Tauriel, Hija del Bosque

Galing kay emivelez29

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Adoptada por el Gran Rey de los Elfos del Bosque. Siempre quiso saber quiénes fueron sus progenitores. Perdi... Higit pa

Mi infancia
Y pasó el tiempo...
¡Por fin!
¿Le gusto?
No es posible
¿A quién le pertenece?
El embriagador azul de sus ojos
Parece que alguien está celosa
Pero ella es mi guardiana
Donde nadie podrá quitármelo
Mi noche...
La corte
Un pequeño tropiezo
Mi corazón tiene dueño
Perdí mi oportunidad
Me dejaré llevar
La elfa pelirroja
Una importante decisión
Una esperanza resurge
Inusual despedida
La compañía
Noche estrellada
¡Te equivocas!
No le des esperanza
Mereth Nuin Giliath
Barriles de contrabando
Tras él
Vuelve
Vaya vista
Lo voy a salvar
La desolación de Smaug
Vaya vista II
ÂMRALIMÊ
Desterrada
Profunda tristeza
La Batalla de los Cinco Ejércitos
Adiós
De vuelta a casa
"Calurosa" bienvenida
Un nuevo amigo
Sobornados
Te encontré
Buscando respuestas
Descansos problemáticos
La guerra del anillo
¿Hacia dónde?
Una bomba contra el tiempo
No hay dos como yo
Mi último aliento
Rivendel
A la luz de las estrellas
Recordando viejos tiempos
Una noche memorable
Mirkwood
Celos
Encuentros otoñales
Cuarenta y ocho horas
A solo un día
Te amaré por la eternidad
Entre el bosque y las estrellas
Cariños en la bañera
Vas a estar bien, mi vida... ¡sorpresa!
Eres mía
Más allá del oeste
Emergencias nocturnas
La noche más larga
Itarille y Samir
Hasta las últimas consecuencias
La estrella vuelve a brillar
Adiós a la corona
Namárië
Hogar
Promesas
El llamado del mar
Utúlien aurë!

Cartas

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Galing kay emivelez29

Thranduil se apresuró en abrir la carta de su hijo; sea lo que fuera que Lord Elrond tuviera que comunicarle podía esperar.

Querido padre:

Recibe un fuerte abrazo de mi parte, deseo que te encuentres bien. Lamento haber tardado tanto en comunicarme contigo pero por fin encontré un lugar en donde pasar los siguientes días. He encontrado al señor Trancos. Estoy viviendo con él así que no te preocupes por mi seguridad él y yo hacemos una buena dupla. Espero que Tauriel esté bien y que la estés tratando como ella se lo merece... como una princesa.
Recuerda que lo que le hagas a ella es como si me lo hicieras a mí, si su corazón está triste y afligido el mío lo estará el doble. Sino quieres lastimar a tu hijo por favor no lastimes a Tauriel.
Sabes que volveré pero únicamente por ella así que si vuelvo y ella no está ten por seguro que me iré pero esta vez para siempre.
No, no te enojes con ella... ella no tiene la culpa de haberse robado mi corazón porque sí padre, me enamoré profundamente de ella y lucharé hasta el final por su amor.
Tú más que nadie sabes lo que es amar con intensidad a alguien así que espero que comprendas todos estos sentimientos que ella me causa.
Si deseas responder a mi carta puedes enviar tu mensaje con el hombre que te ha llevado la carta pues no revelaré el lugar en donde me encuentro.

Nos veremos pronto, con cariño:
Legolas.

El rey arrugó la hoja entre sus manos con rabia. ¿Ni la distancia ni la mentira que inventó sobre Kili y Tauriel podía hacerlo olvidar a la silvana? <<Ni en una entera edad permitiría tal amorío>> se dijo para sí mismo.

Ya se encargaría de arreglar aquel asunto, ahora se dispuso a abrir la carta de Lord Elrond. Creyó que el medio-elfo le escribía para retomar los planes de la boda de su hija Arwen con Legolas por lo cual se alegró.

Mi estimado Thranduil:

Recibe un cordial saludo de parte del Rey de Rivendel.
Espero que las cosas en tu Reino marchen en total orden, paz y prosperidad.
Si así es, me alegro mucho pero me temo que la tranquilidad de la que estamos gozando sea efímera. El mal se agita en Mordor, han llegado informes de que los ejércitos de orcos se están multiplicando nuevamente, el enemigo ha despertado.
No sabemos con exactitud qué es lo que planea Sauron pero sea lo que sea no es nada bueno ni alentador. Debemos unir fuerzas mi querido amigo. En los próximos días se llevará a cabo un concilio con sede aquí en Rivendel, espero puedas asistir para armar una estrategia en contra del Señor Oscuro.
Te haré saber la fecha dentro de poco, espero contar con la presencia del rey de Mirkwood.

Lord Elrond.

La noticia no era en absoluto grata, un enemigo como Sauron no es como para tomárselo a la ligera. La intranquilidad comenzó a apoderarse de él pero debía ser firme y no ceder ante su miedo.

*

-¿De qué te ríes? Te encerraron por ladrona -Dijo Namrod con severidad.

Odys lo miró con una sonrisa coqueta lo que desconcertó por completo al elfo. -Ay Namrod... sí supieras las cosas que me estoy imaginando en este momento.

-¿Qué cosas? -logró captar su atención.

-No sé, yo... me preguntaba si tú -comenzó a tocarse las piernas seductoramente- querrías venir a hacerme compañía aquí en la celda -arqueó una ceja.

-Estás loca, definitivamente.

-Quizá esté loca pero de deseo.

-Ya me voy de aquí, tengo que hacer guardia en otro lugar.

-¡Espera! -Odys sacó su mano por una de las rejas de la celda y tomó a Namrod por el brazo- por favor, nadie se va a enterar.

-Es que... no puedo.

-¿No puedes o... no quieres? -La mano de la elfa comenzó a recorrer el pecho de Namrod- Ven, vamos a divertirnos un poco.

El elfo cegado por la calentura que Odys le había provocado sacó las llaves, abrió la celda de la elfa y se metió junto con ella.

-Odys no sé si esto sea correc...

-Ssshh -la elfa colocó su dedo en la boca de Namrod para impedir que siguiera hablando- Sólo Déjate llevar.

Ella se abalanzó contra sus labios y el correspondió con intensidad el beso. Dentro de unos pocos minutos ambos estaban completamente desnudos y habían pasado a otro plano del contacto físico.

Pero nada bueno saldría de esta aventura de la cual Namrod se arrepentiría después.

*

-¿A dónde vas? -Preguntó al ver como Aragorn arreglaba un pequeño e improvisado bolso.

-A Rivendel.

-¡Estupendo! Voy contigo.

-Lo siento amiguito me temo que esta vez no.

-¿Pero por qué?

-He recibido una invitación exclusiva a una reunión de suma importancia, si vas conmigo creo que esa "confidencialidad" se arruinaría.

-Pero...

-Debes volver a tu hogar.

-¡No! ¡Aún no es el momento!

-Pues yo creo que sí. No es seguro que te quedes solo así que vamos debes regresar a Mirkwood.

-De ninguna manera - Legolas se volvió a recostar en la cama.

-Ya es hora de que regreses por ella.

-No estoy preparado todavía.

-No seas cobarde.

-¿Me llamaste cobarde otra vez? -se levantó de un brinco.

-Sí. CO-BAR-DE

-Pues bien iré. ¡Iré, iré, iré, iré, iré! Regresaré a Mirkwood -respondió de mal humor.

-Ya verás que será lo mejor.

El corazón de Legolas era una mezcla de emociones. ¿Se imaginan a un hermoso príncipe elfo sintiendo mariposas en el estómago por volver a ver al amor de su vida?

*

Había pasado un mes y medio desde que Legolas había partido de su hogar sin rumbo fijo.

En el Reino del Bosque, Thranduil se había compadecido de la futura madre y le había dejado salir de las mazmorras. Odys decidió salir a "dar un paseo por el Bosque".

-¡Mi amor! -la tomó de sorpresa por la espalda y besó su cuello.

-Mmm aquí estás.

-Te he extrañado bastante -la besó.

-Y yo a ti.

-Y dime, ¿cómo está nuestro bebé? -Preguntó mientras le tocaba el vientre.

