno de los zapatos que tengo a la mano en la cabeza y así ver si lo hago entender.

Cuestión de TiempoOnde as histórias ganham vida. Descobre agora