Recién Cazados © (Borrador de...

By R1Aguirre

7M 738K 164K

Novela en físico gracias a Nova Casa Editorial. Contáctame si quieres saber los puntos de venta en tu país. ... More

Sinopsis
Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5
Parte 6
Parte 7
Parte 8
Parte 9
Parte 10
Parte 11
Parte 12
Parte 13
Parte 14
Parte 15
Parte 16
Parte 17
Parte 18
Parte 19
Parte 20
Parte 21
Parte 22
Parte 24
Parte 25
Parte 26
Parte 27
Parte 28
Parte 29
Parte 30
Parte 31
Parte 32
Parte 33
Parte 34
Parte 35
Parte 36
Parte 37
Parte 38
Parte 39
Parte 40
Flashback
Parte 41
Parte 42
Parte 43
Parte 44
Parte 45
Parte 46
Parte 47
Parte 48
Parte 49
Parte 50
Parte 51
Parte 52
Parte 53
Parte 54
Parte 55
Parte 56
Parte 57
Parte 58
Epílogo
Librerías
♥IMPORTANTE♥

Parte 23

122K 12.8K 2.3K
By R1Aguirre


David

Sus labios son tan cálidos y suaves, son tan adictivos que siento no poder separarme de ellos, los saboreo uno a uno de una forma delicada, sin prisa, como si fuera el primero o el último. Mi lengua se encuentra con la suya y ella sigue el ritmo con un completo frenesí, tomo su pequeña cintura en mis manos, la deseo tanto, quiero tumbarla en mi cama y desnudarla, hacerle miles de cosas....

«Por Dios»

De inmediato detengo el beso riñéndome interiormente. Natalie no es ese tipo de mujer que sólo besas por besar o te acuestas solo por acostar, es precisamente ese tipo de mujer con la que no tienes siquiera derecho a fantasear.

Ella se merece algo mejor que esto.

—Lo siento —digo, una vez que me he separado lo suficiente de ella —¿Nos vamos?.

—¿Sentir qué? —dice de inmediato, con su entrecejo levemente arrugado —es sólo un beso David. Relájate. No es nada que no haya sucedido antes.

Ella esboza una amplia sonrisa y se acomoda el gorro de su abrigo para ir conmigo hacia el auto, por un momento me desconcierta ¿Para ella un beso no significa nada? Es decir... ¿No le importaría besar a alguien por ahí? Bueno, me besó a mí a los minutos de conocernos, pero no quiero que se ande besando con cualquier sujeto por ahí.

—Vamos —me dice interrumpiendo mis pensamientos, hace un gesto con su cabeza para que vaya con ella, miro al cielo como intentando ver si ya se está lo suficientemente despejado y camino con ella.

—David ¿Puedo hacerte una pregunta? —cuestiona, girándose levemente hacia mí, se detiene para esperarme, estamos a un par de metros del auto y por suerte solo es un breve rocío el que nos está cayendo.

—Claro —digo, viendo exactamente en dirección donde está mi auto mientras busco las llaves en mi bolsillo, no me detengo y ella camina a mi lado.

—¿Te has enamorado, cierto? —ahora si llevo mi mirada a ella con curiosidad, vuelvo mi mirada al auto, sin ningún tipo de expresión contesto su pregunta.

—Si —la verdad no me gusta hablar de esto y espero no tenga más preguntas por hacer —¿Y tú?

Nop —dice de inmediato, seguimos caminando en silencio hasta llegar al auto y apretar el botoncillo para desbloquearlo.

—Tienes suerte —fuerzo una sonrisa, me adelanto un poco para abrirle la puerta del vehículo. Hago una seña con mi mano para que suba y luego de sonreír sin llegar a mostrar su dentadura, accede. Cierro la puerta para rodearlo y subir de mi lado.

—¿Tan malo fue? —pregunta de inmediato, cuando ya todo mi cuerpo está en el interior, cierro la puerta viendo al frente pensando mi respuesta.

—Es la cosa más jodida del mundo y la verdad no pienso volver a caer de esa forma —contesto, consciente de que vamos a divorciarnos y no importa mucho que le diga que no me pienso enamorar nunca más.

—Todo mundo teme a enamorarse —se encoge de hombros, y se acomoda el cinturón —espero algún día enamorarme de alguien que obviamente también esté enamorado de mí.

—Lo encontrarás, te lo mereces —sonríe de lado y lleva su vista a la ventana.

El resto del camino fue un completo silencio, ella solo viendo por la ventana mientras muerde la uña de su dedo índice y yo concentrado en la carretera sumergido en mis pensamientos.

—Está bastante temprano... ¿Vemos una película al llegar? —pregunta, luego de unos varios minutos.

—No —contesto de inmediato, consciente de las películas que a ella le gustan ver. No quiero dos horas de tortura —tengo trabajo que hacer.

—Miré una foto tuya —dice de pronto, tengo que bajarle el volumen a la canción de AeroSmith, vuelvo mi mano al volante y la observo solo por unos segundos con el ceño fruncido, tiene su vista clavada en mí y vuelvo mi vista a la carretera —supongo que con tu familia.

—¿De dónde sacaste esa foto? —recuerdo que solo tengo una en mi casa, así que ya sé de donde la sacó.

—Estaba buscando una libreta y salió de ahí —me quedo en silencio recordando aquella fotografía de cuando era feliz con mi familia —se debe sentir bien tener fotos en familia.

No contesto, hay temas de los que no me gusta hablar y este es también uno de ellos, ella no dice nada más al ver que me cierro ante el tema, vuelve su vista a la ventana y yo continúo viendo la carretera, aunque pensándolo bien, al menos yo sí tuve una familia, aunque por un corto tiempo.

—Sí, se siente bien, aunque solo queden para recuerdos —puedo sentir su mirada sobre mí pero no dice una palabra, tal vez notó que no quiero hablar sobre ello y no quiere preguntar, así que prosigo —desde que mi padre murió nada volvió a ser igual.

—¿Y... qué pasó con tu hermana?

—Es prostituta.

—David, no puedes juzgar a una mujer por su vida sexual —me riñe, la miro por un momento y sus ojos furiosos me miran de forma inescrutable que hasta me da un poco de gracia, esto que no sabe que la he llamado peor.

—Una mujer que tiene sexo con hombres sólo por querer dinero sin trabajar, también es una prostituta.

Ella arruga su frente en el momento que la observo para decir estas palabras, estamos justo llegando a casa, llama mi atención un auto estacionado al frente, a estas horas, y de inmediato mis ojos van hacia la tortuga ninja que está parado junto al señor que cubre su espacio por la noche, frunzo mi entrecejo al verlo y justo en el momento que me detengo para esperar que el portón se abra Natalie baja del auto y solo la observo por el parabrisas caminar hacia Camilo.

Me bajo enseguida para conocer el motivo de su visita y en ese momento él saca unas llaves que tintinea frente a nosotros. Natalie suelta un grito perforando mi tímpano y lo abraza, yo... no sé qué pensar.

La imitación en rubio de Jackie Chan me mira y se remueve incómodo separándose de ella con una sonrisa luego de aclarar su garganta.

—Yo no sé como agradecértelo, en serio —dice Natalie eufórica y me percato que el auto estacionado frente a nosotros es el suyo.

—No tienes que hacerlo, te dije que sabía mucho de autos —dice y yo solo los observo.

—Bien ¿Cuánto te debo? —digo, caminando hacia él. Camilo el casado me mira, ambos me miran y Natalie me hace una seña sutil de negación con su cabeza, me encojo de hombros, nadie hace favores de gratis y prefiero pagar por ello.

—Señor Schmitt —habla de inmediato —con todo respeto, pero no suelo hacer favores para esperar algo a cambio... o dinero —observo que Natalie le esboza una sonrisa y vuelvo mi mirada a él.

—Bien —contesto, giro sobre mis talones para volver a mi auto y finalmente entrar a mi casa para dormir como si no hubiera un mañana.

—¿Necesitas un empujón a tu casa? —escucho a Natalie antes de subir a mi auto, lo que me hace sutilmente girar a verlos.

—Si no le molesta al señor Schmitt —contesta de inmediato viendo en mi dirección con una mirada dudosa, sí, si me importa hijo de p...

—No, para nada —digo, sin esperar respuesta solo subo a mi auto y sin ningún tipo de gesto espero que se aparten para poder pasar y así lo hacen. Pero antes de que ponga en marcha mi auto miro a Natalie caminar hacia mí lo que me hace bajar la ventanilla de mi auto con mi entrecejo fruncido.

—Ya vuelvo —habla, mientras toma mi rostro con ambas vamos, deposita un beso en mi frente y esboza una sonrisa. La observo alejarse y Camilo abre la puerta del auto para que ella suba. No puede ser.

Los veo alejarse y me quedo ahí como idiota hasta que su auto ya no es visible para mis ojos. Suelto un suspiro para alivianar la tensión que siento y luego de pasar mi mano por mi rostro, entro.

Sólo unos minutos después ya estoy bajando a la sala sólo con un pantalón de dormir y sosteniendo mi computadora con una mano, mientras que en la otra llevo una taza de café. Me dejo caer en mi sillón, dejando la taza en la mesa de en frente. Abro el documento que se supone debo terminar y sólo miro el cursor parpadeante frente a mí, tal vez si debí aceptar ver la jodida película con ella, hubiese tenido la excusa perfecta para decir "no, tu y yo tenemos una puta película que ver" Joder.

¿Cómo no se me ocurrió a mí dar a componer el maldito auto antes?

Miro mi reloj y ya ha pasado una hora, una hora completa y solo pienso en que deben estar por ahí viendo la película que Natalie quería ver, una hora completa que se supone que tendría que haber terminado este documento, miro mi reloj nuevamente y estoy a punto de levantarme para llamarla a su teléfono celular cuando escucho la puerta principal abrirse y ella aparece detrás quitándose su abrigo.

No digo una palabra, finjo estar concentrado escribiendo no sé qué estupidez que se me ocurra escribir cuando escucho sus pasos llegar hasta mí, levanto un poco la mirada cuando me está entregando una bolsa de papel.

—Te traje algo... son donas glaseadas —dice, elevo la mirada a sus ojos con los míos entrecerrados.

—¿No es que no tenías dinero? —digo, tomando la bolsa con una ceja enarcada.

—Bueno, Camilo las compró —tiro la bolsa en la mesa de en frente y continúo con lo que sea que estoy escribiendo. Ella mira la bolsa y me mira a mí suelta una leve risa que me hace reír.

—A la mierda Camilo, me voy a comer esas malditas donas —digo, tomando la bolsa nuevamente, ella vuelve a reír y llevo la vista a sus ojos —oye, trae la película que querías ver, veamos que familias mueren esta vez por dos inconscientes que dicen amarse.

—¿No tenías trabajo que hacer? —dice, sentándose a la par mía tomando una de las donas.

—Sí, tú la miras, yo trabajo —ella esboza una sonrisa y se pone de pie para luego subir las escaleras a toda prisa... malditas donas glaseadas están muy buenas, lástima que vengan de Camilo y no me sienta confiado.

Unos minutos después ya viene bajando los escalones a toda prisa, llevo mi mirada a ella de una forma distraída al escuchar sus pasos pero de inmediato me fijo en la pijama color fucsia que lleva puesta.

Definitivamente, visto ahí, creo que es uno de los mejores colores que puedan existir, ella gira hacia mí y de inmediato llevo mi mirada a la computadora como si nunca mi vista a estado en esa curva, comienzo a teclear mi nombre porque no sé qué otra cosa más teclear.

—Pensé en ti, así que elegí Rápido y Furioso —dice, me limito a asentir porque la verdad no puedo levantar la mirada a ella sin que se me levante otra cosa y suelto una carcajada precisamente por la película que vamos a ver, ella me mira y de inmediato se ríe percatándose también.

Se sienta a la par mía de piernas cruzadas luego de que la película comience, inicio a borrar todas las mierdas que he escrito y ahora si con más seriedad comienzo a hacer lo que tenía que hacer. Natalie como siempre deja su cabeza sobre mi hombro y se me dificulta un poco escribir pero sin embargo, dejo que ahí se quede por algunos minutos hasta que siento que las pestañas me pesan.

Cierro la laptop para irme a dormir, y cuando voy a decírselo la observo, se ha quedado dormida hecha un ovillo a la par mía, viéndola así no puedo evitar pensar en lo tierna que se ve, pero de inmediato mi vista se va a sus piernas cuando ella se remueve y abre medianamente sus ojos.

—¿Nos vamos a dormir? —le digo, ella bosteza mientras asiente y dejo la computadora sobre la mesa en frente.

—Tú ve a dormir, yo me quedo aquí —dice, acomodándose en el sofá tomando un cojín.

—Una mierda es que se va a quedar aquí —digo, de manera reñida, ella suelta una leve risa sin abrir los ojos por lo cual, me pongo de pie y la tomo en brazos para subir a toda prisa las escaleras con ella en risas.

—David, vamos a caer rodando por estas escaleras.

—Me ofendes —finjo indignación mientras subo el último escalón —¿Lo ves? No ha pasado nada —por ahora.

Llevo hasta la puerta de su habitación que ya tiene una flor púrpura en la entrada, la puerta está entreabierta y sólo me basta con empujarla con mi pie para que se abra completa. Llego hasta su cama y la dejo en ella de una manera suave.

—¿Lo ves? Sana y salva, no me subestimes —le guiño un ojo, ella sonríe y por unos instantes sus orbes oscuros se clavan en los míos —buenas noches —digo, cortando el contacto visual caminando hacia la puerta de la habitación.

—Buenas noches —le escucho decir, me giro para cerrar la puerta y le esbozo una sonrisa que ella corresponde hasta que la madera blanca con la flor púrpura queda ante mis ojos.




_________________

Grupo en Facebook: Leyendo a Rox.

Instagram: r1aguirre

Continue Reading

You'll Also Like

318K 20.3K 28
Chiara y Violeta son compañeras de piso, y no se llevan bien. Discuten a menudo, y cuando no lo hacen, se ignoran. Cuando se adelanta la boda de su h...
859 112 14
¿Me consederías esta pieza? preguntó la muerte extendiendome su mano. -> Mini historia -> Especial Día de muertos -> YoonKook -> Capítulos más o m...
394K 24K 24
esta historia comienza en el festival deportivo durante las batallas 1vs1
91.6K 16.8K 45
Serie Las Dos Caras de la Luna: Libro II "Las emociones te controlan, pero en mi caso, pueden ser peligrosas" ______________________ "La vida puede s...