NARRADOR: Cedric Pierce
- Me agrada esa expresión - dijo Saraih mientras apoyaba su mentón en medio de mi pecho, levante mi ceja y le pedí una explicación con la mirada - es como si estuvieras perdido, pero te gusta.
- Tú me gustas - dije atrayendo su rostro con mis dedos.
- Pero no lo suficiente, para formalizar la relación ¿verdad? - dijo antes de que se unieran nuestros labios.
- No quiero discutir - dije velozmente.
Ella torció la boca por un momento y luego se dejo caer a mi lado. Ella quería que tuviéramos una relación de verdad, una real en donde el hombre le regala flores y chocolates su pareja para cortejarla y recordarle que son muy felices juntos... bueno eso o que ya le había sido infiel y era una manera de sentirse mejor consigo mismo.
Había conocido a Saraih hacia dos años y hace un año habíamos comenzado esta extraña relación en donde ninguno de los dos nos comprometíamos con el otro y solo nos buscábamos cuando nos necesitábamos, pero supongo que era cuestión de tiempo para que uno de los dos cayéramos en la trampa del amor.
- ¿Sabes? Es extraño mirar al techo y no saber que decirle a la persona que tienes al lado - comento ella mientras su mirada estaba fijamente en el techo.
- Es verdad.
- ¿Y me vas a contar que te trajo esta vez a mis brazos?
- No lo sé. - conteste mientras mi cerebro analizaba que fue lo que me impulso para llamarla - supongo que es lo mismo. Impotencia.
- Deberías dejar de aparentar cosas que nunca serás capaz de cumplir - dijo apoyando su cabeza en su mano mientras me sonría - además me gustas más bueno que malo.
- Ningún vampiro es bueno. Y menos un aliado del demon... perdón Dea.
Ella soltó una risita - Pero puedo ver que tienes buenas intenciones, aquí - dijo deslizando su mano por mi pectoral izquierdo - solo tienes que buscar algo que te motive a dar un paso de valentía y no más de cobardía.
- ¿Me estás llamando cobarde?
- Un poco, si.
- Supongo que tienes razón - dije levantándome levemente para luego apoyarme por los codos.
- Siempre tengo razón.
- Que modesta, eh - ella solo rodó los ojos y me dio un beso rápido, luego se levanto de la cama.
- Cada vez te me haces más atractivo - dijo mientras entraba al baño con las sábanas arrastradas.
Me deje caer en la cama y después me di la vuelta para dormir un rato, Saraih se iba a demorar un buen rato allá adentro. Pero en el momento en que cerré los ojos mi celular comenzó a sonar - ¿Es en serio? - dije despegando mi cabeza de la almohada, el timbre volvió a sonar contestando mi respuesta, estire mi brazo para coger el celular de la mesita de noche. Llamada entrante Amaya. - ¿Ahora que querrá? - dije contestando la llamada, me lleve el celular al oído en el momento en que el tiempo comenzó a correr - Aún no tengo las respuestas - dije.
- Eso ya me lo adivinaba - dijo con su voz gruñona - ¿Podemos vernos?
Me senté automáticamente en mi cama al escuchar su "invitación".
- ¿Quién eres y que hiciste con Amaya la amargada y seria?
- No estoy de bromas...
- Era muy bueno para ser verdad.
- Ja ja ja - dijo secamente - muy gracioso ¿Podemos vernos? es algo importante.
- De acuerdo, a paso por ti a las siete.
YOU ARE READING
Alimentadora [#1]
VampireTodos conocemos a los vampiros de diversas maneras. Toman sangre, no pueden tomar el sol, le temen al ajo y al agua bendita, pero que harías si te digo que no solo existen una clase de vampiros, sino en cambio hay tres categorías: alimentadores, vam...