Narra Light
¿Dónde están las chicas? Ya eran pasadas de las siete y ninguna de las dos había dado señales de vida. Todos estábamos ansiosos, en silencio, distrayéndonos con cualquier cosa, esperando a su regreso.
-¡Regresaron!- grita de repente Matsuda, haciéndome saltar de la silla creyendo que es (T/N), pero en vez de ello, Misa entra junto con Mogi. Vuelvo a sentarme decepcionado.
-¡Hola!- Misa camina hacia mí y se sienta sobre mi regazo, poniéndome incómodo. ¿Qué hace?-. Que cansancio...
-Oye...
-¿Cómo les fue?- me interrumpe L, tomando de su té.
-Yotsuba decidió contratar a Misa como la vocera de su nueva campaña- respondo Mochi, recargándose sobre una pared, mientras idea la forma de quitar a Amane de mis piernas.
-Ya veo. Son buenas noticias.
-¡Y les di el número de mi teléfono celular!- Misa saca su celular y me lo muestra-. Tres de los siete ya me enviaron mensajes invitándome a salir... ¿Ves? Rokujo no es la única que llama la atención.
-Misa...
-Acepto sus investigaciones y los investigo, ¿cierto? Tal como lo planeé.
-No, el plan se cancela ahora mismo- me quejo, no por celos, sino por la seguridad de ella.
-¿Por qué? Toda está saliendo bien.
-Estarás en peligro si continuamos- aprovecho la oportunidad para empujar a Misa de mi regazo-. Puedes aparecer en sus anunciaos, pero debes negra que se sospecha que eres el Segundo Kira y que "L" te arrestó. Mogi seguirá siendo tu guardaespaldas, pero trabajarás solo como modelo.
Amane se queda callada por uno segundos, volteando a ver al suelo, y luego alzando la cabeza para verme directamente a los ojos:
-Si eso quieres, Light, eso es lo que haré- la mirada de Ryuzaki se dirige a ella extrañado-. Bueno, estoy muy cansada y mañana comenzaré temprano, así que me iré a dormir.
Veo a Misa alejarse hacia el elevador con cierto brillo en la mirada... ¿Qué estupidez va a hacer ahora esta mujer?
Narra Misa
Gracias, Light, por preocuparte por mí, pero tengo el mejor plan de todos. Voy a ayudarte, estaremos juntos después de esto. Lo prometo.
Me subo al elevador y volteo a ver a Yagami con una sonrisa dulce, viéndome lo más inocente que puedo.
-Light, ¿vendrás a dormir conmigo esta noche?
Veo que abre los ojos como platos y se gira a verme sin poder creer mis palabras.
-¿Qué estás diciendo, Misa?
-Lo reservas para cuando atrapemos a Kira, ¿cierto? ¡Que no te dé vergüenza, amor!- aprieto rápido el botón del piso al que voy con una sonrisa en los labios.
-Sí, Light. Que no te dé vergüenza- escucho que comenta L antes de que se cierren las puertas-. Al final, no te dio pena cuando me pediste algunas horas para estar con Gasai-chan.
-¡Cállate, Ryuzaki!
Las puertas metálicas hacen un ruido sordo cuando cierran frente a mí, dejándome inquieta. ¿Light y (T/N) ya habían estado juntos? ¿Él lo habría disfrutado? ¿Ella era suficiente para complacerlo? Aunque hubiera sido así, no había manera alguna de que ella me superará... Solo tenía que esperar a que Light recuperará su memoria y volveríamos a estar juntos.
Narra (T/N)
Entro al cuartel con los tacones en la mano y el cabello despeinado, provocando que a mi novio casi le dé un ataque cardiaco. En cuanto me ve, Light corre hacía mí, jalando a Ryuzaki en el movimiento, para darme un abrazo y llenarme la cara de besos.
-Son las 9:23, ¿a qué hora pensabas marcar para avisar que llegarías tarde? ¿Por qué vienes despeinada y descalza? ¿Pasó algo entre ustedes dos?
-Hijo, déjala respirar- lo reprende su padre, haciendo reír.
-Cariño, estoy bien, ya estoy aquí- abrazo a Yagami y el me deposita un beso en la coronilla-. Me despeine en el camino y me quite los tacones porque ya no los aguantaba. Y no, no pasó nada, creo que habrá quedado decepcionado cuando no quise ir a su departamento por "prudencia"-
-Estoy tan feliz de que este bien- Yagami dirige su vista a mi cuello, donde un collar de perlas cuelga deliberadamente-. ¿Y eso?
-Me lo regalo Namikawa. He intentado de cualquier manera rechazarlo, pero fue bastante insistente. Además... Es hermoso
-Con eso podría pagar la universidad de Sajú- se enfada mi novio, examinando la joya.
-SI te incomoda, puedo dárselo a una de mis hermanas o venderlo- no quería hacerlo, el collar me recordaba a mi madre y me había aferrado a él.
-No, quédate... Luce lindo en ti- acepta Yagami, entendiendo él porque de mi insistencia.
No respondo, solo entierro mi cabeza en su cuello y le doy un beso en el cuello, sintiendo el sueño recorrerme de repente.
-Estoy exhausta, iré a dormir... Te veo mañana, ¿sí?
-¿No quieres dormir con él?- comenta Ryuzaki, confundiéndome-. No serías la primera que lo propone.
-¡Dije que te callaras!- le grita mi novio, casi aventándose sobre él, pero Matsuda los detiene.
-Como sea, buenas noches- estoy muy cansada como para prestar atención a su discusión, por lo que doy media vuelta y subo los escalones hasta mi habitación.
Estamos cerca de encontrar la verdad, lo presiento. Por fin podremos estar en paz, Light, solo tenemos que esperar un poco más.
Días después, Narra Misa
-¡Corte!- grita el director, haciéndome suspirar-. ¡Bien! ¡Terminamos!
-¡Buen trabajo!- grito, mientras corro fuera del set directo a Mochi.
-Igual a usted, señorita Misa-Misa.
-¡Buen trabajo, Misa-Misa!
-Gracias, Mochi. ¿Me llevas al baño de ese hospital?- pregunto sin esperar, dispuesta a llevar acabo mi plan.
-¡Si!
Me pongo una gorra y lentes, junto con mi chamarra para no ser reconocida y Mochi me encamina hasta el interior del complejo, donde se detiene frente a los baños, con una sonrisa.
-¡Aquí te espero!
-Espero no tardarme, ¿de acuerdo?
Entro al baño con nerviosismo, si este plan fallaba, Ryuzaki y Light no volverían a dejarme siquiera salir del cuartel para trabajar. Su confianza en mí se vería totalmente destruida y abre arruinado todo por lo que Light ha trabajado, así que tiene que ser perfecto.
Toco la puerta de un cubículo y una voz femenina me responde confundida.
-¿Si?
Una de mis amigas, vestida de enfermera, abre la puerta nerviosa, para sonreírme al realizar que soy yo. Se le realmente emocionada, lo puedo notar en sus ojos.
-Buen trabajo, Senpai.
-Nori, luces hermosa en ese uniforme- la alago, entrando al cubículo.
-¿Tú crees?
Me cambio rápidamente con su uniforme, mientras yo le doy mi ropa. Trato de arreglarme lo más que puedo, poniéndome una peluca para que Mochi no me reconozca.
-Gracias, te debo una por esto.
Salgo del baño acomodándome la cofia y paso a lado de Mochi sin mayor dificultad, de hecho, ni siquiera me voltea a ver. Salgo corriendo del lugar, sintiendo la adrenalina corriendo por mis venas.
¡Funciono! No lo puedo creer.
Saco mi celular rápidamente y le aviso a Higuchi, mi "cita" de esta noche que ya estoy disponible y puede pasar por mí a la dirección anexada. No pasan más de tres minutos cuando un coche rojo de lujo se estaciona frente al hospital, dándome tiempo apenas de quitarme la peluca.
-¡Qué increíble automóvil!- le digo al ejecutivo, acercándome a la ventana. En la parte trasera, distingo la figura de Rem.
-Si te gusta, te llevaré cuando quieras o te compraré uno- me sorprendo ante sus palabras. ¿Tantas ganas tenía de conquistarme que gastaría millones en un carro solo para mí?- A propósito, me encanta tu uniforme, Misa.
Su vista se dirige a mis pechos, que se pueden entrever entre los espacios de botón en botón de la blusa. Me sonrojo e irrito, ¡solo Light podía verme de esa manera!
-Qué bueno que te guste- respondo, casi rechinando los dientes-. Bueno, ¡vámonos!
Me subo al coche rápidamente y le ofrezco la mejor sonrisa que puedo al hombre.
¡Que comience el juego!