-¡¡Sshh!! ¡Cállate Xavier! No vuelvas a decir eso aquí -Dijo muy bajito- si mi padre se entera de que este bebé es tuyo te matará con sus propias manos.

-Tranquila nadie nos escuchó -trató de calmarla.

-De todas formas debes ser prudente, además si alguien se entera nuestro plan se viene abajo.

-Bueno y dime, ¿lograste hacerlo?

-Sí hace como una semana.

-¿Y con quién?

-Un guardia, su nombre es Namrod.

-Maldito elfo. ¿No te tocó más de lo necesario verdad?

-Sólo lo suficiente para decirle que estoy esperando un hijo de él.
-Perfecto. Es que no soporto la idea de que alguien más te toque ni te bese.

-Descuida, pronto nos iremos con la fortuna de ese imbécil lejos de aquí.

-Ya no puedo esperar mi bomboncito.

-Ni yo, ahora debes irte pueden vernos.

-Volveré pronto para ver como sigues -la besó por última vez- Adiós.

*

TAURIEL POV

Han sido unos largos meses en su ausencia. Dos meses desde que se fue sin despedirse de mí. No he sabido nada de él en todo este tiempo ¿y si se volvió a enamorar? ¿Y si ya me olvidó?.

Mi corazón se quebraba un poco más cada día al saber que no estaba para mirarme con esos ojos que lograban desarmarme en milésimas de segundo.

Extraño todo, absolutamente todo de él y he sido tan tonta en no poder decirle todo lo que me hacía sentir. Ahora, ahora es demasiado tarde... se fue y me dejó con un profundo vacío en el corazón el cual todavía se aferra a la esperanza de que volverá.

Sólo ahora que no está me di cuenta de que jamás debí hacerle caso a su padre, porque quiero decir, ¿no se alegraría él porque su hijo se sienta feliz? ¿no haría el rey todo lo que esté en sus manos por ver sonreír a su pequeña hojita? Lamentablemente parece que para el rey la felicidad de su hijo no está a mi lado sino al lado de una elfa de alta casta.

Siento como si dentro de mi se llevara a cabo una gran tormenta llena de lluvia que cae y cae sin cesar sin esperanzas de ver salir el sol. Así de triste me he sentido desde que se fue o quizá así de triste me he sentido desde que sé que no eres para mi... Legolas.

-Buenos días a todos -Lorian llegó a la armería interrumpiendo mis melancólicos pensamientos, era hora de empezar con el entrenamiento.

Me levanté de la roca en la que estaba sentada y caminé hacia la formación. Lorian explicó cuáles serían los ejercicios que realizariamos hoy, se trataba de combate cuerpo a cuerpo.

Armó las parejas para practicar y me tocó con Belarús, un elfo con cabello café oscuro. Era atractivo y uno de los mejores de la guardia.

Al principio sólo sería para practicar, luego cada pareja exhibiría una lucha armada previamente en frente de Lorian.

Belarús se situó en frente mío, era la primera vez que tenía algún contacto con él.

-Muy bien Tauriel, empecemos.

-Por supuesto, ¿qué hacemos prime... -en un abrir y cerrar de ojos ya se había lanzado a mi ataque. Lanzó un puño que logré esquivar con suerte.

-Menos palabras y más acción señorita -Dijo mientras regresaba a su posición inicial.

Así que quieres jugar conmigo ¿eh? Pues vamos a ver quien juega mejor.

Caminamos en círculos sin quitarnos la vista de encima. En un hábil movimiento se acercó y pateó contra mi costado pero logré bloquear su ataque con mi brazo, me di media vuelta y quise pegarle en el pecho pero me tomó y me hizo una especie de llave. Sentí un dolor y el me soltó.

Lo miré duramente y el me devolvió una sonrisa, no me podía quejar, estábamos entrenando. Muy bien es hora de que sepa quien soy yo.

Tomé aire y decidí iniciar el ataque... mi objetivo era pegar en su abdomen. Bloqueé sus golpes, alzó una de sus piernas para golpearme me agaché escabulléndome de su golpe tomé impulso y clavé mi puño en el lugar que quería. El cayó de rodillas, al parecer el golpe fue muy duro.

