One and Only

By nathalie-ag

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Traducción del fan fiction "One and Only". Todos los derechos a Hanna, su autora. La historia en su idioma or... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capitulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 44 (Final)
Epílogo

Capítulo 43

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By nathalie-ag

Lauren's POV

Había sido una semana completamente estresante para mí.

Después de anunciarle a toda la oficina el Lunes que Camila y yo nos íbamos a casar, la mayoría de nuestros compañeros se habían repuesto del shock inicial. La mayoría.

Ni siquiera podía contar la cantidad de veces en las que Adriana o Rachel se habían acercado a mí con sus imparables esfuerzos por pretender que yo no me iba a casar con alguien. Me había acostumbrado a sus coqueteos continuos en todo el tiempo que llevaba conociéndolas, pero ahora me parecía excesivo. Ashley, la temporal, ni siquiera me dirigía la palabra, pero cada vez que estábamos en la misma habitación, podía sentir sus ojos fijos en mí.

Pero nada de esto era tan malo como la actitud de Mark. Sus constantes intentos por persuadirme para que rompiera con el compromiso eran molestos. Así que el hecho de que ahora él era el co-coordinador junto conmigo, demostró ser una desventaja para mi salud mental. Si llego a escucharlo hablar una vez más acerca de como estoy cometiendo el "error más grande de mi vida", juro que voy a explotar.

Encima de todo, había vuelto a trabajar hasta altas horas de la noche. Richard me había asignado para estar a cargo de un nuevo proyecto, lo cual significaba que el verbo dormir ya no era parte de mi vida. A duras penas he visto o hablado con Camila en toda la semana a causa de eso. Vivimos juntas y en el único instante en el que podía mantener una conversación con ella por más de cinco minutos era vía mensaje de texto, solamente cuando tenía algo de tiempo en medio de una y otra reunión.

Así que cuando puse un pie en mi apartamento, debería haber estado más que feliz de que hoy fuera Viernes, pero sabía que de cualquier forma tendría que pasar el fin de semana trabajando en lo que fuera que Richard me asignara.

Cuando coloqué mi bolso en el piso y me quité los tacones, noté que había un post-it sobre el mostrador: "Hola. Si estás buscando comida, tu cena está en el horno (no te preocupes- no es otro guisado). Si estás buscando a tu muy genial prometida, probablemente estaré durmiendo en nuestra cama. Bienvenida a casa. Te amo."

Sonreí al ver el pequeño corazón que estaba dibujado al final de la nota, la dejé en donde estaba y saque mi plato del horno. Me senté en la mesa para poder comer, deseando que ella estuviera sentada frente a mí. Hubiera dado cualquier cosa por escuchar su voz decir algo más que "Que tengas un buen día en el trabajo", pero sabía que al menos una de nosotros necesitaba tener un descanso apropiado, especialmente la que estaba planeando la boda.

Suspiré, exhausta después de un agitado día. Amaba mi trabajo, pero sentía que se estaba volviendo demasiado últimamente. No sabía lo duro que sería tratar de balancear una carrera y una relación sentimental al mismo tiempo. Parecía que al querer pasar tiempo con Camila, mi desempeño en el trabajo iba a sufrir... pero si quería trabajar, no había tiempo para pasar con ella. Definitivamente, no había ninguna posibilidad de un gana-gana para mí en esta situación.

Me preguntaba si esto siempre sería así- si siempre tendría esta cantidad de trabajo. Recuerdo que Richard me prometió que después de que Mark y yo arregláramos el problema en Portland, nuestra carga de trabajo disminuiría considerablemente... y eso definitivamente aún no sucedía.

Encogí mis hombros. Con la cantidad de dinero que estaba ganando, debería estar trabajando en este volumen. Nadie de mi edad tendría un salario de este tipo solo por trabajar cuarenta horas a la semana. Así que quizás tenía que hacer algunos sacrificios temporales- como ver a Camila por menos de dos horas diarias.

