Capítulo Diecinueve:

2.9K 270 110
                                    

Capítulo Diecinueve: Una nueva tarea.

Dione:

Salgo de la cuarta entrevista del día casi cuando los encargados de esto ya están por irse.

Cuatro de cinco vistas salieron bien. La quinta no fue culpa mía ya que el responsable de venir desde Oxford no pudo llegar porque su vuelo se retrasó y luego lo cancelaron por una nevada en Inglaterra, típico en esta época del año. Varios representantes me preguntaron qué me había sucedido en mis muñecas y me excusé con una caída en el baño gracias a que mi envase de champú se había virado en el piso cuando estaba demasiado ocupada lavándome el pelo, que había tratado de caminar y rodé hasta la puerta de salida. Ojalá la historia hubiese sido esa.

Universidad de Hawái, Miami, Cambridge y Princeton fueron quienes me atendieron. No quise ver ninguna escuela de este país por el simple motivo de que deseo irme a otro lugar, cambiar los aires que están soplando en mi vida hace tiempo.

La UCLA fue la única a la que no pude presentarme porque no vino una representación. Fue sorprendente para mí cuando la hermana Sonia me dijo que las casas de altos estudios en las que me presenté hoy quedaron fascinadas conmigo más que con otros estudiantes. No niego que me hace ilusión estudiar en algunas de las escuelas más prestigiosas del mundo. Con mi título de diseñadora podría llegar a donde me lo propusiera.

Apenas salí del consultorio la hermana de Lucas me dijo que tenía anemia y que debía comer más. Por lo cual tanto Lucas, como la hermana Sonia y Frank decidieron que estarían pendientes de mi alimentación. Hasta la chica ─Lucrecia es su nombre─ dijo que ayudaría con ello. Lo cierto es que hoy no desayuné porque estaba inmersa en la relajación para enfrentarme a lo que me esperaba.

No suelo asustarme por las universidades ya que tengo claro que el día menos pensado mi padre me va a llamar para decirme que ─por enchufe─ tengo una plaza en la de Barcelona u otra. Es amigo de mucha gente importante, por ende, varios le deben favores.

No sé qué sucedió después de que me desmayé porque cada vez que le preguntaba a la Hermana me cambiaba el tema hasta que me aburrí de inquirir. Si veo a Lucas hoy, hablaré con él. No me gusta tener lagunas mentales.

Ahora mismo estoy desabrochando la falda de mi uniforme para tomar una ducha rápida. Son las 18:00 y voy a llamar a la abuela que me estuvo tratando de localizar al mediodía. De seguro supo que eran las entrevistas y quiere saber cómo me fue. No deseo hacerme expectativas porque no voy a desilusionar a nadie si al final de la jornada tengo que recurrir a los contactos de mi familia.

Durante el día vi varias veces a Frank y a Lucas. El segundo iba de un lado a otro con su amigo y lo esperaba fuera de las aulas que tomaron para las vistas. No parece tener interés en ir a la universidad. Es algo que no logro comprender porque desde que recuerdo quiero vestir con una toga negra y subir a recoger mi título de graduada. Todos tiene prioridades diferentes en este mundo, yo lo sé, pero considero un título de gran vitalidad. No me entrometeré en sus cosas, no soy nadie para hacerlo.

Termino de sacarme la falda quedando con las espantosas medias y la camiseta. Tengo mucha hambre, sin embargo, ya me he pasado el día sin comer, puedo seguir así hasta la noche, donde tomaré un sumo y luego a la cama.

Dos leves toques en la puerta hacen que enarque una ceja. Las únicas personas que me visitan son Jairo, que está fuera de la ciudad por asuntos de familia y Kiara de la que no sé nada desde el mensaje. Ella me espetó que estaría en contacto conmigo cuando fuera oportuno, no puedo esperar a que eso pase porque necesito muchas explicaciones.

Algo dentro de mí me grita que descubrió algún secreto grueso.

─Un momento ─hablo en lo que termino de cambiarme.

Estrías para tu belleza  [✓] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora