Miradas azucaradas © ✔️ (AA #...

By ZelaBrambille

30M 2.5M 989K

"Novela publicada por Nova Casa Editorial, disponible en librerías de España y América Latina. COMPLETA EN WA... More

Miradas azucaradas
MIRADAS AZUCARADAS EN FÍSICO
¿Dónde puedes comprarlo?
Personajes
Prefacio
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Extra
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Extra
Capítulo 31
Extra | Jasmine
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Extra | Hannah
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Epílogo
Extra

Capítulo 51

374K 31.5K 11.5K
By ZelaBrambille


Shawn me toma de la mano, me da un jalón que me obliga a caminar, a pesar de que todavía sigo aturdida por la escena que acabamos de protagonizar en medio de los pasillos de la institución. No me suelta, sus dedos se enredan con los míos tan fuerte que espero que no esté sintiendo lo mucho que estoy sudando. Entramos al salón de Literatura y Filosofía, me conduce hacia dos asientos vacíos, nos sentamos juntos, uno al lado del otro.

—Creo que me extrañaste más de la cuenta, no me dejas respirar —digo, divertida.

Coloca su brazo en mi respaldo y rodea mis hombros, no sé por qué me estoy sintiendo como una diminuta hormiga junto a él, me arrepiento de haber bromeado cuando siento sus labios en mi mejilla. Mi rostro se pone rojo y caliente como una olla hirviendo.

—No te imaginas cuánto, preciosa.

Tomo un respiro profundo, las palabras de Jasmine no han dejado de dar vueltas en mi cabeza, ¿Shawn pensará lo mismo que ella? ¿Que soy una mojigata que no puede escuchar sobre cosas de adultos sin asustarse?

A veces me siento fuera de lugar con él porque no sé mucho sobre relaciones, no tengo experiencia y sí, debo admitir que me da un poco de miedo. Pienso en Cecile, guarda condones debajo de su cama, yo soy la hermana mayor y nunca había tocado uno antes de la broma. Hago una mueca, no es que me sienta mal por no saber nada sobre sexo, me aterra más el hecho de que no puedo parar de pensar en eso.

—Quiero saber cuánto, Shawn —murmuro sin mirarlo, pero puedo sentir su mirada concentrada en mí, tan intensa que me arrepiento de haber abierto la boca, gracias al cielo aparece la maestra justo a tiempo. Estanco mi vista al frente, evitando lo más posible la sonrisita de mi novio.

Mi novio... Es extraño y emocionante llamarlo así.

La clase comienza, los alumnos dicen sus puntos de vista sobre "La Metamorfosis", hago como que estoy apuntando lo que está escrito en el pizarrón para que no me pregunten porque no leí absolutamente nada, más vale prevenir que lamentar, ¿verdad?

—¿Por qué creen que se convirtió en un insecto? ¿Por qué no en cualquier otra cosa? —Hay una pausa y sigue un silencio que me hace mirar alrededor—. ¿Shawn? ¿Quieres contestar la pregunta en vez de observar fijamente a Natalie?

Mis párpados se abren, por milésima vez en el día me sonrojo al escuchar las risitas de mis compañeros, miro de reojo a Shawn, quien se gira en su asiento apretujando sus labios.

—Pienso que los humanos siempre han visto a los insectos como algo inferior, algo que puedes aplastar y acabar con su vida sin más. Para mí "La Metamorfosis" es una metáfora, un hombre que se sentía tan desgraciado que se comparó con un insecto, el cual nos contó su historia como si de verdad estuviera sufriendo un cambio. —Dios santo, ¿por qué tiene que ser tan intelectual? Se ve demasiado caliente.

—Ponga atención, señor Price, la próxima vez lo cambiaré de lugar. —Él asiente, pero su dedo imparte caricias en mi hombro, como si tuviera que asegurarse de que sepa que está a mi lado, me gustaría decirle que soy más consciente de sus movimientos que de cualquier otra cosa—. Muy bien, les voy a encargar un trabajo en parejas para la próxima semana, será la calificación para su tercer parcial. Tendrán que tomar a dos personajes de las obras que vimos durante el semestre e interpretar una escena importante en la historia, quiero mucha creatividad; entre más original sea, mejor será su nota.

La profesora aplaude, levanta sus palmas y hace su señal para decirnos adiós. Hago el amago de levantarme, pero Shawn rodea mi muñeca e impide que me vaya. Lo miro como si no tuviera idea de lo que va a decirme.

—¿Estás libre en la tarde para empezar el trabajo? —Sonrío de lado y alzo una ceja.

—Ni siquiera me has pedido que seamos equipo.

Su rostro se acerca al mío unos cuantos centímetros, la punta de su nariz topa con la mía. Voy a mirar a alrededor, pero su mano acuna el costado de mi barbilla, obligándome a ponerle atención.

—Natalie Drop, ¿te gustaría hacer equipo conmigo?

—No sé si el día de hoy estás extraño o intenso, pero de igual forma me gustaría hacer el trabajo contigo. —Me siento un tanto ridícula porque suena como algo importante.

—Perfecto, me esperas a la hora de la salida.

* * * 


Jas se me queda mirando con una sonrisita en los labios, muerdo el interior de mi mejilla con fuerza, le he contado todo lo que pasó más temprano, no ha dicho nada, pero no hace falta que lo haga, me basta con ver su rostro para saber lo que está pensando.

—Hola, Jas. —Rechino los dientes tan pronto escucho esa voz, todavía no puedo creer que le esté hablando a Greg otra vez, no cuando tiene a un buen chico llamado Harold esperando como un perrito abandonado en una caja de cartón, hasta puedo imaginarlo con sus ojitos soñadores.

—¡Hey! —Ella le da una corta mirada, luego se concentra en el plato que tiene enfrente.

—¿Estás bien? No has contestado mis llamadas ni mis mensajes desde el día de la fiesta.

El silencio que sigue a sus palabras me hace envarar, entrecierro los ojos y analizo a Jasmine, quien respira hondo y apretuja los labios haciendo una mueca, inmediatamente mi frente se arruga, ¿qué demonios está pasando aquí?

—Estoy bien —asegura forzando una sonrisa, sin embargo, tanto Greg como yo sabemos que no hay rastro de alegría en su gesto, puedo saberlo porque él la observa con lo que creo es desesperación, tal vez pánico.

—¿Hablamos después? —pregunta.

—Seguro.

Greg se queda parado en el mismo sitio por unos cuantos segundos más, luego se da la vuelta y se va a la mesa que ocupan sus amigos. Mi amiga no pronuncia palabra alguna, empieza a desesperarme esta situación. Abro la boca para preguntarle qué demonios ha pasado, a pesar de que sé que lo más probable es que me mande al carajo, sin embargo, lanza un suspiro y me mira por debajo de sus pestañas.

—¿Podrías comprobar si está mirando hacia acá? —Hago lo que pide lo más discreta que puedo, asiento—. Fui una estúpida, Nat, prometí que no volvería a caer y lo hice, me acosté con Greg Fisher una vez más, ¿sabes qué es lo más jodido? Que ni siquiera sé si sigo enamorada de él, no tengo una puñetera idea de lo que estoy haciendo. Tengo a un chico que es inteligente, lindo y sincero recordándome todos los días que me quiere; pero yo no puedo dejar de pensar en Greg.

—Lo amas todavía —digo.

—No disfruté mientras teníamos sexo porque Harold no salía de mi mente, ¿qué infiernos me pasa? —Su voz temblorosa hace que extienda mi mano, agarro la suya y la aprieto—. No es que no quiera contarte lo que sucede, es que me siento como una idiota porque no puedo odiar a Greg, tampoco quiero lastimarlo, ¿cómo le digo que ya no siento lo mismo sin herir sus sentimientos? Por favor nunca tengas relaciones si no estás segura de lo que quieres, a veces me arrepiento tanto de haberle entregado esa parte de mí a Greg, a alguien que no dudó en dejarme sola apenas se pusieron feas las cosas, y otras creo que no podré estar con nadie más que con él, me duele tanto porque de verdad creí que sería mi "para siempre".

No sé si tiene sentido lo que ha dicho, no obstante, vuelvo a apretar su mano. En alguna parte alguien me dijo que hay que escuchar más de lo que se habla, por eso me mantengo callada. Sus ojos chocolate se clavan en los míos, cuando quiere llorar se ponen más claros, justo como ahora.

—El jonrón es cuando tienen sexo —dice—. Ten cuidado, muchos saben batear, pero no todos se quedan hasta el final de la carrera, hay algunos que se van.

A veces Jas puede ser insufrible, y hay otras en las que me recuerda por qué somos amigas a pesar de las diferencias.

* * *


Har está enmudecido, maneja con rudeza las soluciones de los tubos de ensayo. Sinceramente me estoy poniendo nerviosa, él siempre es cuidadoso, parece como que está planeando asesinar a alguien arrojándole ácido Clorhídrico al rostro. Estamos en el laboratorio de química, no ha dicho nada desde que llegamos, ¿debería preocuparme después de lo que me contó Jas? Apostaría cualquier cosa a que su malhumor tiene que ver con ella, sin embargo, también sé que Harold es una persona muy temperamental, que si quisiera contarme lo que está sucediendo ya lo hubiera hecho.

Incluso cuando me muero de ganas, no voy a preguntarle, mantendré mi lengua quieta. Aprecio a Har, es el amigo de Shawn y agradezco que siempre me haya dado ánimos; pero si tuviera que ponerme del lado de alguien, siempre seleccionaría a Jasmine, sin importar quién tiene la razón.

* * *


Me muevo de un lado a otro con impaciencia, estoy a lado de la motocicleta de Shawn mirando fijamente las puertas de la escuela, las cuales están repletas de alumnos. ¿Debería correr? No es que no quiera estar con él, es que iremos a su casa para empezar el trabajo de Literatura, se supone que sus padres siguen viviendo con su hijo, así que supongo que ellos estarán ahí, no estoy segura de que sea buena idea verlos de nuevo después de la última vez que los vi.

Apenas veo a Shawn salir, mi corazón se acelera, se acerca dando zancadas largas y deposita un beso en mi frente antes de tomar un casco para tendérmelo. Se monta en la moto y la enciende, me subo detrás de él escuchando el rugido del motor, abrazo su cintura y me recuesto en su espalda, sintiendo sus respiraciones pausadas que no logran serenarme; los nervios me están matando.

Cierro los párpados y no los abro, ni siquiera cuando arranca y sale a toda velocidad del estacionamiento de la institución.

Más pronto que tarde, quizá unos veinte minutos, nos detenemos, por lo que no me queda más remedio que echarme hacia atrás y enfrentarme a la realidad.

Enmudecida me bajo de la motocicleta y sacudo mis piernas como si de verdad estuvieran empolvadas. Afianzo el agarre de mi bolso, no solo me pulsa el corazón, también mi cerebro, todavía puedo escapar, sin embargo, no quiero que Shawn se de cuenta de que aún no he superado lo que pasó la última vez que estuve en este lindo lugar.

—Oye, tranquila, mi padre no viene a comer a casa porque come en la oficina y mi madre estará con sus amigas —dice al tiempo que se coloca a mi lado. Aparento que saber eso no me ha tranquilizado, aunque la emoción me dura unos cortos minutos.

—Oh.—Eso quiere decir que estaremos solos—. ¿Seguro que está bien si nos quedamos aquí? Podemos empezar el proyecto otro día.

Agarra mi antebrazo, tal vez está leyendo mis pensamientos, de lo contrario, no entiendo cómo es que se ha enterado de mis intenciones de irme lejos.

—Está bien, pediremos comida rápida y decidiremos a quiénes vamos a representar. —Sin más, me arrastra a la entrada.

El interior es igual a como lo recuerdo, dejo mi mochila en la alfombra de la sala y sigo al dueño de la casa porque no sé qué hacer conmigo misma. Shawn toma el teléfono que descansa en una mesita y marca un número, solo entonces me permito ver los alrededores, ya había estado aquí, pero no pude ver demasiado pues sentía que era descortés hacerlo. Hay un lindo sofá con muchos cojines, cuadros coloridos y una chimenea. Encuentro con la vista una hilera de fotografías que descansa en la parte superior de la chimenea, no soy consciente, antes de darme cuenta ya estoy caminando hacia ese sitio.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro al ver una versión pequeña de Shawn en un columpio, su madre se encuentra detrás de él, lucen como si hubieran pasado toda la tarde jugando en el parque. Más adelante hay una de una señora con canas sosteniendo a un bebé.

—Es mi abuela. —Llega por atrás y rodea mi cintura, siento su pecho pegado a mi espalda y cómo posiciona su barbilla en mi hombro.

—Es muy hermosa —digo, concentrada en esos ojos almendrados que me regresan la mirada, tiene un brillo característico, una sonrisa secreta en sus pupilas.

—Era artista, pintaba cuadros y los vendía en una tienda de reliquias que era de su familia, pintó mi recámara cuando era pequeño. —Guarda silencio por un instante, luego continúa—: Siempre sonreía y veía el lado bueno de las cosas... como tú.

Siento cientos de chisporroteos en mi estómago cuando sus manos se aprietan a mi alrededor y su nariz delinea el contorno de mi oreja. Mis párpados se cierran automáticamente.

—Sonríes tan bonito y, aunque suene tonto, mi corazón se acelera demasiado cada vez que me miras. —Él hace algo que jamás había hecho, sus dientes atrapan mi lóbulo y juegan con el. Me estremezco, sin comprender del todo mis reacciones, y dejo que todo mi peso se apoye en él pues temo caerme.

—No suena tonto —susurro.

—Eso mismo pienso yo.

Una de sus manos asciende, afianza mi mandíbula y me obliga a mirarlo girando mi cabeza. Sus ojos oscuros me miran y me tragan entera. Santo Dios, ¿en qué momento me convertí en una gelatina pasiva? No dejo de temblar.

Sus labios vienen por los míos, los amasan con tanta dulzura y paciencia que me abandono por completo en el beso, no estoy segura de que me hubiera besado de este modo antes. No suelta mi rostro, por el contrario, su pulgar hace círculos cariñosos en mi mejilla.

—¿Sabes qué más pienso? —Su timbre es suave y bajo, como si estuviera contándome un secreto. Niego con un sonido nasal—. En ti, todo el tiempo.

—Estás siendo demasiado dulce el día de hoy, cuidado o podrías empalagarme. —Una sonrisa perversa de apodera de su boca tan pronto esas palabras salen de la mía. Va a hablar, pero el timbre suena. Se tarda en reaccionar, sin embargo, me deja libre soltando una maldición entre dientes que no logro entender y se encamina a la entrada.

Suelto el aire que se estaba conteniendo y me desinflo. El calor se evapora de mi cuerpo y la coherencia se hace paso en mi mente una vez más, ¿qué malditos infiernos calientes fue eso? Joder.

* * *


Continue Reading

You'll Also Like

1M 88.1K 41
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...
2.5K 194 12
La vida de Nikia está en el limbo, pues cayó en un coma por haber salvado a un bebé de ser aplastado por las ruinas de un edificio en demolición. Aho...
1.2M 110K 59
Talitha es una repartidora de pizza y Kent es un amante de la pizza con malos modales. La pizzera no se deja pisotear por nada ni por nadie, así que...
174K 5.5K 18
La música a través de los audífonos significaba todo para Alizee. Era el escape de su oscura realidad, muteaba la voz de aquellos demonios que la ato...