Con mis pensamientos sobre ella en mi cabeza, terminé mi comida y me dirigí a la habitación después de lavar los platos.

Noté que Camila había dejado una pequeña lámpara encendida para que yo pudiera ver por dónde caminaba, silenciosamente le agradecí mientras me quitaba mi traje, quedándome solo con mi ropa interior y dirigiéndome al baño para terminar de alistarme para dormir.

Después de remover mi maquillaje y lavar mis dientes, caminé de nuevo hacia la habitación y tomé mi teléfono para poder responder a unos e-mails de último minuto.

"Qué estás haciendo?" escuché, al levantar la mirada pude ver los ojos de Camila sobre mí. Contuve una sonrisa al ver lo adormilada que parecía.

"Acabo de llegar a casa. Qué estás haciendo tú?" Pregunté divertida.

La morena sonrió, abriendo sus brazos en dirección a mí, "Esperando a que te una a mí."

Reí al escuchar su respuesta, dejé mi teléfono en la mesa de noche y me subí a la cama, sus brazos de inmediato me rodearon.

"Hueles muy bien" susurró la menor.

Una risa escapó de mis labios mientras acomodé mi cabeza en la curva de su cuello.

Nos quedamos en silencio, la sensación de su mano acariciando mi brazo es algo que jamás olvidaré, y en ese instante me sentí feliz de tenerla lo suficientemente cerca para escuchar el sonido de su calmada respiración.

"Lauren?" Dijo Camila después de un rato.

"Hmm?" Respondí, mis ojos cerrados en satisfacción.

"Te casarías conmigo?"

Levanté mi cabeza, mi frente se arrugó en confusión. "Qué?"

"Tú..." Su mano sostenía un anillo, mi mandíbula cayó al verlo. "Te casarías conmigo?"

"Por Dios!"  lancé un grito ahogado mientras me sentaba. "Eso es para mí?" Camila rió ante mi reacción, el sonido hizo que saliera del shock y mis ojos encontraran los suyos. "Claro que sí me caso contigo!" sonreí, besándola brevemente antes de que ella colocara la joya en mi dedo.

Mi prometida se sentó, "Sé que no es tan lujoso como el que tú me diste, pero-"

"Cállate," Dije, sosteniendo mi mano izquierda a nivel de mis ojos mientras lo observaba fijamente. "Me encanta, nunca me lo voy a quitar."

Ella colocó su mano al lado de la mía, descansando su cabeza en mi hombro. "Por siempre, es un periodo de tiempo muy largo."

"No lo suficiente."

-

Fue después de las cinco de la madrugada que el sonido del timbre de mi celular me despertó. Hice una mueca antes de forzarme a salir de la cama para contestar, y apreté mi mandíbula al ver quien me estaba llamando. "Mark, te juro por Dios que si estás borracho, no voy a ir a-"

"Por qué no llenaste el reporte Lauren?"

Hice una pausa. "De qué estás hablando? Por qué estás despierto?"

"No podía dormir." Su voz tenía algo de pánico. "Estoy sentado frente a mi computadora, viendo todo lo que el señor Clarke quiere que hagamos, y dice que no podemos continuar con el proyecto sin llenar un reporte obligatorio."

"Mark," Bufé. "Qué reporte?"

"Espera, te lo voy a re-enviar." Esperé un momento antes de que él dijera. "Listo."

Observé mi teléfono, mis ojos escaneando el documento antes de devolver el dispositivo a mi oreja. "Bueno, esto es simplemente genial." Dije, mi afirmación bañada en sarcasmo. "Déjame añadir eso a la lista de cosas que tengo que completar este fin de semana."

Escuché a Camila estirarse en la cama a mi espalda y giré brevemente, viéndola frotar sus ojos antes de que su expresión mostrara preocupación.

"Sobre qué se supone que es esto?" Le pregunté a Mark.

El comenzó a explicarme de qué se trataba cuando la morena interrumpió. "Está todo en orden?"

