Capitulo 195

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NARRADOR: Dea Hawkeye

- ¡¿Cómo qué no aparece Yesid?! 

Hacía dos horas había mandado a buscar a Yesid y después de todo ese tiempo Cedric vuelve con las manos vacías. Respiro hondo, no podía permitirme perder los estribos a tan poco tiempo de cumplir mi objetivo.

- Lo buscamos en todas partes - Cedric llevo sus manos hacia su espalda.

- ¡Pues búsquenlo mejor! De algo si estoy segura y es que no se lo trago la tierra - levante gradualmente la voz. 

- Ya lo busque en todo el Infierno, en su apartamento... hasta tuve que ir a buscarlo a su colegio - dijo con cierto fastidio en su voz.

- ¿Por qué demonios nadie pueden ser eficiente en este lugar?

Cedric tenso los hombros en el momento que vuelco la silla del escritorio, al parecer era lo único que no había pateado en mi oficina hoy, este día tiene que salir perfectamente y solamente he visto puras torpezas de mis reclutas y Cedric - Lo iré a buscar - dijo después de un momento de silencio. Antes de atravesar la puerta dice por último - Martin quiere verte. Dijo que necesitaba algo más para el hechizo.

...........

Martin se encontraba totalmente concentrado en un libro, pasaba su dedo índice por los renglones mientras sus labios susurraban cosas inaudibles y sin importancia para mi interés. Empiezo a caminar más despacio en el momento en que entro a la habitación en donde voy hacer el hechizo que por fin dará exterminio a esa plaga. 

Las paredes de la habitación son rocosos y el piso no es plano, pero no tiene baldosa, además su ambiente me inspiraba destrucción por el viento que viaja y lo alto que queda en el edificio. Al parecer la olla de las brujas que aparecen en los cuentos de hadas, no es del todo mentira. En medio de la habitación se encontraba una olla con rasgos antiguos y abajo de ella la suficiente leña para empezar una hoguera de alta duración. 

- Dea Alice Hawkeye - dijo Martin al percatarse de mi presencia.

Hacia años que no escuchaba mi segundo nombre, casi sabía de su existencia y la verdad después de la muerte de Alexander me fastidia que pronuncien mi segundo nombre.

- Me gusta más Reina del mundo vampiro.

Una sonrisa surgió en los labios de Martin - Entonces, futura Reina del mundo vampiro necesito tú sangre, el litro de sangre de Yesid y los once sacrificios de cada categoría.

- Pues toma la que quieras - dije extendiendo mi mano hacia él.

Él tomo mi mano y la llevo hasta donde se encontraba la olla, en la mano de Martin por arte de magia apareció una navaja con gran filo en la hoja. Ubico la punta de la navaja sobre mi piel, sin decir algo cómico como: "¿Estás lista?" ó "A la una, a las dos, a las tres" ó "Cuando cuente tres...", deslizo la hoja por la piel de mi muñeca realizando un fino y muy recto corte, al terminar de realizar el corte le dio la vuelta a mi muñeca dejando escurrir mi sangre en el interior de la olla.

Mientras la sangre iba cayendo dentro la olla Martin volvió a su libro y luego me hizo una señal con la mano para que dejara de invertir más sangre, él comenzó a jugar al cocinero vertiendo algunas cosas insignificantes en la olla. En el momento en que me concentro para realizar curación la puerta de la habitación se abre fuertemente.

- Dea, tropas de vampiros sanguíneos, alimentadores y brujas fueron registrados hace dos minutos a cinco kilómetros de aquí - dijo uno de mis reclutas, con una postura muy recta y una seriedad innata.

- Creo que llego la hora que yo he estado esperando por más de un milenio y todos ustedes desde hace dieciocho años.

NARRADOR: Kathy West

Alimentadora [#1]Where stories live. Discover now