ESPECIAL DEMIAN #4

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°Demian°

Bajo de mi camioneta en el estacionamiento luego de haber dejado a Brooke en su casa y me meto en el elevador.

Esta mañana cuando desperté y lo primero que vi fue a Brooke a mi lado en la cama con su negro cabello desperdigado en mi almohada me descubrí sonriendo antes de siquiera darme cuenta y eso me sigue manteniendo aterrado y extrañamente cautivado. Nunca había visto a ninguna mujer al despertar, siempre mis rollos son solo de una noche, pero con Brooke sentí que podría pasar horas y horas viéndola dormir y no aburrirme jamás. Ella se ha convertido en mi gusto culposo.

Todo respecto a nuestro extraña relacion de amigos me tiene hecho un revoltijo, un día estamos peleados y al siguiente estoy atravesando Central Park en plena tormenta solo para rescatarla.

Odie pelearme con ella, más que nada porque fue mi culpa, pero me odio más por no poder definir lo que siento, hace mucho sé que sus bragas son un motivo superficial, es ella, ella es quien me obliga a quedarme, quien me hace incapaz de alejarme.

No tengo idea de que es lo que quiero de Brooke, no es como que quiera una relacion o algo así y eso solo me hace ser alguien terrible, porque así sin saber que quiero solo terminare por hacerle daño y tengo la corazonada de que ya ha pasado por mucho y aun así logró sobrevivir, pero no quiero herirla ni tampoco quiero que nadie más lo haga.

Salgo del elevador con mi cabeza hecha un completo y serio caos y entro en mi departamento, este sería un buen momento para estar con Calum, pero el muy idiota aún no regresa.

—Hola hermano mayor. —Me saluda Grecia desde el sofá en cuanto entro en mi departamento—.

—¿Qué tu nunca tienes nada que hacer? —Me quejo y me siento a su lado—.

—Siempre tengo cosas que hacer, agradece que me hago un espacio para venir a verte.

—Como sea. —Prendo la televisión—. ¿Qué haces aquí?

—Estaba aburrida. —Responde y sigue comiendo yogurt—. Por cierto, mañana debes llevarme a la Universidad, tengo que arreglar unas cosas sobre mi traslado.

—¿Y porque yo?

—Porque yo no tengo auto.

—Mañana no puedo, luego de clases tengo que ir con el abuelo a la empresa, tenemos muchas cosas que hacer. —Le explico y solo de recordarlo me duele la cabeza—.

—Es verdad, olvidaba que ya eres todo un aprendiz de empresario, serás genial manejando los negocios de papá y del abuelo.

Me muerdo la lengua para no decirle que los negocios de papá se pueden ir al diablo.

—Demian sabes que yo no suelo ser una hermana entrometida...

—¿De verdad, Grecia? —La interrumpo sin quitar mi atención de la televisión—.

—Es solo que usé tu baño y encontré esto en el suelo de tú regadera. —Ahora sí que volteo a verla y tiene en su mano un collar con un dije de mariposa demasiado exquisito en color azul—. Tiene el broche roto, pero mi pregunta es, ¿Desde cuándo les permites a tus conquistas ducharse en tu baño?

Ese collar es el que llevaba ayer Brooke cuando fui por ella a Central Park y en definitiva ella no es una conquista cualquiera, ni siquiera sé si sea una conquista, no tengo ni idea de cómo catalogar lo que comienzo a sentir por ella.

—Es de Brooke. —Contesto tratando de quitarle importancia—.

—Perdona que pregunte, ¿Pero qué hacía el collar de Brooke en tu baño, Demian? —Extrañamente tiene una sonrisa divertida—.

Cuestión de TiempoWhere stories live. Discover now