Capitulo 169

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NARRADOR: Kathy West

Las yemas de mis dedos no dejaban de pasar por mi abdomen y mi mente solo volaba en pensamientos que en su mayoría me producían daño. Ahora todo tenía sentido, las nauseas constantes, los vómitos inexplicables, mareos constantes, además que repentinamente estaba comiendo más de lo normal, todos los medicamentos y tés que tome sin algún resultado.

Ya era más siete de la noche y papá no daba señales de vida, supongo que lo he dañado todo y lo cierto es que temía que su actitud cambiara por el trato insensible, por el desdén, por la desaprobación.... por la indiferencia. En mi "corta" vida no recuerdo haber metido la pata muy profunda... al menos no tanto para que papá desapareciera todo el día. 

- ¿En qué piensas? - pregunto Amaya, sus ojos no dejaban de observarme. 

Después de que Saraih reconstruyo la ventana que su comunidad había derribado para entrar a la casa de malas, yo me había encerrado en mi habitación con Amaya. Solo una vez entro Derek para traerme el almuerzo, pero solo le di unos bocados y fueron por ordenes estresantes de Amaya.

- En que tal vez voy hacer un gran fracaso como madre y que es muy probable que mi papá me mire como su fracaso - dije mirando la pared del fondo en donde había un póster de mi banda favorita, sin embargo, no estaba mirando el póster sino en la pared.

No puedo negar que el miedo era algo que me estaba aterrado desde que me había enterado, con solo pensar que estaba en vísperas de una gran guerra por la destrucción de nuestra especie y que su papá se había descarrilado y ahora estaba en el lado incorrecto no me ponía las cosas más fáciles. 

- Hay muchas mamas que tiene tu misma edad o quizás menos y con menos apoyo que tú, y son luchadoras... sé que vas a salir adelante - puso su mano encima de mi rodilla y la sacudió dándome animo - ¿si ellas pudieron por qué tú no?

-¿Tal vez no soy lo suficientemente luchadora? 

- ¡Que insegura eres! - dijo con fastidio - tu forma de ser no dejara que te venzas... a ver, donde esta Kathy la optimista y que siempre ve una solución.

- Desapareció cuando Yesid me volvió a ver otra vez como una amiga y voy a tener un bebé de él.

Amaya negó con la cabeza por mi respuesta, la verdad ahorita solo pensaba que mi vida había cambiado radicalmente, pero de una cosa si estaba segura y era que por él o ella estaría más que dispuesta a sacrificarme en el futuro y haría lo que fuera por él o ella, hasta abandonar toda una vida conocida por una vida desconocida.

- Ya deja ese animo en el piso ¿quieres? - dijo Amaya, luego se mordió el labio inferior - Ahora dime ¿Cómo fue?

- ¿Cómo fue qué?

- Pues tú ya sabes.... eso - dijo algo apenada - ¿cómo fue?

Me sonroje inmediatamente al tener que pensar en una respuesta, es demasiado difícil hablar de esto con Amaya, ya que no se lo había dicho a nadie y tenía pensado no decírselo a nadie. Estaba muy equivocada. - Fue agradable - dije encogiéndome de hombros, sentía como el calor de mis mejillas no disminuía sino que se quedaba ahí.

- ¿Agradable? - dijo con una sonrisilla pícara y una ceja levantada.

- ¿Perfecto? - dudé.

- Solo defínelo.

- ¿Qué?

- Di una palabra que lo defina.

- ¿Cómo cual?

- Una que defina lo que sentiste.

- No sé como definirlo.

- Solo di una palabra.

Alimentadora [#1]Where stories live. Discover now