Hice un gesto para que hiciera silencio, mi irritabilidad llevándose lo mejor de mi. "No puedo creer que no recordara esto" Le dije a mi compañero de trabajo. "Richard me va a matar si se da cuenta que eso no está terminado."

"Mira, iré a tu apartamento hoy para ayudarte."

Suspirando, asentí. "Okay. Bueno, comenzaré a trabajar en eso lo más pronto posible y te pondré al tanto cuando llegues."

El hombre mayor me habló por un par de segundos más antes de colgar, dejándome para que me reprendiera internamente por lo irresponsable que estaba siendo con este proyecto.

Dejé salir un gruñido de frustración antes de dirigirme hacia el baño, me quité el brasier y abrí la ducha para que el agua adquiriera la temperatura deseada.

Hoy iba a ser un largo día.

"Estás bien?" preguntó Camila, de pie en la puerta.

Rodé mis ojos mientras salía de mis panties. "Te parece que estoy bien Camila?" sacudí mi cabeza, "Tengo que hacer un estúpido reporte para el lunes, además de todo el otro trabajo que ya tenía para este fin de semana."

"Lamento escuchar eso" Dijo la menor, acercándose un poco a mí. "Quieres que me una a tu ducha?"

"En realidad no tengo tiempo."

Ella asintió, retrocediendo un poco mientras yo entré a la ducha, tratando de contener el grito que tenía acumulado en la garganta.

No estaba acostumbrada a esto. No estaba acostumbrada a estar enojada. Pero con todo lo que había sucedido en el transcurso de la semana- la cantidad de trabajo, los comentarios innecesarios sobre mi compromiso, la pelea en el baño del restaurante, el poco tiempo que había visto a Camila... todo se estaba convirtiendo en algo demasiado intenso para soportar. Cuanto más se suponía que iba a aguantar antes de explotar?"

Deseé que el agua ayudara a calmar mis nervios, pero había pasado todo el tiempo repasando cada una de las cosas que me estaba estresando, dejándome solamente con una sensación más prominente de estar al borde.

Me coloqué una camiseta y unos jeans antes de decidir que era hora de comenzar el día, refunfuñando al entrar a mi estudio.

Decir que estaba de mal humor era una afirmación demasiado corta- ya había sobrepasado ese punto. Trabajé tan duro toda la semana para asegurarme de que por lo menos podría compartir algo de tiempo con Camila hoy y mañana, y aún así no había sido suficiente. Era exasperante tener que probar mi paciencia una y otra vez.

No supe cuanto tiempo pasó antes de Camila entrara a mi estudio, mi atención desviándose hacia ella.

"Um," Parecía algo disgustada. "tienes una visita."

Un segundo después, Mark pasó por su lado, sus ojos abiertos de par en par como muestra de ansiedad. "Hasta donde lograste llegar?"

"Estás bromeando? No tengo idea de lo que tengo que hacer!"

El gruñó, empujándome hacia un lado, "Muévete."

Cuando me levanté de mi asiento, desvié mi mirada hacia Camila, "Podrías traerme una silla?"

Ella no respondió, una mueca presente en su rostro al salir de la habitación, y escuché a Mark reír.

"No puedo creer que no le hayas dicho que yo venía," afirmó.

Fruncí mis cejas mientras lo observé, "Por qué? No es nada del otro mundo."

"Bueno, tu novia básicamente me odia, así que... la expresión en su rostro al abrir la puerta fue algo así como lo mejor del mundo."

Rodé mis ojos, "Podemos simplemente terminar con esto? En realidad no planeo que me despidan el Lunes por culpa de esto."

"Está bien," Asintió, su concentración regresando a temas laborales.

Camila entró a la habitación nuevamente después de un momento y colocó la silla en el piso. Le agradecí rápidamente antes de acercarla a Mark para sentarme a su lado, nuestros ojos pegados a la pantalla del computador.

"Mmm... que tanto crees que te demores en esto?" Preguntó la Cubana.

"No te preocupes princesa," Interrumpió Mark. "Me iré antes del medio día."

