El camino era relativamente corto caminando, por lo que en auto era mucho más corto, no les tomo más de 5 minutos el estar parados frente a la puerta de la taiwanesa. Nuevamente se podía escuchar música por lo bajo y Sana rezó internamente para que no estuviera haciendo ejercicio de nuevo.

Eunwoo hizo los honores de tocar el timbre, escuchando segundos después como la música se cortaba súbitamente y unos pasos apresurados iban hacia la puerta, abriéndose de golpe segundos después.

-Hey linda, ¿Qué…- Su frase quedó en el aire cuando se percató de que Sana no venía sola. Su ceño se frunció suavemente mientras veía a la figura que acompañaba a la japonesa, no quería molestarse pero cuando vio la sonrisa burlona en el rostro de Eunwoo no pudo evitar que sus puños se cerrarán ligeramente.

-Lamento las molestias- El chico entró a la casa sin permiso mientras jalaba suavemente a Sana, quien simplemente se había quedado en silencio ante el tenso ambiente. Había olvidado el pequeño detalle de que esos dos no se llevaban para nada bien -Es bastante grande la casa que mis padres te consiguieron- Tzuyu asesinó con la mirada a su primo cuando lo escuchó pronunciar eso. Es más, se molesto mucho más al ver la expresión confundida en el rostro de la japonesa.

-¿Qué?- Preguntó sin poder evitarlo mientras miraba a los primos intercaladamente, esperando que alguno le respondiera.

-¿No lo sabías?- Eunwoo sonrió en grande al mismo tiempo que pasaba una de sus manos por la cintura de Sana, guiándola para que se sentará en el sofá. De nuevo sin el permiso de la taiwanesa -Mis padres le compraron esta casa para que viviera aquí- Explicó mientras veía a su novia, ignorando las grandes ganas de reír que tenía al ver por el rabillo de su ojo como los puños de Tzuyu se cerraban fuertemente -Es bonita, ¿No? Aunque un poco grande como para que una sola persona viva aquí.

-Mantén la boca cerrada- La japonesa levantó rápidamente la mirada hasta donde estaba la más alta al escucharla usar un tono completamente diferente al que ella acostumbraba a escuchar. Esta molesta. Y solo hacía falta ver como apretaba sus puños y su mandíbula para confirmarlo -Eso no tiene porque interesarte.

-¿Cómo que no? Es el dinero de mis padres y me preocupó porque gasten de más con alguien como tú.

-¿Alguien como yo? Y… ¿Qué clase de persona es esa?- Sana se sintió cohibida cuando los dos chicos se miraron entre ellos como si fueran a asesinarse.

-Digamos que alguien sin futuro, dudo que les puedas devolver todo lo que están gastando en ti si sigues con tus dibujitos.

-Por lo menos es un trabajo honesto. No como otros.

-¿Qué quieres decir?- La japonesa se asustó cuando vio que Eunwoo se levantaba de golpe de su lugar e intentaba encarar a Tzuyu, pero antes de que pudiera hacerlo, ella misma tuvo que usar su cuerpo para impedirlo.

-Cálmense un poco, ¿Qué les pasa?- Preguntó confundida. Ella había tratado con los dos y ninguno era así de agresivo con ella, ni mucho menos se ponían a hablar mal de la carrera de otros.

-Ni siquiera vale la pena- No frente a Sana. Tzuyu negó suavemente con la cabeza para después centrar toda su atención en la japonesa, sonriéndole suavemente para calmarla -¿Quieres ver como quedo mi dibujo?- La japonesa asintió suavemente -Vamos arriba- La tomó de la mano y la jaló suavemente para que la siguiera, pero antes de que caminará Sana le dio una mirada a Eunwoo como pidiéndole permiso para ir.

-Adelante- Dijo simplemente mientras daba un par de pasos hacia atrás, volviendo a sentarse en el sofá. Esperando pacientemente a que esas dos terminarán.

-¿Y? ¿Qué tal?- Tzuyu sonrió en grande cuando Sana empezó a revisar su dibujo por todos lados, detallando cada parte de este.

-Le va a gustar- Admitió mientras asentía, levantó de nuevo la mirada hasta los ojos de la taiwanesa -Has hecho un buen trabajo.

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