Capitulo 168

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NARRADOR: Kathy West

- ¡Kathy, despierta! - la voz de mamá y su zarandeo me sacaron de mi gran sueño, en donde mi vida no era un caos y todo era maravilloso - ¡Levántate! - su voz sonaba desesperada y sus zarandeos que habían comenzado débil ahora era más brusco - ¡Rápido Kathy, despierta!

Apenas abrí los ojos vi la cara angustiada de mi mamá, estaba en pijama y con una bata sin cerrar. A los pocos segundos un ruido atronador inundo toda la casa, solo basto ese ruido para que i corazón comenzara a latir rápido y el nerviosismo invadiera mi cuerpo.

- ¿Es papá?

- Alguien quiere entrar a la casa - dijo mientras me jalaba del brazo para sacarme de mi habitación a jalones.

En el pasillo se encontraba Derek en pijama mirando atentamente a las escaleras, no sabría decir si él estaba más, igual, o menos que yo. Tenía una buena postura, todo su cuerpo estaba tenso y la mandíbula apretada. 

- Aún no han logrado entrar - dijo papá al subir las escaleras.

- ¿Cómo vamos a escapar? - la angustia de mamá me ponía más nerviosa de lo que estaba. 

Otro ruido más fuerte que el anterior se escucho provenir de la puerta principal, todos miramos hacia papá que no sabía que hacer, en su rostro mostraba indecisión y algo que nunca había visto en él. Miedo.  Luego de ese ruido siguieron otros más como si estuvieran forcejeando con la puerta, de pronto un ruido de vidrio romperse hizo que mis nervios colapsaran, en un segundo todos nos encontrábamos corriendo hacía la habitación de mis padres, es la más grande de todas y habían muchos más lugares en los que ocultarse.

Los siguientes ruidos fueron menos severos, se escuchaba como terminaban de quebrar el vidrio y con pasos sonoros registraban la casa. Mamá y papá no se escondieron, ellos dos estaban pegados en la puerta mientras se aseguraban que nosotros dos estamos bien escondidos. 

Derek estaba escondido en el armario, mientras yo estaba escondida debajo de la gigante cama. Mis respiraciones no dejaban tranquilizarme y mi imaginación no dejaba de mandarme pensamientos y presagios en donde todos terminábamos muertos o sin alguna parte de nuestro cuerpo.

Apreté los puños para no temblar más, pero eso no me ayudaba. Los pasos cada vez se escuchaban más cercanos y era inevitable no sentirme como una protagonista de una película de terror, en donde todos terminaban muertos en formas muy sádicas.

A escuchar la puerta de la habitación abrirse y luego cerrarse me tente a salir de debajo, pero era más el miedo que tenía que solo me quede como estatua. Todo estaba en silencio a excepción de los pasos que no cesaron en ningún momento; no veía nada a mi alrededor y tampoco escuche si Derek salió del armario. 

La puerta se abrió nuevamente, pero a diferencia de la anterior vez esta no se cerro, sino que se quedo abierta. Tragué saliva y me mordí la lengua para no salir gritando de aquí. No me atrevía a mover ni un solo un músculo, mis ojos observaron los zapatos de la persona que entro. Con solo ver sus zapatos supe que no era mamá papá o Derek, los zapatos son formales de cuero negro y suela gruesa. Da varios pasos alrededor de la habitación y luego se pararon en dirección a la cama en el lateral derecho, pero antes de darle una oportunidad de que me encontrara mi cuerpo actuó por instinto, salí lo más rápido que pude por el otro lateral de la cama y sin mirar atrás corrí hasta las escaleras. 

Sintiendo los pasos detrás de mi baje las escaleras de manera veloz, pero sosteniéndome de la baranda, en estos momentos no era buena idea caerme y mis piernas que no dejaban de temblar no me la estaban poniendo muy fácil, los pasos del señor bajando las escaleras de manera ágil hicieron que mi adrenalina subiera al 100%, corrí hasta la cocina. Cuando entre cerré la puerta poniéndolo el cerrojo y al instante comencé a esculcar en los cajones de la cocina notando al piso lo que no me servía.

Alimentadora [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora