One and Only

Capítulo 20

Lauren's POV

"Lauren?"

Parpadeé, dirigiendo mi atención hacia Mr. Clarke. "Sí?"

"Me escuchaste?" preguntó.

"No señor. Lo lamento. Qué dijo?"

Mi jefe me observó algo preocupado, levantándose de su silla para quedar frente a mi. Descansó contra su escritorio, cruzando sus brazos. "Estás bien Lauren? Te ves un poco fuera de ti."

Asentí, forzando una sonrisa. "Sí, Mr. Clarke."

"Dime Richard."

"Cómo?"

"Puedes decirme Richard." asentí una vez más y el cambió su peso. "Sueles ser una persona bastante concentrada. Estás segura que todo está bien?"

Le afirmé a mi jefe nuevamente que todo estaba bien. Okay... quizás no todo. Había un pequeño problema entre Camila y yo. Considerando lo sucedido un par de noches atrás, ella no parecía muy emocionada por hablarme. No es que me hubiera cortado por completo- aún estábamos juntas- pero definitivamente era distinto. Tuve que sacar esos pensamientos de mi mente y concentrarme en mi trabajo. Mi jefe me estaba dando información sobre la cena a la que debía asistir esta noche para conocer a sus jefes, más conocidos como la junta directiva a impresionar.

"Enviaré a alguien por ti en un par de minutos para que finiquitemos los detalles; necesito hacer una llamada en este momento." esa fue mi señal para salir de su oficina, pero justo cuando estaba por hacerlo, él llamó mi atención una vez más. "Oh, y Lauren? Asegúrate de traer contigo a la señorita Cabello- ella es bienvenida."

"Por supuesto." respondí, regresando a mi escritorio. Me gustaba mucho más la idea de la cena ahora que incluía a mi novia. Hace poco decidimos informar de nuestra relación en la oficina- un requisito para proteger la compañía- y Mr. Clarke, o Richard, se mostró sorpresivamente comprensivo con las noticias. Sé que solo sería una aburrida cena disfrazada de evento social, pero esta era mi oportunidad para pasar más tiempo con Camila sin riesgo de que la situación se tornara incómoda.

Sabía que todo esto era mi culpa. La herí con mi egoísmo, pero todo esa cuestión del amor me asustaba en proporciones inimaginables. Sé que en algún momento tendría que dejarla ir... pero aún no estaba lista para renunciar a nuestra relación. Era inevitable que algún día yo terminara sola- cuando era más joven, había tomado la decisión de no terminar como mi papá, quien pasó toda su vida herido y miserable- pero eso no significaba que Camila también tuviera que terminar sola. Simplemente necesitaba un poco más de tiempo con ella antes de que los sentimientos entre nosotras nos destruyeran por completo. Eso no nos haría daño, o sí? Yo merecía un poco más de felicidad. Siete años no se podían borrar. O al menos, eso esperaba.

No podía decir con exactitud cuantas noches pasé en vela, preguntándome si en algún momento en nuestra relación habría alguien que terminaría hiriendo a la otra. Me pregunté a mi misma si hacerla pasar por todo esto valía la pena y comenzaba a dudar que la respuesta fuera positiva. Qué tan egoísta podía ser- reteniendola conmigo, sin dejar que encuentre alguien más que pudiera darle una relación saludable.