One and Only

Por nathalie-ag

923K 43.6K 18.3K

Traducción del fan fiction "One and Only". Todos los derechos a Hanna, su autora. La historia en su idioma or... Mais

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capitulo 40
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44 (Final)
Epílogo

Capítulo 41

21.6K 990 596
Por nathalie-ag

Lauren's POV

"Oh, por Dios"

Acabábamos de cenar, Camila y yo estábamos ahora en la planta superior después de arriesgarnos a ir en busca de su antigua habitación, yo me encontraba rememorando un poco cuando ella llamó mi atención. "Qué?" le pregunté, girando para encontrarla observando una foto en la pared. Se apartó un poco para dejarme ver y quedé boquiabierta, acercándome para poder mirarla mejor. "Eso fue en el prom?" la menor asintió y ambas reímos al recordarlo. "Fuiste la cita más sexy que una chica pudiera tener" Sonreí, guiñándole un ojo.

Camila rodó sus ojos juguetonamente, "Cómo ibas a saberlo? Pasaste toda la noche con aquella chica, Ali, en algún cubículo del baño."

"Oh, sí!" Exclamé, recordando los eventos de esa noche. "Buenos tiempos, buenos tiempos..."

Nuestros ojos se movieron escaneando las diferentes fotos que se encontraban en la pared y que nos recordaban todos los momentos que pasamos juntas antes de que fuéramos a la universidad. Habíamos llegado lejos desde ese entonces y aún así no me importaría volver a vivirlo todo de nuevo.

Escuché que la puerta se abrió, Camila y yo giramos para ver quién era el intruso.

"Todos tienen la ropa puesta?" Sofia casi gritó, sus manos cubrían sus ojos.

"No por mucho tiempo!" Bromeé.

"Lauren!" Me regañó Camila.

La menor gruñó, "Ew"

Quité sus manos de su rostro, tratando de no reír ante su expresión mortificada. "Estoy bromeando Sofi. No somos animales, lo sabías?"

"Bueno, yo sé que Camila no lo es."

Gruñí, recordando que ella estaba de rodillas por mi en un sucio baño de avión un par de horas atrás. "Estás segura de eso?"

"Okay" Camila interrumpió, sus mejillas sonrojadas. "Hablamos de otra cosa, quizás?"

Decidí no asustar a Sofi más de lo que ya estaba y cambié de tema, "Cómo te ha ido por aquí Sof?"

"Muy bien" sonrió, saltando entre múltiples historias que comenzó a sobreponer. Traté de seguir su relato, pero estaba más bien asombrada de lo mucho que había sucedido en la vida de esta chica de trece años. Ella era muy abierta y animada, y la amaba por eso.

Estaba aprendiendo lo estresante que pre-álgebra podía resultar cuando Sinu llamó a Camila en el primer piso, la morena salió de la habitación dejándome a solas con Sofia.

"Ahora que estamos solas," dijo la adolescente, levantando una de sus cejas, "Quiero decirte que si rompes su corazón, tendré que darte una paliza. Sé que tu y yo somos algo así como mejores amigas pero... uno tiene que hacer lo que tiene que hacer."

Contuve una carcajada, "Lo entiendo completamente."

"Es que... nunca he visto a Camila así. Ella se ve... feliz. Como, feliz en serio."

"Nunca la habías visto feliz?" Pregunté.

Su rostro cayó por un segundo antes de que encogiera sus hombros, "No por un largo tiempo." Hubo un momento de silencio antes de que ella volviera a hablar, "Mi hermana está totalmente enamorada de ti, sabes eso?"

Sentí que el ritmo de mi corazón se incrementó mientras la observaba y la menor levantaba su vista para encontrarse con mi mirada con una expresión seria. "Eso piensas?"

"Claro que lo pienso," dijo incrédula. "Tu no?"

"Eso espero," suspiré, dudando mientras trataba de decidir si quería o no preguntarle algo importante. "Hey" tragué pesadamente, "Si te cuento algo, prometes no decirle a nadie?"

Sofi parecía insegura. "No mataste a nadie, o si?"

"Jesús, Sofi. No! Que clase de persona piensas que soy?"

"Sólo me estoy asegurando," afirmó, levantando sus manos en señal de defensa.

Reí, sacudiendo mi cabeza ante sus disparates. "Tú no tienes que preocuparte por eso... o sí?"

"Si, claro" Hizo caso omiso a mi inofensiva insinuación. "Tu nunca me matarías. Soy demasiado fuerte para ti."

"Es cierto."

"Entonces, qué es lo que quieres decirme?"

"Prometes que no le dirás a nadie?"

"Lo prometo" Sonrió.

Me acerqué a dónde ella estaba, inclinándome un poco para que así pudiera escuchar mis susurros. "No le iba a contar a nadie, pero tú obviamente eres más inteligente que yo y necesito tu opinión." Me moví para sacar la caja de terciopelo del bolsillo de mi chaqueta, sintiendo como si fuera a desmayarme, un jadeo de sorpresa llenó el aire. Mis manos temblorosas la abrieron para revelar el anillo. "Qué opinas?"

"Oh por Dios!" Sofia gritó, saltando de arriba a abajo. "Oh por Dios, oh por Dios!!"

Accidentalmente, la menor chocó contra mí, causando que el anillo se cayera de mis manos y esta vez, ambas jadeamos al tiempo, de inmediato nos dejamos caer al piso para poder buscar la pequeña pieza de joyería que me había costado más de ciento cincuenta mil dólares.

Mi respiración se detuvo cuando escuché que la puerta de la habitación se abrió.

"Está todo bien?" Preguntó Camila, sonando un poco confundida. "Qué están haciendo ustedes dos?"

Afortunadamente, yo estaba de espaldas a la puerta y pude mirar a Sofi enviándole un mensaje silencioso que decía 'inventa algo'.

"Um... uh..." comenzó la adolescente. Cerré mis ojos cuando se levantó, rezando para que pudiera inventar algo creíble y nos sacara de esta situación. "Se me cayó un arete."

"Oh, necesitas que te ayude a encontrarlo?"

Escuché sus pasos acercándose hacia nosotras y ambas gritamos, "NO!"

Camila retrocedió, "...Okay."

Y ahí estaba. Un pequeño brillo que llamó mi atención, debajo de la cama. Rápidamente lo tomé y me levanté, sosteniendo mis manos detrás de mi espalda mientras todas estábamos de pie y el ambiente era un poco incómodo.

Mi novia entrecerró sus ojos y nos observó con detenimiento. "Qué está pasando?"

"Nada!" Dijimos al unísono.

Este no era precisamente el mejor momento para descubrir lo malas que Sofia y yo éramos para mentir. Apreté el anillo en mi puño, muriendo por ponerlo a salvo en su caja. "Saben? Tengo mucha sed. Camz, te importaría conseguirme un vaso con agua?"

Ella simplemente asintió. "Claro, baby. Ya regreso."

No nos movimos ni un milímetro hasta que Camila estuvo fuera de nuestra vista, seguramente ya en el primer piso de la casa.

Sofia fue la primera en hablar, girándose hacia mi. "Eso estuvo cerca."

"Oh Dios, pensé que iba a vomitar en cualquier momento." Respiré profundamente para calmarme.

"No puedo creer que le vayas a proponer matrimonio."

"Debería hacerlo? Que piensas? Quiero decir, te parece bien? Quiero tu permiso." divagué un poco.

"Que, qué pienso?" Se burló. "Pienso que sí! Estás loca? Tienes mi permiso y más. Déjame verlo nuevamente!" Casi gritó.

La miré seriamente. "Ni se te ocurra volver a tirarlo!"

"Trataré de no hacerlo" dijo un poco avergonzada. Coloqué el anillo nuevamente en la caja y se lo mostré, ella cubrió su boca con una de sus manos. "Ritani?... Lauren, si puedes comprar un anillo así de costoso para mi hermana, tu y yo tendremos que conversar un poco a cerca de lo que me vas a regalar para esta navidad."

No pude evitar reír nerviosamente, mis ojos la observaron en busca de cualquier reacción negativa. "Te parece que está bien? Crees que le gustará?"

Sus ojos dejaron de observar el anillo y se encontraron con los míos, "Claro que le gustará. Podrías darle un anillo de dulce y a Camila le encantaría."

"Creo que voy a preguntarle antes de que regresemos a Nueva York." Revelé.

Sofia me envolvió en un abrazo, "Estoy muy emocionada por ustedes. No puedo esperar a que seas mi hermana."

Mi corazón se hinchó al escuchar sus palabras y la abracé fuertemente, agradecida de que la menor pudiera aliviar mis nervios. "Yo tampoco." Separándonos, le sonreí. "Nuestro secreto, no es así Sofia? No puedes decirle a nadie."

"No puedo decirle a nadie qué?" Sonrió.

"Buena chica." Reí, ofreciéndole mi mano para que la chocara con la suya.

Escuché a Camila subiendo las escaleras y coloqué la pequeña caja nuevamente en el bolsillo de mi chaqueta, sonriéndole cuando ella me alcanzó el agua. "Gracias Camz."

"Con gusto," afirmó con un gruñido, envolviendo su brazo al rededor de mi cintura y apretándome con afecto.

"Entonces... por cuanto tiempo se van a quedar?" Preguntó Sofia.

"Solo por el fin de semana." respondió mi novia.

La menor frunció su ceño. "Realmente apesta que ustedes se hayan mudado a Nueva York, ya nunca las vemos."

Sabía que esa era una de las cosas que molestaban a Camila, lo mucho que extrañaba a su familia. "Nosotras odiamos la distancia tanto como ustedes." afirmó ella.

"Si eso fuera así, se mudarían de vuelta."

Camila permaneció en silencio, sin saber que decir pero queriendo hacerle saber a su hermana que las cosas no eran así, así que intervine. "Quizás tu deberías ir a Nueva York y pasar algunas semanas con nosotras. La ciudad es muy diferente a Miami. Creo que te gustará."

La chica a mi lado me observó un tanto sorprendida pero Sofia sonrió. "Quizás en esta Navidad. Además, me debes un regalo."

"Así es." Reí.

El teléfono de Sofia comenzó a sonar y ella desvió su atención a este, leyendo el mensaje de texto que acaba de recibir antes de abrir su boca en señal de shock. "Tengo que hacerme cargo de esto. Morgan me acaba de decir que Liam le dijo que no iba a llevar a Sarah al baile- el invitará a Emily en su lugar. Pueden creerlo?"

"No puede ser!" Respondí, sin tener idea de quienes eran esas personas.

"Lo sé!" Afirmó la menor y devolvió su atención al teléfono, saliendo de la habitación.

"Que fue eso?" Preguntó Camila, aprovechando que estábamos solas.

"Qué?"

"Invitar a Sofi para que se quedara un tiempo con nosotras en Nueva York."

"Eso esta..." Fruncí mis cejas. "Se supone que no debía hacerlo?"

"No, está bien- es solo que... estoy sorprendida, eso es todo."

"Creo que me gustaría verlas a las dos en la gran manzana. Mis dos chicas favoritas."

Camila envolvió sus brazos por completo al rededor de mi cintura y dejó mi bebida en la mesa de noche para que yo pudiera corresponder su abrazo. "Aún soy tu principal chica favorita, verdad?"

La acerqué más a mí, "Siempre."

Sus ojos se dirigieron a mis labios antes de que me besara, sumergiéndonos en la otra el mayor tiempo posible. No protesté cuando su lengua encontró su camino entre mis labios ligeramente separados, la forma en la que jugaba con la mía, hacía que mis rodillas temblaran.

Supe que jamás me cansaría de esto- de sostenerla entre mis brazos. Su cuerpo encajaba perfectamente con el mio. Era como si todo tuviera su lugar. La forma en la que su mano viajaba hacia arriba para descansar en mi cabello, la forma en la que nuestros labios se movían como si ambas pudiéramos predecir los movimientos de la otra, la forma en la que se sentía tan solo estar en la misma habitación que ella, mis pulmones respirando su aire... era perfecto.

Nos separamos una vez que el aire comenzó a faltar y Camila descansó su cabeza sobre mi hombro, mis manos se deslizaron debajo de su camisa para dibujar pequeños círculos en su espalda.

"Te amo," murmuró.

Dejé un beso sobre la parte superior de su cabeza. "También te amo."

-

Era tarde cuando decidí salir de la cama para matar el tiempo. Había estado despierta por horas enteras y dormir esta noche no parecía algo que mi cuerpo quisiera dejarme hacer.

Después de extraer mi cuerpo cuidadosamente de debajo de Camila, froté mis ojos. Estos ardían un poco por el cansancio y casi que me dolía parpadear.

Con mucho cuidado, abrí la puerta de la habitación de Camila y salí al corredor, busqué las escaleras y descendí, rezando para que no fuera a despertar a nadie.

Caminé hacia la cocina, buscando el interruptor de la luz cuando escuché, "Lauren?"

Salté asustada y giré mi cuerpo, encontrando a Sinu sentada en la mesa del comedor. Tenía una pequeña lámpara de luz tenue brillando sobre su libro, iluminando su rostro. "Oh, lo lamento. No sabía que alguien estaba despierto."

Ella solo rió, "No hay problema cariño. Por qué no enciendes la luz y vienes a sentarte?" dijo haciendo un gesto, señalando la silla que estaba a su lado. Me encogí un poco cuando la luz golpeó mis ojos, antes de seguir la petición de Sinu y sentarme a su lado. "Aún tienes problemas para dormir?"

