CAPITULO 26

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°Brooklynn°

Mi primera mañana aquí empezó de maravilla, descanse mejor que nunca y mi resaca desapareció como por arte de magia, tal vez después de todo los chilaquiles de la abuela sean mágicos.

Anoche tuve un fuerte debate mental de si llamar a Demian o no, pase así por lo menos dos horas entre un sí o un no, pero al final todo resulto en un no.

¿Qué caso tendría llamarlo cuando estoy molesta con él?

Además, él también pudo haberme llamado a mí, y no lo hizo.

Decepcionante, pero supongo que necesario. Tal vez ambos necesitamos descansar el uno del otro.

Salgo de la regadera, me pongo la bata de baño y secando mi cabello con una toalla salgo de este.

En cuanto lo hago doy un pequeño brinco de la impresión, sorpresa y molestia al ver a mi prima Lucia, acostada como si nada en mi cama, leyendo el libro que me obsequio Demian.

—¿Qué mierda haces tú aquí? —Exijo saber de mala manera en cuanto me recupero del mal rato—.

—Buenos días para ti también, primita. —Me saluda como si nada dejando el libro sobre la mesa de noche y dándome su sonrisa de mosca muerta—.

Tranquila, cuenta hasta diez, Brooklynn.

—Lo eran hasta que apareciste, Lucia.

—Veo que seguimos resentidas. —Se burla y yo trato con todas mis fuerzas de ignorarla—.

—¿Solo a eso viniste? ¿A incordiar?

—No, no Brooke. —Se pone de pie, pero se dirige al pequeño balcón—.

Por favor que se tire.

—Solo venía a saludarte, ayer no te vi.

—Y no sabes lo bien que me lo pase.

Abre las puertas del balcón dejando entrar el poco bullicio matutino de la calle, ¿Solo eso va a hacer? Que mala suerte.

—Veo que de nada vale intentar ser cordial contigo, Brooke. —Se gira de nuevo a verme—.

Esta tal y como hace un año exacto, si, todos dicen que ella y yo somos muy parecidas, pero solo en aspecto, ambas tenemos el mismo cabello negro, los mismo ojos cafés, pero ella es una bruja mucho peor que yo.

Yo al menos lo admito, ella en cambio se muestra como alguien que no es, y lo peor es que todos le creen.

—Sinceramente no encuentro el motivo por el que pretendas serlo. —Me encojo de hombros—. No creo que nadie te lo haya pedido y yo no quiero tus hipocresías, Lucia.

—Y sinceramente yo creí que esta vez el berrinche ya se te habría pasado.

—No sé de qué berrinche hablas. —Oh, pero claro que lo sé—.

—Creo que lo sabes muy bien. —Se cruza de brazos y saca a relucir su sonrisa burlona—. ¿Jamás vas a superarlo, Brooke?

Suficiente, yo en serio estaba intentando con todas mis fuerzas mantener la calma, pero Lucia Merla es experta en hacerme perder la paciencia.

Tiene que salir de aquí sí o sí. O se va o yo misma la saco.

Creo que mi mañana perfecta y tranquila ha llegado a su fin.

—Si ya lo superé o no, no es tú problema Lucia. —Estoy conteniéndome por no gritar y alertar a todos en la posada—. Deja de venir a intentar arruinar mi día recordándome lo mismo, porque te aseguro que ya no dará resultado, he madurado y creo que tú deberías hacer lo mismo.

Cuestión de TiempoWhere stories live. Discover now