CAPITULO 23

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°Brooklynn°

Termino mi exposición justo en el momento que termina la clase del profesor Adams por lo que con toda la tranquilidad y calma del mundo recojo mi computadora y apago el proyector esperando a que todos abandonen el aula.

Y por todos me refiero a Demian. Sigo siendo tan patética como hace cuatro días.

Así es, han pasado ya cuatro días desde mi ridículo y fallido intento para decirle a Demian que lo quiero y también sigo sin poder sacar de mi cabeza la imagen de la rubia y él en su departamento, es que me da una rabia y un enojo infinito, más por el hecho de que él horas antes me había dicho que me quería y luego lo encuentro en su departamento follando con otra chica. Que linda su forma de querer.

—Excelente exposición señorita Osman, a decir verdad la mejor que he visto hasta ahora, todo muy esplendido. —Me felicita el profesor—. La note nerviosa algunas veces, pero nada tan terrible, le irá muy bien en el mundo corporativo.

—Muchas gracias, profesor Adams. —Le agradezco y él tan solo asiente con la cabeza y también abandona el aula—.

¿Cómo quería que no estuviera nerviosa si en toda la exposición Demian no me quito ni un segundo de encima sus penetrantes y fascinantes ojos? Que de gracias que pude terminar mi presentación sin tartamudear.

Odio esto. Odio de una manera que jamás creí posible el que Demian tenga control sobre mí, odio que tenga el suficiente control como para ponerme de nervios cuando solo trato de presentar mi trabajo ante la clase, odio no poder estar en paz en la Universidad porque no quiero que se me acerque, odio que mis amigos no me tengan la suficiente confianza y sientan que deben vigilarme a cada segundo o iré corriendo a sus brazos. Como si es eso fuera posible, y odio muchísimo más que él siga sin darse por vencido, ¿Por qué simplemente no deja las cosas como están?

Doy un corto suspiro, tomo mi maletín con mi computadora y mi abrigo del respaldo de la silla y salgo del aula cuidando que Demian no esté en algún lado del pasillo aunque es obvio que no lo está, Calum sigue sin dejar que se acerque a mí y sigo sin entender la razón.

Estos cuatro días han sido los más difíciles que he tenido que enfrentar en un muy largo tiempo, sí, quiero a Demian lejos de mí, pero también me había acostumbrado tanto a él, a su compañía, a sus chistes tontos, a como me besaba tan de repente y de la nada que ahora que no lo tengo lo extraño mucho. Ni yo misma me entiendo.

Entro en la cafetería y como a lo largo de esta semana las miradas y susurros no se hacen esperar, ¿Por qué? Pues porque resulta que la conquista rubia de Demian le conto a toda la Universidad que ella estuvo presente y garantiza que me he obsesionado tanto con Demian como lo hice con Zac, que estoy volviéndome loca y ahora todos esperan que pierda el control.

Paso de sus muy "discretos" susurros, compro un jugo de naranja en la barra junto con unas galletas y tomo asiento en la mesa con Jade, no tengo idea de donde están los demás.

Ya no solemos almorzar todos juntos, más que nada para evitarme a mí la presencia de Demian y a él la mía, no les hemos contado nada de lo que paso, pero supongo que Ailie, Calum y Daniel tuvieron que darles algunos detalles.

—Que elegante. —Me dice Jade en cuanto me siento frente a ella—.

—Sí lo sé, exposición con Adams. —Le explico—.

—Eso lo explica.

Sí, yo acostumbro a vestir bien, no voy a decir que no, pero definitivamente una blusa de vestir gris junto con una falda negra también de vestir no es muy mi estilo y todos lo saben, pero en realidad me sienta muy bien.

Cuestión de TiempoWhere stories live. Discover now