"Oh" dije, sorprendida de que lo recordara. "Sí. Pero ya no me molesta tanto."

La madre me observó con detenimiento, como si supiera que estaba mintiendo, pero aún así no presionó el tema. "Camila me ha dicho que te está yendo muy bien en Nueva York."

"Supongo que así es" Accedí cortésmente. "Sin embargo, todo se lo debo a ella. Realmente, no hay forma de que yo estuviera en donde estoy sin Camila." Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios, "Ella es la razón de todo lo bueno en mi vida. Es mi mayor apoyo y siempre lo ha sido, estaría perdida si me faltara."

"Creo que mi hija diría lo mismo sobre ti," Respondió Sinu.

"Oh, no. Camila tiene que agradecerte a ti y a Alejandro. Yo solamente tuve suerte de conocerla, de no haberlo hecho, no sé en dónde estaría ahora- ni mucho menos, cómo sería mi vida."

La mujer mayor hizo una pausa, analizando mis palabras y pensando en su siguiente pregunta, su expresión nerviosa llamó mi atención. "Escuché lo que sucedió con tu madre."

Mi mirada cayó a mis manos, sabiendo que si hablaba de esto con Sinu, me dejaría hecha un mar de lágrimas. Me las arreglé para mantener la compostura pero esta conversación estaba destinada a romperme en pedazos.

Ella continuó con cautela, "Camila tiene suerte de tener una familia que la ama y la apoya, y sé que tu no tuviste eso a medida que creciste. Yo recuerdo a tu padre Lauren. El hizo lo mejor que pudo pero..." afirmó sacudiendo la cabeza, como desestimando sus pensamientos. "Tu merecías mucho más que eso."

Pude sentir todo burbujeando, listo para resurgir. Años de emociones embotelladas queriendo salir de mí. Ella no me quiso. Mi madre no me quiso.

Y no sé exactamente cuando comencé a llorar, pero sentí como si nunca fuera a detenerme. "Por qué no me quiso?"

Sinu me acercó a ella, envolviendo sus brazos al rededor de mi torso cuando yo descansé mi cabeza en su pecho para atenuar el sonido de mis sollozos. Esos solo incrementaron cuando me di cuenta que esto era el afecto maternal del que había carecido toda mi vida- el afecto que me fue negado.

"Ella se perdió de una hija extraordinaria. Tú eres perfecta," Susurró. "Me estás escuchando? Lauren, tú eres absolutamente perfecta."

Y entonces las palabras se acabaron. Sinu simplemente me mecía de un lado al otro, haciendo pausas para limpiar mis lágrimas.

No estaba segura de cuánto tiempo transcurrió antes de que finalmente me calmara, la mujer Cubana acomodó mi cabello detrás de mi oreja para evitar que cayera sobre mi rostro.

De repente, me sentí avergonzada de mi ataque de llanto y me enderecé en la silla, limpiando mis ojos. "Lo lamento-"

"Oh, no, no te disculpes" Me interrumpió. "Pienso que antes habías dejado pasar mucho tiempo, no crees?" Asentí y ella frotó mi brazo. "Cualquiera tendría suerte de tenerte como su hija, y yo te considero como una de las mías. Tengo tres hermosas hijas y estoy orgullosa de cada una de ellas." Sonreí ligeramente y ella devolvió mi gesto. "Quiero que sepas que te quiero como si fueras mi propia sangre. Siempre lo he hecho. Tú eres parte de esta familia Lauren. Alejandro ama tenerte cerca y Sofia piensa que tu eres el ser humano más grandioso que jamás haya vivido." Reímos. "Quizás tu no tienes una madre basada en vínculos de sangre, pero yo estaría feliz de asumir ese rol cualquier día."

"Realmente estoy agradecida de tenerlos a todos en mi vida," Dije. "Para serte sincera, tenía muchos nervios al venir."

Sinu pareció sorprendida, "Por qué?"

"No sabía como Alejandro y tú se sentían con respecto a mí. Quiero decir, sé que me la pasaba mucho por aquí antes de que nos mudáramos al comenzar la universidad pero nunca regresé para alguna festividad o en algún otro momento... y sé que debí haberlo hecho pero en realidad no sabía como actuar en esas situaciones. Nunca pasé ningún tipo de festividad con mi familia. Aún así, no es excusa. Tú y tu familia hicieron demasiado por mi y lo último que quería era parecer desagradecida." Sacudí mi cabeza ante el pensamiento. "Sin mencionar, que comencé a salir con Camila." Mi garganta amenazó con cerrarse ante el tema de conversación. "Fue muy duro por un largo tiempo. Tú probablemente escuchaste la mayoría de lo sucedido."

La mujer de cabello corto se acomodó en su asiento. "Así fue," Afirmó.

No estaba segura de cómo continuar, no quería traer a colación recuerdos de nuestros tiempos oscuros, no con su madre. Me imaginé que no era exactamente placentero escuchar a tu hija llorar en el teléfono. Esperé que su mirada se encontrara con la mía antes de decir. "Yo la amo. Siempre lo he hecho."

Sinu sonrió ligeramente. "Sé que así es."

"Supongo que simplemente estaba preocupada de que tú y Alejandro no fueran a estar de acuerdo con eso, considerando mi... reputación."

"Sabes?" Comenzó, sus ojos brillaban con diversión. "Yo también tenía una reputación como la tuya en mis veinte"

Sonreí, esta nueva información me hacía sentir más cercana a ella. "En serio?"

Sinu asintió, riendo. "Tu reputación no te define. Alejando y yo estamos más que contentos de ver a Camila enamorada de alguien tan grandioso como tú."

Alivio corrió por mi cuerpo al escuchar sus palabras, el conocimiento de que ellos me aceptaban como la pareja de su hija, hacía que la mayor parte de mis preocupaciones quedaran olvidadas.

"Laur?" Una voz rasposa sonó detrás mío. Ambas, Sinu y yo, giramos en dirección a la entrada del comedor, encontrando a una Camila con ojos entrecerrados mirándonos fijamente. "Mamá?"

La madre sonrió, levantándose de su puesto y besando mi cabeza brevemente. "Creo que será mejor que regrese a la cama."  afirmó acercándose a Camila, le dio las buenas noches y procedió a dejarnos solas.

La exhausta chica frotó sus parpados, caminando en mi dirección y quedando de pie a mi lado. "Que estás haciendo aquí?"

"No podía dormir," Respondí. "Tu mamá y yo hablamos durante un rato."

"Sobre qué?" Preguntó en medio de un bostezo, tomando el asiento que su madre ocupaba unos minutos atrás. Sus ojos finalmente se encontraron con los míos y parecía estar completamente despierta en ese instante. "Has estado llorando?"

"Oh" Dije. "No fue nada."

"Lauren," Advirtió en medio de un suspiro, su mano tomó la mía. Parecía un poco asustada mientras escaneaba cada una de mis facciones, y sentí como si dejara de respirar en anticipación a mi respuesta.

"Hablamos sobre muchas cosas. Sobre ti y nuestra relación, sobre por qué estaba nerviosa de regresar aquí... y sobre mi mamá." Camila simplemente me observó, insegura sobre qué decir. "Supongo que todas esas emociones embotelladas estaban simplemente esperando por una oportunidad para explotar." Reí ligeramente, sintiendo nuevas lágrimas formarse en mis ojos. "Sé que no es mi culpa que ella se fuera, pero aún lo siento así en algunas ocasiones. Como que... si yo hubiera hecho algo diferente, si hubiese sido una mejor hija..." Dejé el resto de la oración incompleta, Camila frunció su ceño, limpiando algunas de mis lágrimas. "Fue extraño crecer y ser una persona no deseada por... todos. Mi mamá me abandonó y mi padre no tenía tiempo, yo era simplemente una gran carga para él. Pero entonces, recuerdo conocer a James," Ella hizo una mueca al escucharlo nombrar. "y él... el me quería. Por primera vez en quince años, alguien me quería cerca. Y después de eso, todos me querían. Querían besarme, abrazarme, tocarme y dormir conmigo, así que los dejé... así yo me sentiría importante y necesitada, incluso si solo fuera por algunos minutos. Supongo que simplemente estaba tratando de probarle a mi mamá que había gente en mi vida que no me dejaría de la forma en la que ella lo hizo; como que si ella fuera a aparecer de nuevo, yo estaría ahí con millones de admiradores, quienes de alguna forma validaban mi existencia. Y no fue hasta que ella realmente apareció que me di cuenta lo inútil que eso resultaba. Ella vio lo mucho que tu me amas y aún así no le importó. Aún así no me quiso. Sentí como si toda mi vida fuera un desperdicio, como si hubiera estado trabajando fuertemente todo este tiempo por algo que jamás va a suceder, y estaba demasiado avergonzada de admitirlo. Estaba avergonzada de saber que había fracasado." Respiré profundo, notando que un par de lágrimas rodaban por las mejillas de Camila también. "Pero entonces vine aquí y recordé lo amorosa que tu familia es," Sonreí, "Y todos esos terribles sentimientos dejaron de sentirse tan terribles."

