Tauriel, Hija del Bosque

ÂMRALIMÊ

TAURIEL POV

-Tauriel, ¿en dónde te habías metido? Nos asustamos mucho. - Me cuestionó la pequeña Tilda.

- Fui a darme un baño, no muy lejos de aquí Tilda. - Le respondí mientras acariciaba sus cabellos.

-¿Ahora ya podemos ir a buscar mi papá y a Bain? - Preguntó Zigrith.

- Claro. - contesté. -Pero antes debemos comer algo.

-¿Qué podemos comer? Smaug ha destruido todo. -Exclamó Bofur.
-Conozco una plantación de arándanos y fresas a unos minutos dentro del bosque. -Afirmó Zigrith. - Puedo guiarlos hasta allá si quieren.

- Por supuesto, vamos Fili. - respondió el enano.

- Yo los sigo, adelante.

Y así se adentraron en el bosque Fili, Bofur y Zigrith. Dori decidió quedarse junto con nosotros: Kili, Tilda y yo.

-Si me permiten, voy a seguir durmiendo... me avisan cuando llegue la comida. - manifestó Dori volviéndose a acostar.

Qué incómodo. Kili estaba sentado al frente mío y Tilda a mi lado.

-Tauriel, ¿alguna vez te has enamorado? - Preguntó la pequeña, haciéndome quedar en blanco ante tal pregunta.

¿Qué le digo? Si le cuento que estoy enamorada de Legolas de seguro Kili se sentirá mal y yo no quiero eso. Pero si digo que no estaría negando mis sentimientos hacia mi príncipe. Me miré los dedos, ya estaba sudando. Maldición. ¿ Qué le digo?

-¿A... qué se debe... em... tu pregunta? - inquirí muy nerviosa.

- Sólo curiosidad, eres una elfa muy hermosa y pensé en que quizá alguien ya se ha ganado tu corazón.

Así es... mi príncipe Legolas.

- Bueno yo... - seguí pensando en qué responder.

- ¿ Qué hay de ti Kili? ¿Ya te has enamorado? - Gracias a Eru... ahora la atención gira en torno a la respuesta que dará él. No se por qué pero siento un cosquilleo en mi estómago mientras espero oír su respuesta.

Kili me miró y sonrió. Su sonrisa provocó que me sonrojara.

- Ya lo creo -Le respondió a la pequeña mientras él todavía sostenía su mirada en mí. Me guiñó el ojo y con eso bajé mi rostro en dirección al suelo. ¿Qué ha sido eso?

-¿Y de quién? - Continuó curioseando Tilda.

- Es una criatura extremadamente bella... la más hermosa que mis ojos jamás hallan visto.

- ¿ Y cómo es?

- Ella, bueno ella tiene la piel de color igual de resplandeciente que las joyas y más suave que el terciopelo.

- ¿Es una enana?

Kili soltó una risita divertida.

-No, no es una enana.

- Ah. - Dijo decepcionada. - Bueno sigue describiéndola.

-Bueno, sus ojos son verde esmeralda. Cuando los miras... - Kili me dirigió una mirada dulce, eso hizo que sintiera calor dentro de mí. Esto se está volviendo muy incómodo. -Es como si estuvieras mirando dentro de un profundo bosque.