"Por qué?" Le pregunté a mi prometida.

"Bueno, esperaba que pudiéramos concretar algunas cosas de la boda aprovechando el fin de semana."

"No puedes llamar a Sinu?" Pregunté, demasiado abrumada para pensar en eso.

"Bueno... sí, pero-"

Mark interrumpió, "Hey, aún tienes los documentos de la reunión del Miércoles, no es así?"

Asentí, agachándome para abrir un cajón de mi escritorio. "Crees que esos puedan servirnos de algo para llenar el reporte?"

"Espero que sí" murmuró, rascando la parte trasera de su cuello de forma nerviosa. "Déjame echarles un vistazo" Le pasé los documentos antes de darme cuenta que Camila había salido de la habitación. "Qué es eso?"

"Qué? Encontraste algo que nos sirva?" Pregunté emocionada.

"No," Mark sacudió su cabeza, señalando mi mano. "Qué. Es. Eso?" Repitió.

"Un anillo de compromiso," Respondí. "Ya sabes, por aquello de que estoy comprometida."

"Tú no tenías ese anillo ayer."

"Bueno, es que Camila me lo dio anoche cuando llegué a casa." Hice una pausa antes de suspirar. "Adelante, sácalo todo."

"Aún no puedo creer que vayas a hacer esto. . Lauren Jauregui," Hizo la acotación. "Sabes lo difícil que es divorciarse después?"

"No planeo divorciarme." Respondí.

Mark observó con un gesto reprobatorio, "Nadie planea divorciarse, pero sucede todo el tiempo. Sabes por qué? Porque casarse es una muy mala idea." Esperé que continuara, deseando que su discurso acabara pronto. "Tu no la vas a querer por siempre. La quieres ahora, porque aún es joven y sexy y te entiende. Pero que pasará en unos años cuando te canses de tenerla alrededor? Que pasará cuando quieras a alguien nuevo?"

"Ya terminaste?" Pregunté.

El solo sonrió, devolviendo su mirada al monitor. "Solucionaré un error a la vez. Primero, el reporte. Después, tu compromiso."

Respira profundo Lauren, pensé para mis adentros. No explotes. Relájate.

Solamente necesitaba aguantar por el resto del día.

Podría hacer eso, no es así?

-

Habíamos estado trabajando por un par de horas cuando Mark observó su reloj y luego me miró con una disculpa en sus ojos.

"No," Dije. "No te irás de aquí."

"Ya es medio día."

"Me estás observando? Este es el rostro de alguien a quien no le importa que hora es. Ves esto?" Pregunté, haciendo una seña hacia mí misma. "Mira, puedes verlo?"

"Sí," rodó sus ojos. "Lo entiendo."

"Muy bien-"

"Pero no me puedo quedar."

Bufé, dándole la peor de las miradas, "No vamos ni en la mitad del trabajo Mark. Qué es eso tan importante por lo cual tienes que irte?"

El observó hacia la puerta, asegurándose de que Camila no estuviera cerca antes de susurrar, "Es uno de los pocos días en los que mi ex me dejará ver a mi hija. No puedo cancelar..."

Mi expresión se suavizó al escucharlo y me calmé, asintiendo comprensivamente. No podía quitarle el tiempo con su hija, sin importar lo mucho que necesitaba salir de esto. "Okay, sí. Claro que sí, puedes irte."

"Lo lamento" Afirmó frunciendo su ceño.

"No te preocupes, en serio. No hay problema."

"Puedo quedarme por un par de minutos más si quieres. A lo mejor puedo terminar un par de cosas más" Mi compañero de trabajo ofreció y yo accedí, desesperada.

Ambos levantamos la vista hacia la puerta cuando Camila entró. "Ya terminaste?" preguntó sonriendo.

"No," Respondí, tratando de no sonar fastidiada. "Sin embargo, Mark ya se va."

"Oh" la morena desvió su mirada hacia la tablet que llevaba en sus manos. "Estoy algo atascada con esto, no puedo decidir el tipo de comida que deberíamos servir."