"Estoy muy contenta de que hayas compartido todo eso conmigo" dijo suavemente.

"Yo también," Respondí con sinceridad.

Camila hizo una pausa y la forma en la que me estaba mirando solo me hacía más difícil respirar. Nunca había sentido tanto amor. Ella tenía una ligera sonrisa en su rostro cuando preguntó. "Puedo besarte?"

Sonreí ante la referencia de nuestro primer beso, "Okay."

La menor cerró la distancia entre nosotras y recuerdo pensar que no había forma en la que el cielo pudiera ser mejor que la forma en la que sus labios se sentían contra los míos.

-

"Despierta!"

Camila gruñó cuando la almohada que le tiré colisionó con su rostro y cubrió sus ojos con sus manos para bloquear la luz. "Es muy temprano para esto."

"Es la una de la tarde," Reí, sentándome a su lado. "Es hora de levantarse y brillar."

"No es mi culpa que tu me mantuvieras despierta anoche," refunfuñó, girando hacia el otro lado y enterrando su rostro en las sábanas nuevamente. "Alguien no pudo mantener sus manos al margen!"

Sonreí al ver su espalda desnuda, recordando nuestro acalorado encuentro de anoche- gemidos ahogados y risas suprimidas por manos encima de las bocas. "Sí, y ese alguien fuiste tú! Ahora levántate. Te voy a llevar a un lugar."

Mi novia rodó sobre su espalda y abrió sus ojos para observarme, "A dónde?"

"Supongo que tendrás que vestirte y encontrarte conmigo en la entrada para averiguarlo."

"Laur!" se quejó.

"Habrá comida."

Camila se sentó rápidamente y se estiró un poco. "Estaré abajo en un momento."

Sonreí ante su respuesta inmediata, asintiendo antes de dejar la habitación para esperarla en el primer piso de la casa.

Cuando entré a la sala, me senté en el sofá con la hermana menor.

"Pudiste despertar a la bestia?" Preguntó Sofia.

"Eso creo"

"Entonces," Comenzó. "Lo harás hoy?"

Al principio, traté de no dar algún signo de nerviosismo, fingiendo estar despreocupada, pero ahora sabía que no había punto alguno en esconderlo. "Creo que voy a morir."

"De qué?" Bufó la menor.

"De... no sé, miedo?"

"No tengas miedo. Igual va a decir que sí."

"Qué tal que no? Es algo egoísta pensar que ella querrá pasar toda su vida conmigo. Que tal que yo no sea material para eso?" Me inquieté, enterrando mi cabeza en mis manos.

"De qué estás hablando?" Preguntó Sofia, sorprendida. "Sabes quien eres?"

"Sí" Murmuré.

"Eres Lauren Jauregui," dijo.

"Lo sé."

"La única e inigualable... Lauren... Jauregui," Sofia levantó su voz. La miré, entretenida con sus locuras. "Dilo!"

"Soy Lauren Jauregui."

"Más fuerte!"

"Soy Lauren Jauregui!!"

"Esooo!" Gritó, subiéndose sobre el sofá. "Lauren Jauregui. Y sabes que es lo que quieres, no es así?"

"Si!"

"Entonces vas a salir allí y tomarás lo que quieres!"

"Así es!!!" Me levanté para quedar a su altura, mi sangre bombeaba con mayor fuerza.

"Cuál es tu nombre?" Gritó Sofi.

"Lauren Jauregui!!!"

"Y que vas a hacer hoy?!!"

"Tomar lo que quiero!!!"

"Que carajos hacen ustedes dos?" Sofia y yo giramos nuestras cabezas rápidamente para ver a Camila al final de las escaleras, sus brazos cruzados sobre su torso.

"Nada" Dijo Sofia encogiendo sus hombros, saltando del sofá y caminando hacia las escaleras. "Tengo que hacer mis tareas." Camila giró para mirarme, confundida, y su hermana también me observó, levantando sus pulgares antes de desaparecer de mi vista.

"Que fue eso?" Camila preguntó, cruzando la habitación para quedar a mi lado.

Evadí la pregunta, sonriéndole. "Creo que es lo más rápido que te has vestido."

"Simplemente me puse una camiseta y unos jeans. Ni siquiera me bañé, así que espero que no me vayas a llevar a algún lugar elegante."

"No, iremos a conseguirte algo de almuerzo y..." Escondí una sonrisa. "Después de eso, hay una sorpresa."

"Una sorpresa?"

Asentí.

"Bueno, por fortuna es Domingo. Todos en Miami están demasiado enguayabados como resultado de la noche anterior como para notar lo mal que me veo sin maquillaje."

