Camila's POV
Estaba brillando, literalmente, brillando. La chica que me miraba al otro lado del espejo era alguien que yo nunca antes había visto y me agradaba. Ella tenía lo mejor de dos mundos: una sexy y caliente vida secreta y una pintoresca y tradicional vida en casa. Aún así, deseaba que ella pudiera tener ambos mundos con la misma persona.
Estaba esperando la cantidad de tiempo normal para así poder salir del baño sin levantar sospechas, Lauren siempre salía antes que yo. Habíamos estado juntas un innumerable número de veces desde nuestro encuentro en la sala de conferencias- a decir verdad, no podíamos mantenernos lejos de la otra.
Sentí algo en mi bolsillo, decidí inspeccionarlo para ver qué era y me encontré sacando unos panties blancos que obviamente era de Lauren. Una sonrisa se dibujó en mi rostro cuando me dí cuenta, recordando lo rápido que se los había quitado para poder llegar a la mejor parte. En ese preciso momento, escuchpe que la puerta del baño se abrió.
"Olvidaste algo?" reí, girando para ver a Lauren. Mi mandíbula calló cuando en su lugar vi a Dinah con la boca abierta en señal de shock.
"Oh por Dios" chilló. "Tu te estás acostando con Jauregui!"
Mientras trataba de no desmayarme, devolví la ropa interior de mi ex-novia a mi bolsillo, el color rojo subía a mis mejillas. "Dinah, no tengo tiempo para esto"
La mujer embarazada continuó, su dedo índice me señalaba. "Yo estaba sentada en mi escritorio cuando me dí cuenta que ambas se habían ido. Confundida-y con todo el derecho de estarlo- comencé a buscarte por todos lados. Sin embargo, mi búsqueda se detuvo cuando vi a la única e inigualable Lauren Jauregui salir de este baño"
"Dinah-"
La polinesia no me dejó intervenir y siguió divagando sobre su descubrimiento. "Entonces pensé 'Hmm quizás Camila esté ahí... oh, pero ella no haría eso, está comprometida' pero aún así, tenía curiosidad. Y aquí estás." cruzó sus brazos sobre su pecho, regañándome como si fuera una niña pequeña.
Rápidamente exploré mis opciones, mi mente corría a toda velocidad. No veía razón para mentirle ahora. Dinah nos había descubierto. "Por favor" dije, notando cómo rodaba sus ojos. "Dinah, no le puedes decir a nadie, es en serio. O sea- ni siquiera a Lauren o a las chicas- a nadie!"
"Esto es increíble" bufó.
Mi mente comenzó a pensar en lo que perdería si nuestro secreto se sabía... o mejor, a quién perdería. "Si Lauren se entera que tu sabes, todo esto se acaba. No puedo perderla nuevamente." tuve que haber parecido un total desastre porque su expresión se suavizó. "Por favor, no digas nada"
La chica más alta frunció su ceño, estudiándome. "Espero que sepas en lo que te estás metiendo Camila. Y no solo tú. Has pensado en lo que esto podría ser para Adam y Lauren? Como los afectaría?"
Pasé una mano por mi cabello, frustrada. "Esto es una mierda, sabes? Toda esta situación es un desastre."
"Sólo dile" dijo Dinah, como si fuera la cosa más simple del mundo. Respondí a su sugerencia con una de mis miradas asesinas pero la polinesia permaneció calmada. "Camila, esto importa mucho más que tu orgullo, okay? Esto no es solamente una aventura. Tú te vas a casar y amas a alguien que no es tu prometido. Necesitas decirle a Lauren."
Sacudí mi cabeza. Ella no entendía. "Decirle? Decirle qué? Que estoy enamorada de ella? Quieres que me convierta en una de esas chicas desesperadas?" mi voz se rompió, arruinando mi fachada de chica fuerte y Dinah de inmediato se acercó a abrazarme. "Ella no me ama. Ella nunca me va a amar." susurré, sintiendo que la chica feliz del reflejo se escapaba de mí.
Podía ver que Dinah estaba entre la espada y la pared. Supe que ella de ninguna forma iba a poyar lo que Lauren y yo estábamos haciendo- yo estaba engañando a otra persona y eso no era correcto- pero la polinesia no podía traicionarme. Se preocupaba demasiado por mi como para traicionarme.
Ella suspiró, rompiendo el abrazo y mirándome a los ojos. "Te quiero Mila pero no creo que entiendas lo mal que está todo esto."
Bufé, limpiando algunas lágrimas que resbalaron por mi rostro. Yo no tenía cinco años. "Sé lo que estoy haciendo Dinah"
"Oh, en serio?" volvió a cruzar los brazos. "Qué vas a hacer después de que Adam y tú se casen? El va a hacer que ambos se muden a California- sabes eso, no? No estarás en el mismo estado que ella. En dónde deja eso a Lauren? Has hablado con ella sobre lo que van a hacer después de que te mudes?"
"Sí-no" froté mis sienes, mi cabeza comenzaba a palpitar. "No lo sé."
"No lo sabes?"