Apoyé mi cabeza en mis manos, frotando mis sienes. "Qué?"

"Ya sabes, para la boda." Hizo la aclaración.

Sus ojos y los míos se encontraron, yo encogí mis hombros. "No sé, la que quieras."

"Quiero tu opinión." Sonrió.

"Bueno, pues no tengo ninguna." Respondí, irritada de que este pudiera ser el tema de conversación justo en estos momentos.

Mark interrumpió. "Te tengo la solución; que tal si no se casan? Así no tendrán que preocuparse por la comida y no cometerán el error de atarse legalmente la una a la otra."

"Que tal si tu no vienes a la boda? Así no tendré que preocuparme porque vayas a arruinar todo y no cometeré el error de tenerte en las fotos de mi boda" Camila respondió calmada, sus ojos aún fijos en la tablet antes de que levantara el rostro y le diera a Mark una sonrisa fingida.

"Aw, pero entonces ustedes me extrañarían. En especial Lauren. La historia comprueba que ella tiene una debilidad por el viejo Mark" sonrió arrogante.

"Si no vas a ayudarme a terminar esto, es mejor que te vayas Mark." Dije, sintiéndome más cerca del límite al recordar la presión del poco tiempo que tenía para terminar mi trabajo. "La boa es la última cosa de la que quiero escuchar en estos momentos."

Si Camila se ofendió al escuchar eso, lo disimuló muy bien, una expresión de deleite al observar a Mark levantarse de la silla. Tomé mi asiento original de vuelta, abrumada por la cantidad de archivos abiertos en mi escritorio.

Mark pasó por el lado de Camila en dirección a la puerta, la morena caminó hacia mí. "Qué piensas de las orquídeas?" sugirió, sentándose en mi regazo.

"Orquídeas?" Repetí, haciendo una mueca cuando ella se movió sobre mis piernas para ponerse cómoda.

Sus delicadas manos se deslizaron sobre la pantalla de la tablet para revelar una nueva imagen de flores, "que te parecen las hortensias?"

"De qué estás hablando?" Pregunté exasperada.

Sus ojos cafés me observaron, casi que riendo al ver mi comportamiento. "Para la boda."

"Camila, no lo sé!" Bufé, "A quién le importa?"

Ella se retiró un poco, ofendida. "A qué te refieres con 'a quién le importa' ?"

"Es solo una boda."

Su mandíbula cayó, "No es solo una boda. Es nuestra boda."

Coloqué mi mano en mi frente, tratando de calmarme. "Puede esto esperar hasta más tarde? Estoy algo ocupada."

Camila no me respondió, su expresión era dura cuando se levantó de mi regazo y se dirigió hacia la puerta. Me acerqué hacia el computador y traté de regresar a mi trabajo cuando ella giró nuevamente para enfrentarme. "Sabes qué?" Gritó. "Esto NO puede esperar hasta más tarde!" Mis cejas se levantaron en sorpresa y la observé caminar hasta quedar en frente mío, sólo mi escritorio nos separaba. "He estado esperando toda la semana para preguntarte sobre cosas de la boda y tú ni siquiera puedes darme una simple opinión? No puedo planear todo esto sola!"

Bufé, demasiado estresada para que alguien viniera a gritarme justo en estos momentos. "Este reporte tiene que estar sobre el escritorio de Richard el Lunes a primera hora. Entiendes eso? No tengo tiempo para sentarme y fingir que quiero escoger una paleta de colores contigo. Por qué no tomas tu teléfono y llamas a tu mamá para que te ayude? Tienes suerte de incluso tener esa opción."

"Oh, no vengas aquí a jugar la carta de la madre ausente en estos momentos!" Respondió llena de ira. "Esto no se trata de Clara, se trata de ti y de tu falta de interés por la boda- así como de tu falta de interés por cualquier cosa que no sea tu estúpido trabajo!"