"No te ves mal." Alegué.

"Oh, viviendo de la belleza natural más linda del mundo, aja, seguro." La morena bufó en tono de juego, tomando mi mano. "Entonces... me prometieron comida?"

Reí, mi atención moviéndose de la chica en frente mío hacia Sinu y Alejandro, quienes acababan de entrar a la habitación.

"Ustedes dos irán a alguna parte?" Preguntó la madre.

"Sí" Respondió Camila. "Lauren dice que es una sorpresa."

Ambos parecían deleitados con las noticias, sentándose juntos en el sofá. "Diviértanse" dijo Sinu.

"Tengan cuidado" Dijo Alejandro.

Después de las respectivas despedidas, Camila prácticamente me arrastró hasta el carro, haciendo demasiado obvio que era una chica hambrienta. 

-

"Ah" Camila respiró el aire del ambiente. "Literalmente puedo oler esa esencia a rechazo y soledad."

La observé con seriedad. "Por Dios Camz. Estoy tratando de ser romántica."

Habíamos almorzado en su restaurante favorito y yo había conducido hasta nuestro antiguo colegio. Estábamos esperando fuera de la reja, observando el campo de fútbol. Ella simplemente rió y entramos a este, mano en mano.

"Esto es legal?" cuestionó.

Simplemente encogí mis hombros. "Solía hacer esto todo el tiempo, pero era usualmente de noche, después de las fiestas cuando estaba muy ebria."

Camila se detuvo, observándome. "Tú eras mucho más cool que yo."

"No es cierto."

"OH, claro. Olvidé que estar invitado a todas las fiestas de tu colegio significa que no eres cool en lo más mínimo. Todo tiene sentido," Bromeó. Rodé mis ojos y ella observó sobre mi hombro. "Hey," dijo oprimiendo su dedo índice contra mi hombro, "Recuerdas esas?"

Giré para observar la gradería, una sonrisa presente en mi rostro cuando apreté su mano en la mía y comencé a dirigirme hacia estas. "Vamos."

Cuando llegamos al sitio, justo al otro lado del punto donde vendían la comida y dónde la vi por primera vez, ella dejó de lado su ánimo de 'Odiaba-la-secundaria'.

Este lugar lo era todo para mí. Seguramente, no era algo monumental. Pero era dónde la conocí, el lugar donde tuve mi primera conversación con ella... Ahí fue donde todo comenzó.

Habíamos llegado tan lejos desde ese entonces. Camila ya no era esa adolescente insegura y yo, ya no estaba sola. Habíamos crecido, así que por qué me sentía como si tuviera dieciséis nuevamente y estuviera ahí, de pie, al lado de mi mejor amiga?

Camila dejó ir mi mano y caminamos para estar justo en frente del lugar en dónde nos sentamos muchos años atrás, un brillo iluminaba su rostro. "Esto es..." hizo una pausa para limpiar una lágrima. "Esto es muy nosotras, Laur."

Tomé la caja del anillo que guardaba en mi bolsillo, sosteniéndolo con firmeza en mi puño. Si antes pensaba que estaba nerviosa, definitivamente estaba equivocada.

Camila giró para observarme y me abrazó fuertemente, una ligera risa empañada por las lágrimas salió de su boca. Cuando rompimos el contacto, ella simplemente me sonrió, sus ojos marrones brillaban con lágrimas de felicidad. Era ahora o nunca. Podía sentir mi corazón latiendo violentamente en mi pecho.

"Me enamoré de ti justamente aquí," Respiré, incapaz de concentrarme en algo distinto a lo hermosa que ella se veía. "Eramos simplemente adolescentes en ese entonces, pero te amaba y aún lo hago... y lo haré por el resto de mi vida. Nunca, ni en un millón de años, pensé que terminaría con alguien tan increíble y tan deslumbrante como tú. Pero aquí estamos, y estoy tan agradecida con la vida."

"Lauren," la morena colocó una mano en su pecho, sinceramente afectada por mis palabras.

"Ven," Sonreí. "Sentémonos."

Descansamos nuestras espaldas contra las fradas, justo como lo hicimos esa vez que nos conocimos, y ella colocó su mano en mi rodilla. "Realmente estamos recreando el recuerdo, huh? Estoy llorando y todo."

Reí nerviosamente, sintiendo que si me movía terminaría en pedazos. Camila, por otra parte, se veía completamente calmada, el viendo jugaba con su cabello, haciéndola lucir aún más hermosa. "Camila, tengo algo que preguntarte."

"A cerca de qué?" preguntó con una ligera sonrisa.

