Parece que alguien está celosa

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De acuerdo, quizás no estuvo bien la manera en la que le respondí, pero no podía decirle que estaba llorando porque se va a casar y no es conmigo. Tampoco tengo el valor para mentirle, así que es mejor que no sepa.

-Tengas todos buenos días, acérquense por favor tengo un anuncio importante que darles.-expresó Lorian, el jefe de la guardia- esta mañana no tendremos entrenamiento. Por decreto del rey tenemos la mañana libre para descansar pues quiere que esta noche todos los elfos del Reino del Bosque estén presentes en la fiesta de compromiso de nuestro príncipe Legolas y la princesa Arwen.

Los allí presentes estallaron en aplausos y silbidos. ¿Este día no puede ser peor?. Miré rápidamente a Legolas y, a ser verdad, no se veía emocionado, mucho menos feliz. Cuando pude darme cuenta, sus ojos estaban sobre los míos y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo así que simplemente bajé la mirada.

Todos felicitaban a Legolas y yo no podía ser la excepción.

-Felicidades mi señor -no se me ocurrió decir más.-

-Gracias Tauriel.

Di media vuelta con la intención de ir al comedor. No había desayunado y mi estómago hacia unos ruidos aterradores. Comí dos manzanas y zumo de naranja con unas tortas de maíz. Estaban realmente buenas y me habían quitado el hambre. Salí del comedor con rumbo a mi habitación y entonces me fijé que Legolas venía detrás de mí. Aceleré el paso pero finalmente me alcanzó y se colocó en frente mío.

-Tauriel, ¿es que acaso te he hecho algo como para que no me quieras hablar? ¿es porque no pudimos ir al bosque ayer?

-No mi señor no es por eso.

-¿Entonces? Y no me digas señor -tomó mi mano- solo dime Legolas.

Su cálida mano me quemaba.

-Es solo que...

-Legolas.

Solté su mano de inmediato. Rayos, ¿por qué siempre tienen que interrumpirnos?. Me di vuelta y ahí estaba Arwen observandome expectante, con intriga.

-Arwen ella es Tauriel, miembro de la guardia. Tauriel, ella es Arwen hija de Elrond, rey de Rivendell.

Me incliné con respeto. Ella sólo me miraba con cierto grado de desprecio.

-Mucho gusto mi lady -dije casi sin ganas.

-Legolas nuestros padres quieren que vayamos para almorzar. -dijo ella ignorando por completo mi saludo. ¿Qué modales son esos? Parece que alguien está celosa.-

-Con permiso mi señor, con permiso princesa Arwen. -y seguí mi rumbo dejando atrás a la fastidiosa princesita y a mi amado Legolas.

Tauriel, Hija del BosqueWhere stories live. Discover now