"Cualquier otro día estaría bien pero, por supuesto, tenías que escoger el día que estoy más ocupada para molestarme con esto! Tengo mucho trabajo por hacer, Camila. Mira lo que hay en frente de ti" dije subiendo el tono y señalando mi desordenado escritorio. "No puedo jugar a planear bodas contigo hoy!"

"Ah si?" la cubana explotó, dando un paso adelante para barrer todo lo que había sobre mi escritorio. Dejé escapar un grito ahogado, levantándome rápidamente cuando sentí el café caliente derramarse sobre mis piernas. "Creo que ahora si puedes!"

"Esto es increíble!" Grité, cerrando mis puños a mis costados. "Me harté de escuchar sobre estos inútiles planes de boda! No puedes ver que tengo cosas más importantes que hacer?"

"Inútiles?" dijo mientras reía amargamente, sus ojos estaban llenos de furia. "Si piensas que esta boda es tan 'inútil' entonces para empezar, por qué carajos se te ocurrió pedirme que me casara contigo?" Le dí una mirada incrédula. "Dios" Camila bufó. "fue solo otro de tus errores."

"Sal de aquí!" Estaba echando humo. "Vete!"

La menor dejó escapar un sonido de enojo antes de salir de la habitación, cerrando la puerta con todas sus fuerzas, y ahí dejé escapar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo.

Mi ojos revolotearon por el piso, notando todos los papeles esparcidos por todo este, desordenados y algunos empapados de café. Me agaché para recogerlos.

Gruñí, mi cabeza latía en formas que no sabía que eran posibles. La palabra 'estresada' no tenía punto de comparación a como me estaba sintiendo ahora. No tenía idea de como iba a sacar adelante este reporte para Richard y ahora, tampoco tenía idea de cómo iba a arreglar las cosas con Camila.

Quizás el momento no era oportuno... Mi carrera me estaba consumiendo y todos nuestros amigos estaban comenzando ya sus familiar, lo cual hacía que Camila se sintiera más desesperada por tener una... quizás debí haber esperado para proponerle matrimonio.

Reuní todos mis documentos y me levanté, ordenándolos en el escritorio mientras trataba de ignorar la sensación ardiente en mis muslos que producía la pegajosa bebida.

Mis manos trataban de recordar el orden correcto de los documentos cuando mi teléfono sonó. "Hola?" respondí, limpiando el residuo de café en mi camisa.

"Eres una perdedora!"

Sofia.

Respiré profundo, asumiendo de inmediato que Camila ya había llamado a Sinu para contarle de nuestra pelea. "Hola Sofi."

"Encontré tu diario" Afirmó.

Me detuve, mi corazón comenzó a latir con rapidez. Mi diario? Ni siquiera había notado que lo dejé en Miami... y ahora Sofia lo tenía.

"Sabes?", la menor continuó bromeando. "algunas personas considerarían esto un poco espeluznante. Ya perdí cuenta de la cantidad de páginas que has llenado con palabras a cerca de ella."

"Qué tanto..." tragué pesadamente. "Qué tanto has leído?"

"No te preocupes," dijo Sofia. "Solo lo ojeé para ver que era."

Suspiré aliviada, increíblemente agradecida de que Sofi no hubiera leído las páginas sobre la aventura que Camila y yo mantuvimos cuando ella estaba con Adam. "No puedo creer que no me diera cuenta que no lo tenía. He estado supremamente ocupada esta semana, así que no he tenido tiempo de escribir."

"Bueno, pues tu diario ya va de vuelta. Lo dejamos en la oficina postal y me aseguré de que mi mamá no lo leyera." Le di las gracias. "Entonces," la menor continuó. "Camila sabe que escribes sobre ella?"

"No"

"Deberías decirle. Creo que le gustará saber que hay un diario completo dedicado solamente a ella."

Me sonrojé. Habían muchos más diarios, no solamente uno. "Bueno, creo que tu hermana no es mi mayor fan en estos momentos," Sofi rió.

"Qué?" Preguntó, un poco alarmada. "Por qué?"

