Capitulo 37
Puse las direccionales a la izquierda, ya podía ver la casa de Matt. Estaba empezando a caer unas cuantas gotas de lluvia. Aparqué el auto justo frente a la casa y apagué el motor. Miré a Matt, pensé que se había dormido pero solo no había despegado la vista de la ventana.
Tal vez...no esté tan ebrio.
Si es así, sólo le haré un café para que se le pase el mareo y yo volveré a casa.
–llegamos –anuncié. Abrí la puerta y bajé del auto.
Matt lo hizo segundos después. Caminó hasta la puerta y sacó las llaves de su bolsillo.
Mis ojos se abrieron a tope. ¡No estaba ebrio!
Ya no tenía nada de mareos.
Creo que los chicos exageraron un poco.
Ahora entiendo su rostro de frustración.
Entré a la casa después de él y cerré la puerta.
Cada paso lo hacía un poco insegura, vi que estaba sentado en su sofá con los ojos cerrados, pero los abrió cuando sintió mi presencia.
–yo...y-yo iré a hacerte un café y luego me iré a casa –murmuré.
Sus ojos me miraron de arriba a abajo y luego asintió.
A paso rápido llegué a la cocina y encendí la luz. ¡Wow! la cocina era gigante y bastante elegante. Muy linda.
Lavé mis manos.
Puse a hervir agua y saqué una taza de la estantería.
Me acerqué a la puerta para poder observarlo desde la cocina, seguía en la misma posición, pero ahora estaba viendo televisión.
Unos minutos después el agua estaba lista y después el café ya estaba servido.
Le puse un poco de azúcar y lo llevé a la sala en una charola.
Matt se puso de pie y caminó hasta quedar frente a su DVD.
Dejé el café en mesa-centro y me volteé a verlo.
–no te vayas todavía. Está empezando a llover mas fuerte y te vas a ir caminando –habló–, mejor quédate a ver una película conmigo.
Tragué saliva.
–sólo en lo que se detiene la lluvia.
Sabía que no iba a ser capaz de negarme.
Pero tenía que intentarlo.
–y-yo no lo sé, puede hacerse mas tarde y...p-pues...
Matt se acercó a mi y me quitó la charola de mis manos. Me miró y sonrió de lado dejando al descubierto su hoyuelo.
Mis mejillas empezaron a arder.
–por favor –suplicó.
Rasqué mi sien no sabiendo que responder.
¿No se supone que él está molesto conmigo?
"¿No se supone que ibas a arreglar las cosas?"
El estruendo de un trueno hizo que saltara en el mismo lugar.
–tal vez no sea mala idea.
Respondí.
Matt sonrió victorioso.
–entonces siéntate. ¿Cuál quieres ver? –preguntó de nuevo frente al televisor.
Caminé el sofá y me senté aún sintiéndome un poco incómoda.
–la que tu quieras.
Sacó unas películas de su mueble y las empezó a ver una por una.
–bueno, considerando que me dejaste elegir a mí, y que estoy en compañía de una chica, supongo que debo escoger bien. –murmuró– ¿te gusta Romeo y Julieta?
¿Romeo y Julieta?
No había leído ni el libro.
Mucho menos había visto la película.
Sí. Me la han contado. Ya saben, comentarios como:
"es una historia de amor épica"
"no desees tener un amor como ese, Chelsea"
Sabía de qué se trataba, y la verdad no creo que sea una película que esté en mi lista de mis preferidas.
–nunca la he visto.
Matt me miró sorprendido.
–entonces con mas razón debes verla.
La película se empezó a reproducir.
Matt apagó la luz de la sala y se sentó a mi lado. Tragué saliva cuando sentí su rodilla junto a la mía, estaba muy cerca de mí.
Me obligué a desplazarme despacio alejándome de él sin que se diera cuenta.
La lluvia aún no se tranquilizaba, al contrario creo que estaba aún mas fuerte.
Matt estaba a la misma distancia que al principio, ya no pude alejarme más porque caería al suelo.
-¿enamorado?
-cansado
-¿de amar?
-de no ser correspondido por mi amada
Un bostezo salió de mis labios pero que fue silenciado por mi mano. No es que estuviera aburrida la película, pero intentaba actuar como si no me daba cuenta que Matt me miraba de ves en cuando de reojo.
Un relámpago iluminó la sala y el estruendo me hizo saltar en el sofá.
–¿te dan miedo los truenos? –preguntó Matt con una sonrisa burlista.
Lo miré mal.
–claro que no.
Otro trueno se escuchó lo único que mas fuerte. Me corrí acercándome a Matt y no me di cuenta cuando solo escondí mi rostro en su cuello.
Su loción empezó a inundar mis pulmones, me encantaba su aroma, no era algo peculiar. Alejé mi rostro de ahí con mis mejillas ardiendo.
Dudé un poco pero lo miré a los ojos.
Me miraba de una forma divertida.
–¿vas a seguir diciendo que no te da miedo?
Tragué saliva sin responder.
Intenté alejarme pero él me lo impidió poniendo su brazo en mis hombros acercándome mas a él.
–no tienes que sentirte incómoda. Puedes abrazarme las veces que quieras, preciosa.
Y ahí estaba el Matt que al principio tanto odiaba, engreído, orgulloso, seguro que cualquier cosa que hicieran las mujeres estarían siempre a sus pies.
Pero a pesar de todo eso, esta vez es diferente, de alguna forma su mirada estaba intimidándome. Puede ser porque siento algo por él o simplemente es algo en su mirada que me vuelve loca.
"son ambas"
El transcurso de la película iba avanzando, creo que estaba a punto de terminar.
Siempre creí que al ver esta película lloraría, pero no fue así. Supongo que es porque no le he prestado tanta atención como debería.
Es que el sueño estaba ganandome y los bostezos no paraban de salir. Solo quería apoyar mi cabeza en algo y dormir.
Mis ojos empezaron a cerrarse. Era casi de madrugada y no había dormido nada en todo él día.
–crei que te gustaría la película.
La voz de Matt me sobresaltó abriendo mis ojos.
–perdoname, es que estoy muy cansada –dije con mi voz adormilada.
Matt sonrió de lado. Mis ojos volvieron a cerrarse y apoye mi cabeza en su hombro.
–no te preocupes –murmuró. Dejo un beso en mi cabello y suspiró –, sera en otra ocasión.
Mi mente se empezó a desconectar de mi cuerpo y me acomodé mas cerca de él sintiendo su calor. Esta vez apoye mi cabeza en su pecho.
Lo último que escuché fueron las gotas de lluvia sobre él techo y un gran suspiro de parte de Matt.