"El tema no ha surgido Dinah. Nosotras no hablamos mucho de mi futuro con Adam cuando estamos juntas."
"No, claro que no" respondió sarcásticamente. "Ella simplemente va a llegar una mañana cualquiera a la oficina y se encontrará con que te fuiste al otro lado del país. Excelente plan Camila. Muy concreto."
"Lauren sabe lo que es esto" espeté. "Ella sabe cuales son las intenciones de Adam"
"Entonces que estás haciendo? Por qué la vas a hacer atravesar por esto?" permanecí en silencio y ella sacudió su cabeza. "Nunca he visto nada más egoísta. Tú vas a mudarte con tu vida perfecta y la dejarás atrás. Como se supone que eso sea justo?"
Nuestras cabezas giraron violentamente hacia la puerta cuando algunos de nuestros colegas entraron, interrumpiendo nuestra discusión. Era Ashley, nos dio una sonrisa amable mientras se dirigió a uno de los cubículos. Giré hacia Dinah nuevamente y vi su mirada de decepción, salí del lugar, tropezando un poco en el pasillo. Rápidamente caminé hasta mi escritorio, mis ojos buscaban a Lauren.
Ella reía con algo que Mr. Clarke le había dicho, le respondió antes de que nuestro jefe regresara a su oficina. El pensamiento de que lo nuestro terminaría tan pronto me casara con Adam fue suficiente para hacerme sentir enferma, y antes de saberlo, me estaba acercando a ella, noté la forma en la que su rostro cambió de alegría a preocupación al verme.
"Camz? Estás bien?"
Sentí mi pecho oprimirse al notar su preocupación, mis brazos la envolvieron su torso. Su cuerpo estuvo tenso por un par de segundos antes de sentir que me correspondió el abrazo, sosteniéndome cerca.
Solté un suspiro que no sabía que había retenido y apoyé mi cabeza en el hueco de su cuello, su esencia llenó mis sentidos.
"Camz" susurró. "La gente ya comenzó a mirarnos"
"No me importa" dije casi de forma inaudible, las lágrimas amenazaban mis ojos. "Podemos ir a casa?"
"Tengo una reunión-" dejó de hablar cuando la miré, un debate interno se expresó en sus facciones. No pasó mucho tiempo antes que me dijera. "Nos vemos en el carro en unos minutos."
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Me recosté en el carro y me perdí en mis pensamientos. Dinah tenía razón, estaba siendo egoísta al mantener esta relación clandestina entre las dos, pero para ser sincera no podía renunciar a ella de nuevo. Por fin había encontrado una forma en la que podíamos estar juntas sin pelear 24/7 y no estaba lista para dejarlo ir. No estaba lista para dejarla ir.
Pero no era justo- no para Lauren. Incluso si ella no estaba enamorada de mí, sé que se preocupaba por lo que me sucedía. Siempre había sido así. Y sabía que cuando me mudara iba a herirla porque a mí iba a herirme mucho más. De cualquier forma, no podía simplemente renunciar a mi vida con Adam para estar con alguien que no quería una relación conmigo. Adam era un buen tipo. El podía hacerse cargo de mí. Me amaba. Sería estúpida si dejara ir eso... no?
Escuché la alarma del carro desactivarse, los seguros se levantaron y giré para ver a Lauren, quien me observó antes de abrir la puerta y entrar. Seguí sus momentos y me acomodé en el asiento del copiloto, girando mi cuerpo ligeramente para poder quedar frente a ella.
"Estás bien?" me preguntó, sus ojos verdes se derritieron en los míos. "No estás enojada por lo que hicimos hace un rato, verdad?" me enderecé, esperando que se explicara mejor. "Yo no, no podría vivir conmigo misma si sé que te herí o-"
"Laur, no. No es eso" tomé su mano en la mía y las apoyé en mi regazo. "No prentendía preocuparte de esa forma. Sólo quiero ir a casa, me llevas a casa?"
La chica de cabello oscuro asintió, besando mi frente rápidamente antes de conducir hacia la salida del parqueadero. Comenzó a conducir en la dirección opuesta a nuestro apartamento y fruncí el ceño, preguntándole hacia dónde íbamos.
"Te estoy llevando a casa" respondió, riendo ligeramente. "Eso fue lo que me pediste, no es así?"
Rápidamente me di cuenta hacia dónde íbamos. "Oh" El carro se detuvo en un semáforo en rojo y comenzó a cambiar las estaciones de radio. "Quise decir a casa... Nuestra casa"
Su mano se detuvo sobre la radio y accidentalmente la apagó, dejando el auto en completo silencio. Lauren tragó fuerte, saltando un poco cuando el carro que estaba detrás de nosotras le pitó para que se moviera, el semáforo había cambiado a verde. Siguió conduciendo en la misma dirección por un momento más y comencé a pensar que ella estaba decidida a dejarme donde Adam. De repente habló, su voz temblaba un poco. "Estás segura que es una buena idea?"
"No" respondí con sinceridad. "Pero ya no estoy segura de nada"
Me observó por unos segundos, tratando de descifrar qué sucedía conmigo pero sus se desviaron al ver que no pudo. Lauren no entendía que juego estaba yo jugando.