"No es nada." Mentí.

"Ustedes no van a terminar, o algo así... verdad?"

Dudé, "... No."

"No suenas muy convencida."

Hice una pausa para analizar el tema, comencé a ponerme nerviosa. Esa fue una pelea bastante grande, probablemente la mas grande que hemos tenido hasta el momento... Aún iríamos a estar bien? "Hey," Comencé, aclarando mi garganta para deshacerme del temor. "Debo irme."

"... Okay," Dijo Sofía, sonando algo preocupada. "Adiós."

Colgué, dejándome mi teléfono sobre una superficie que no tuviera café encima, y observé una vez más el desastre que mi novia creó antes de decidir dejarlo ir. No íbamos a llegar a ninguna parte jugando a 'quién tuvo la culpa?'.

Fui hacia la sala, tratando de saber en dónde estaba Camila. Busqué en la cocina, el comedor y el balcón sin suerte alguna, finalmente me dirigí hacia la habitación. Cuando no la vi ahí, recé porque no hubiera salido del apartamento.

Estaba a punto de salir a ver si se encontraba en los alrededores cuando escuché un ruido proveniente del baño. "Camila?" la llamé. Nadie respondió, así que me acerqué más a la entrada. "Camz, estás ahí?" Cuando no hubo respuesta, abrí la puerta, ella estaba sentada en el piso, su mano voló hasta su rostro para limpiar sus lágrimas. "Estás llorando?" Me acerqué a ella, mi estómago se retorció al verla tan alterada por mi culpa. La morena no dijo nada, su mirada permaneció en su regazo, así que me senté en frente suyo. "Hey," dije con suavidad, sosteniendo sus manos. "Hey, mírame."

Camila resolló antes de que nuestros ojos se encontraran, sus mejillas bañadas en lágrimas y estuvo en silencio por un instante antes de murmurar. "Estás segura de que quieres casarte conmigo?"

Parpadeé, la pregunta me cogió fuera de base. "Por supuesto que-"

Ella interrumpió. "Porque si no lo estás, solo dímelo. Yo... yo puedo soportarlo. No quiero atraparte en algo que tu no quieres."

"Camz, yo quiero casarme contigo. Es solo que..." Suspiré. "He estado tan abrumada últimamente que en realidad no podría importarme menos qué flores tendrán los arreglos, que comida servimos o a quién invitamos. Lo único que quiero es hacerte mi esposa." La cubana escuchaba con atención. "Tú eres la que quiere su boda soñada... así que yo salgo del camino para que puedas crearla, como dijo Sinu."

"Sí, pero... no te quiero fuera del camino. No quiero planear esto con mi mamá, quiero planearlo contigo. Quiero hacer todo contigo" Afirmó, su voz casi un susurro.

"Okay" Dije. "Estaré más involucrada con eso."

"Okay" Susurró.

"Lamento lo que dije hace un rato."

Camila asintió, "También lamento lo que dije... lamento haber lanzado todo de tu escritorio... y lamento derramar el café caliente sobre ti... y lamento haberte gritado."

Reí, apretando sus manos con cariño antes de dejar un suave beso en sus labios. "Te perdono."

"Yo también te perdono." Dijo sonriente.

"Entonces..." mis manos se posaron sobre el frío piso cuando me recargué hacia atrás. "Como se supone que se planea una boda?"

Sus ojos se iluminaron al escuchar mi pregunta. "Bueno, ya tengo algunas ideas y quiero que les eches un vistazo." Ella comenzó a profundizar a cerca de cada pequeño detalle que quería, desde las fuentes caligráficas para las invitaciones, y traté de suprimir una carcajada al ver lo elaborados que eran sus planes.

No mencioné nada sobre lo similar que sus ideas sonaban en relación con el libro de recortes que ella había hecho con su papá años atrás, la realización me hizo sonreír.

No había mejor sentimiento en el mundo que el hecho de saber que ella me quería a mí en su boda de ensueño.

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