"Calurosa" bienvenida

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TAURIEL POV

Estaba justo en frente del puente que cruzaba el Lago Largo y conectaba el Bosque con el palacio. Los nervios me carcomían el alma. Lo atravesé y vi en la puerta un rostro familiar, era Namrod.

-¡Namrod! -Lo abracé brevemente e incliné mi cabeza en señal de saludo a los demás guardias.

-¡Tauriel! Qué bueno que has vuelto, creí que no volvería a verte.
-Yo tampoco creí que volvería pero aquí estoy -honestamente no quería volver pero, ¿adónde más podía ir?

-¿Y... cómo estás? Ya sabes, me refiero a... el príncipe.

-Pues -no es posible que apenas llegue me recuerden que él se ha ido- aun no asimilo su partida -el nudo en la garganta volvió a aparecer -¿sabes acaso hacia dónde fue?

-Lamento decirte que no; desde que llegó, el rey no ha dado detalles sobre su hijo, se ha encerrado en su despacho y anda más amargado que antes, te aconsejaría que no lo hagas enojar, pierde la paciencia con facilidad.

-Gracias por el consejo, iré a descansar un poco -avancé unos pasos pero Namrod me llamó de nuevo.

-Lo estaba olvidando, el rey solicitó que te informe que apenas llegaras te presentaras ante él -no puede ser.

-¿Sabes para qué se requiere mi presencia?

-No, pero es mejor que te des prisa. De seguro ya sabe que estás aquí y es mejor que no te retrases, tiene ojos por todos lados.

-¿Qué quieres decir? -fruncí el ceño un tanto confundida por aquella aseveración.

-Poco antes de que el rey partiera en busca de ustedes, nos dimos cuenta que se enteraba de las cosas mucho antes de que nosotros se lo informaramos. Fue difícil descubrir cómo es que llegaban a sus oídos los problemas y noticias que surgían, le preguntamos a Feren pero él no tenía nada que ver en el asunto, es más dijo que el rey se comporta de maneras extrañas últimamente. Hasta que hace poco, nos enteramos de que Odys es quien le cuenta todo, absolutamente todo al rey.

-¿Quién es Odys? -en mi mente pasaron varios rostros buscando al de dicho nombre.

-Odys es la hija de uno de los guardianes del sur, podría decirse que es parte de la nobleza, tiene aires de elfa engreída. No sabemos a qué se debe tal acercamiento con el rey, dudo mucho que tenga que ver con lujuria, es más bien una oportunidad de sentirse importante, tomándose atributos de princesa. Ahora que Legolas se fue, no dudo que ella quiera ocupar su lugar.

-Pues esa elfa está loca, no creo que el rey permita tal atrocidad y si lo hace, es porque ha perdido sus cabales. Bueno es mejor que vaya, nos vemos luego.

Me interné en el palacio buscando el maldito despacho de Thranduil. Todos me miraban como diciendo <<por tu culpa se fue el príncipe estúpida>>. No dejé que las malas miradas me afectaran por eso seguí mi camino a toda prisa. Después de subir y subir escaleras encontré el pasillo que se dirige al despacho del rey.

Cuando estaba a punto de tocar a puerta, la manilla se abrió y de la habitación salió una elfa de cabello castaño, más alta que yo, ojos azules, blanca como la nieve. Llevaba un vestido verde agua que la hacía ver hermosa.

-¿Está el rey? -Pregunté de lo más amable posible señalando el interior del despacho.

-Averigualo tú misma -giró sus ojos y pasó empujándome con el hombro.

Tauriel, Hija del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora