-Gracias, fue gracias a ti.

-Yo no hice nada- Soltó una pequeña risa. Ella apenas y había intervenido en aquel trabajo, solo necesito darle un par de pautas para que Tzuyu ya tuviera en mente lo que debía hacer, y nuevamente debía admitir que era buena. Muy buena

-Además…- La japonesa ladeó ligeramente la cabeza al ver que la más alta se quedaba en silencio de golpe, parecía estar dudando en si debía decírselo o no, parecía incluso apenada porque bajó ligeramente la cabeza.

-Dime- La ánimo mientras sonreía suavemente al notar lo nerviosa que parecía estar -¿Hiciste algo?

-Bueno, se puede decir que preparé algo- Los ojos de la japonesa se abrieron ligeramente al escuchar esa respuesta -Pero no quiero que mueras intoxicada.

-¿Por qué dices eso?

-Solo hace falta verlo- Se río de sí misma, había hecho un intentó de cocinar, pero con el solo aspecto sabía que le habían quedado terribles, y aunque en un principio hubiera preferido no mencionar nada de su intentó fallido. Ahora que Eunwoo estaba abajo, necesitaba sorprender a la japonesa de alguna manera. Lo había intentado al menos y esperaba recibir aunque fuera un pequeño halago por su esfuerzo -Lo intenté.

-Y eso es genial- Sana soltó una pequeña risa. Así que por eso estaba nerviosa, ella es adorable -¿Puedo ver lo que hiciste?

-No. Te reirás de mi- No era una buena idea ni que los viera, porque estaban negros, sinceramente no había ni una sola parte que no estuviera de ese color.

-¿Me crees capaz de hacer eso?

-¿Si?- No estaba segura, pero sí que podía terminar con la japonesa burlándose de ella.

-Claro que no- Fue ahora Sana quien la tomó de una mano y después de dejar el dibujo sobre el escritorio, sacó a Tzuyu prácticamente a rastras mientras la llevaba a la cocina, pasando frente a la atenta mirada de Eunwoo -A ver, ¿Dónde los metiste? Es más, ¿Qué fue lo que hiciste?- A diferencia de lo que la taiwanesa pensaba, la mayor se oía bastante curiosa y expectante.

-¿Segura que no te reirás?

-No lo haré- Aseguró mientras veía con una suave sonrisa como Tzuyu a paso lento se acercaba hasta tomar una olla de encima de la nevera, miró expectante como lo dejaba sobre la estufa, dejando que ella misma lo abriera y lo viera -Veamos- La curiosidad era palpable, así que tomo la tapa mientras veía de reojo como Tzuyu se paraba a su lado derecho, mirando de igual manera la olla -Tranquila, ya te dije que no te iba a juzgar por nada- Le dio un suave empujón con su hombro para aliviar lo tensa que estaba la más alta.

Y finalmente se abrió la olla, dejando ver… Técnicamente nada, porque lo que sea que hubiera hecho Tzuyu, estaba completamente quemado y no se veía nada más allá de cosas negras.

-Sí, parece que puedo morir intoxicada si me lo como- En un principio se le había ocurrido probarlo aunque sea un poco para poder decirle a Tzuyu en que estaba fallando, pero ahora que lo pensaba mejor… Ella quería seguir viviendo -B-Bueno… Por algo se empieza.

-No tienes que…

-JAJAJAJA, ¿Qué demonios es eso?- Una fuerte carcajada llamó la atención de ambas, no se habían dado cuenta en qué momento Eunwoo había ingresado a la cocina y se les había acercado hasta poder ver lo que había preparado Tzuyu, porque estaba seguro de que era ella. Sana era perfecta hasta cocinando -Ya veo que ni para cocinar sirves.

-No quiero escuchar eso de ti, corrupto- Le regresó el ataque la taiwanesa mientras le arrebataba la tapa de las manos a Sana y volvía a cerrar completamente la olla.

SOME BETTER •SATZU•Where stories live. Discover now