Sentí que iba a desmayarme. Mis manos temblaban e internamente rezaba para que ella no viera la pequeña caja antes de que yo le hiciera mi pregunta. "A veces, cuando te miro, no puedo respirar. Como cuando me despierto a tu lado en la mañana, cuando nuestras miradas se encuentran o cuando te veo vestida en alguna de mis camisetas. Es como que tu invades cada centímetro de mis pensamientos y mi cuerpo tiene que apagarse para procesar lo mucho que todo lo que haces me afecta. A veces, cuando te miro, no puedo respirar. Como cuando sostienes mi mano, cuando envuelves tus brazos al rededor de mi torso o cuando te sientas en mis piernas. Yo simplemente me siento tan completa, como si nada pudiera herirme, como si nada fuera más fuerte que lo feliz que me haces... A veces, cuando te miro, no sé como respirar. Como cuando acaricias mi espalda con tus dedos, cuando tus labios besan los míos o cuando me sonríes. Haces que mi corazón corra, al mismo tiempo que haces que palpite. Me dejas sin aire al mismo tiempo que respiras en mi. Tú, eres mi comienzo y mi final; todo comienza y termina contigo." Sentí que tomó mi mano, sus ojos me observaban con tal adoración, e inhalé profundamente antes de abrir la pequeña caja para revelar el anillo, observando su expresión boquiabierta. "Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado Camila. Te casarías conmigo?"

"Casarme contigo?" Repitió, en shock. Una expresión preocupada se instaló en mi rostro antes de que su mirada se encontrara con la mía, "Quiero decir- Sí!" dejó escapar un pequeño sollozo, saltando a mi regazo para abrazarme. "Si, si, si, si!"

Sonreí ante su respuesta, separándome un poco para poder darle un rápido beso antes que mis manos torpemente deslizaran el anillo en su mano izquierda.

"Oh, por Dios" dijo levantando su mano a la altura de su boca, observando la nueva joya adicional en completo shock.

"Te gusta?" Le pregunté.

"Oh, Lauren," rió alegremente, sus ojos cafés taladrando los míos. "Es hermoso" Limpié unas cuantas lágrimas de sus ojos y ella sorbió un poco. "No puedo creer esto!"

"Te sorprendí?"

"Sorprenderme?" Camila levantó sus cejas. "Lauren, nunca pensé que le propondrías matrimonio a alguien, especialmente no a mi. Especialmente hoy, cuando ni siquiera me he bañado aún y no tengo una gota de maquillaje en mi rostro. De verdad debo gustarte, huh?"

Le sonreí, "Me casaría contigo sin importar como te veas. Yo simplemente estoy feliz de que dijeras que sí."

La menor me miró con incredulidad. "Pensaste que había oportunidad alguna de que dijera que no?"

"Estaba un poco nerviosa, eso es todo." Camila dejó salir una carcajada. "No te rías!!" Me quejé, "Estoy feliz de no tener que preocuparme por esto nunca más. Estaba desesperada por un desahogo. Eres oficialmente mi prometida."

"Dilo de nuevo."

"Eres. Oficialmente. Mi. Prometida."

Camila tomó mi rostro entre sus manos. "Aún estás desesperada por un desahogo?" murmuró, conectando sus labios con mi cuello.

Arqueé mi espalda, cerrando mis ojos. "Quizás."

La morena me besó camino arriba hasta llegar a mi mandíbula antes de detenerse, apartándose abruptamente. "Lo siento, no puedo ser sexy en estos momentos. Estoy demasiado emocionada. Vamos, tenemos que contarles a todos!" dijo prácticamente saltando y llevándome con ella, luego comenzó a correr hacia el auto.

Una carcajada de felicidad escapó de mis labios mientras caminaba detrás suyo.

, pensé, ella era definitivamente La Indicada.

Continuar a ler

Também vai Gostar

192K 22.8K 52
Elladora Black es la hija menor de Orion y Walburga criada para ser una sangre pura perfecta, sin embargo no es lo que planearon. Narcisista, egoíst...
33.8K 2.6K 20
Una relación ya afianzada, planes de boda y un accidente que cambiarán sus vidas totalmente. ¿Podrá su amor con todo?
21.8K 978 14
11 de Enero 2013 Querida Camila, escribo para decirte que lo siento y jamás debí hacer eso PD: Disculpa sinceramente tuya Lauren. -------Pero ella ja...
1.2M 55.6K 44
Camila Cabello es una chica de 17 años que entra a la universidad de Columbia con muchas expectativas sobre la vida universitaria. Todo va bien hasta...