Capítulo Catorce:

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Capítulo Catorce: Soy el chófer, por esta noche.

Lucas:

Ya Kiara se está demorando de más. ¡¿Dónde demonios está metida?!, le dije que debíamos movernos rápido. No tengo idea de quiénes están en la escuela o quiénes salieron a la actividad del pueblo. No quise perder el tiempo rebuscando en las cámaras del pasillo de profesores ya que el Sargento solo estaría afuera hasta que su hija cortara la comunicación. Lo vi salir de su oficina porque por desgracia nos vemos más veces de las que me gustaría.

Estoy un poco tarde y la puntualidad es mi fuerte. Frank ya está en el auto con Lucre. No sé qué hacía en el colegio católico, pero le preguntaré cuando estemos en la carretera. Sabe que no me gusta verla ahí. Esa escuela es el infierno. Ya tenemos bastantes problemas encima como para buscar nuevos. El dinero es el fundamental en nuestra vida, sin embargo, hay más, como la alimentación, el pago del alquiler, la gasolina del auto y los servicios básicos.

Hace años adquirí el gusto por fumar, hasta cierto punto me volví un adicto al cigarro. Un día me puse a pensar en cuántas cosas podía pagar si dejaba de comprar las cajetillas y solo por eso lo dejé.

Para ir decidí ponerme mi único pantalón negro. Es de seis bolsillos delanteros y dos traseros. Por camiseta una verde fosforescente, era lo único que no olía a rancio. Mi hermana me gritó por no lavar las prendas, ya luego iré a la lavandería. No he tenido tiempo, aunque debo decir que he desperdiciado mucho leyendo en Wattpad, encontré una historia de Misterio/Suspenso que me ha tenido enganchado.

Reconozco que es una de las mejores autoras que tiene la aplicación y ya leí una escena de sexo, por suerte esas son normales. Nadie penetra el clítoris de nadie ni chupa el ojo mucho menos. Dione Hastings quizás debería investigar un poco más de sexo si quiere ser escritora porque narra muchas cosas que están erradas.

Aporreo el techo del vehículo. Ya no podemos esperar más, Kiara desde hace unos días está demasiado extraña. No está confiada en que yo siempre la voy a poder sacar ya que me lo dijo. Algo le está sucediendo y es entendible que esté tensa. Yo no puedo cargar con sus dificultades.

Alzo la vista un segundo a la entrada de la escuela y una extraña mueca se me dibuja al ver a quien esperaba acompañada de alguien que ─verdaderamente─ jamás imaginé ver en estas movidas. El destino nos puede dar sorpresas, algunas desagradables, otras agradables y en su mayoría neutrales, como la que hay ahora delante de mí. Esto es algo que no pensé ver jamás en mi estancia en esta tierra y, sin embargo, aquí está. Juro que si no estuviera sobrio por completo diría que esto es producto de la embriaguez.

Doy dos toques en la ventanilla para ver si Frank se asoma, pero lo único que consigo es ver cómo le hace el piojillo a mi hermana. Mejor los dejo en paz, aunque lo mataré si le toca un cabello en mi auto. Sé que están casados, todavía me cuesta aceptarlo. No logro asimilar la idea de que si me voy él será su única protección.

Desplazo mis ojos a Kiara quien viene con un vestido rojo tan ajustado que le resalta lo que no tiene. El escote es tan prominente que creo que con el suficiente detalle puedo ver su ombligo. Trae por zapatos unos de esos de tacón fino, me parece que se llaman agujas, no estoy muy seguro al respecto. Son de color negro con brillo en planteado. Está sublime, es una mujer imponente.

»Dione Hastings, por su lado va demasiado vestida, sin embargo, se ve increíble. Lleva una falda larga de cuadros rojos que le cubre las piernas. Para la parte superior lleva una blusa blanca de mangas hasta el codo, no tiene escote, aunque deja ver su clavícula. Me pregunto si por mostrarla irá al infierno.

«No seas capullo, Lucas o te juro que no me voy a levantar cuando te haga falta»

Ok, esa advertencia es suficiente para dejar de mirarlas así.

Estrías para tu belleza  [✓] Where stories live. Discover now