Victoriosa por aquel logro retrocedí y disfruté mucho la expresión de dolor que se dibujaba en su rostro. Me miró y sólo sonrió maliciosamente.

-Eres buena -espetó.

-Lo soy -respondí con gracia.

Los siguientes minutos pasaron así, de golpe en golpe de mi parte y de su parte.

-Es suficiente, todos deténganse -Ordenó Lorian- empecemos con las exhibiciones. Yo escogeré a quienes pasarán para demostrar su lucha.

Belarús y yo nos sentamos esperando a que nos llamaran.

-Está prohibido que me ganes -Belarús se veía muy serio.

-¿Disculpa?

-Ya hablé ¿acaso estás sorda?

Lo miré con el ceño fruncido y él a mí -¿Temes que una elfa te gane?

-No seas ridícula, ni en tus mayores sueños podrías conmigo.

-Ya lo veremos -en serio, este elfito arrogante se las verá conmigo.

-¡Tauriel y Belarús! Ustedes siguen adelante -expresó Lorian.

A la señal de él, empezamos el combate. Ambos lanzábamos golpes que eran esquivados. Rara vez podía golpearlo o golpearme.

Debía armar una estrategia para vencerlo así que me puse a analizar sus punto débiles. Me acerqué rápidamente y estuve a punto de atacarlo pero sin que yo quisiera, las palabras de Thranduil vinieron a mi mente.

<<Más te vale que busques a alguien antes de que mi hijo vuelva porque no voy a permitir que esté contigo>> me perdí en mis pensamientos y entonces lo sentí, sentí como Belarús se aprovechó de mi distracción para con su pierna hacerme caer al suelo quedándome inmóvil.

-Juego terminado -me dijo acercando su cara a la mía.

Las ganas de llorar me invadieron pero me las aguanté. Había quedado totalmente en ridículo... fabuloso.

-Tauriel -me llamó Lorian- ¿Qué ocurrió? Ibas muy bien.

-Lo siento capitán, me distraje.

-¿Una capitana de la guardia distraída? Eso te puede costar la vida en un combate real.

-Lo lamento, no volverá a pasar.

-Eso espero -y se fue dejándonos a Belarús y a mí solos.

-¿La ayudo señorita? -Preguntó él con tono de burla extendiéndome su mano para que me pusiera de pie.

-Vete a Mordor Belarús -contesté irritada mientras me levantaba yo sola.

-Te dije que no podrías conmigo. Eres débil.

-¿Eso crees? -me acerqué a él- Sí que soy débil -sin que él se lo esperara recargué todas mis fuerzas en mi puño y lo golpeé lo más duro que pude en su abdomen.

El cayó de rodillas frente a mí, todas las miradas se fijaron en nosotros. Los demás elfos empezaban a reírse por la cara de dolor de Belarús.

-Lo de hoy fue suerte, no te confíes... puedo ser mortal si lo deseo.

Belarús se retorcía en el piso y parecía que le faltaba el aire.

-¿Está todo bien? -inquirió Lorian.

-Sí, sólo estábamos jugando antes de terminar con el entrenamiento -respondí divertida.

*

-Mi señor Thranduil -Feren entró a toda prisa en el despacho del rey.

-¿Pero qué te pasa Feren?

Feren tomó aire y por fin pudo hablar -Su hijo mi señor -el rey abrió los ojos- su hijo ha llegado.

-¿Qué dices? ¿No me estás engañando?

-No mi señor, está en el salón principal ¿lo hago pasar o qué?

Thranduil estaba desconcertado, no lograba ordenar sus ideas y su mente trabajaba rápidamente.

-Hazlo pasar de inmediato, mientras menos elfos lo vean mejor, encargate de que Tauriel no se entere y también encargate de que mi hijo y ella estén lo más lejos posible.

-Sí señor.



*

Hola a todas mis preciosas lectoras ♥ aquí otro capítulo! Esa Odys no tiene límites ¿verdad? Tendrá su merecido muy pronto... sólo por aclarar, Xavier es el mismo que acosó a Tauriel en el lago...
Legolas llegó!!!!! ¿Se verán el y Tauriel? El próximo capítulo lo sabrán
Adiós besos y se cuidan ♥

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