Y yo tampoco.
Minutos más tarde, giró en U sin más y me relajé en mi asiento, feliz de estar con ella. Sabía que necesitaba preservar momentos como este. No iba a tenerlos por siempre.
-
Los fragmentos de vidrio se deslizaban por mi piel, mi visión era borrosa por las lágrimas. A duras penas podía reconocer las dos figuras frente a mí, a pesar de que las había visto en muchas ocasiones. Jadeos de sorpresa llenaron la habitación, el sonido llenaba cada equina antes de sentir que un par de manos me alejaban, previniendo que salvara lo que solía considerar de extrema importancia.
"Camila?" dijo Lauren, sacándome del trance. Estaba de pie frente a la pared donde la foto de las dos solía estar, el recuerdo de mi repentino arrebato emocional regresando a mi mente. La chica de tez blanca se acercó y quedó de pie a mi lado, sus ojos estaban fijos en el lienzo vacío frente a nosotras. "Sabes? Esa era mi foto favorita de las dos. Me enojé mucho cuando Mark me contó que la había roto."
La miré sorprendida. "Mark?"
"Sí. Quizás no debería dejar que alguien que está ebrio todo el tiempo cuide el apartamento" rió.
Mark me había encubierto? Contuve mi incredulidad y respondí. "Ni siquiera sé por qué aún tienes fotos de las dos por ahí" mis ojos se abrieron cuando me dí cuenta de lo que había dicho. Le di una disculpa con la mirada y ella respondió con una sutil sonrisa.
"No, tienes razón" hizo una pausa. "Debería quitarlas"
"Es que no entiendo como puedes dormir con todas esas fotos de las dos rodeándote. Sé que yo no podría."
Lauren me miró de una forma indescifrable y era la primera vez que me sentí como si no supiera con exactitud quien era mi mejor amiga. "De todas formas, ya nunca duermo." su teléfono vibró, haciendo que la conversación se detuviera mientras ella lo sacaba de su bolso. "Disculpa" dijo y se dirigió a su estudio para contestar la llamada.
Mi mirada regresó a la pared en blanco frente a mí. Así debería lucir el apartamento. Cada noche yo iba a una casa sin constantes recordatorios de nuestra fallida amistad y relación mientras Lauren estaba atascada con fotos de nosotras por todo el lugar. Eso debía ser extenuante.
Inhalé profundamente. Aún sentía que pertenecía a este lugar, con ella. Pero no, no era así. No podía sacarlo de mi cabeza. No podía reparar lo irreparable- y ese último era nuestro caso. Sin esperanza alguna, lo recuerdan?
Yo aún significaba algo para Lauren y eso era suficiente. Tenía que ser suficiente.
Mi mejor amiga aún estaba al teléfono, así que me toé la libertad de caminar por el lugar, todo estaba más limpio que nunca. Parecía como si nadie viviera ahí.
Mis ojos se fijaron en la puerta que conectaba a lo que solía ser nuestra habitación y mi mano se posó sobre la perilla por lo que sentí como horas, antes de decidir abrirla. Entre lentamente, ajustándome a la fría sensación que se apoderaba de mi. Algo inusual llamó mi atención, el closet estaba en ruinas. Habían ganchos vacíos, esparcidos por todo el piso y supe que debían ser producto de la visita de Adam de hace unas semanas atrás. No lo podía creer-
"Qué estás haciendo?"
Salté ante la inesperada interrupción, girando para quedar frente a Lauren. Ella estaba de pie, afuera del lugar y con sus brazos cruzados sobre su pecho mientras me observaba. "Lo lamento" dije. "No debí haber entrado"
La mayor caminó rápidamente hacia a mí con una expresión tensa en su rostro. "No tienes por qué disculparte"
Hice una pausa, dejando que el silencio se estableciera entre nosotras. "No has estado aquí desde..." sugerí, sin saber como decirlo.
"Desde que tú me dejaste"
Estaba sorprendida de lo que fue pero asentí. Después de todo, ella tenía razón.
El ambiente regresó al silencio, pero no como solía ser. Era un silencio incómodo. Nos observábamos sin intención alguna de decir lo que necesitábamos. Era algo decepcionante. Nunca había pensado que mi relación con Lauren podría estar así de mal. Nunca pensé en estar frente a frente y que las dos estuviéramos pensando en lo que pudo ser- en lo que debió ser. Se suponía que debíamos estar juntas, pero eramos sólo dos chicas que no tenían idea de lo que estaban haciendo. Pensé nuevamente en mi conversación con Dinah esta mañana, el nudo en la garganta regresó. Cada vez que lo pensaba, sus palabras se volvían más ciertas. Yo estaba siendo egoísta. Lauren nunca pidió nada de esto. Ni siquiera me pidió que diera el primero paso y mucho menos pidió que comenzara una aventura ilícita con ella. Pero yo solo estaba preocupada por mi. La necesitaba... e hice todo por tenerla. Eso fue hasta que me di cuenta lo inalcanzable que Lauren Jauregui era.
Otro par de lágrimas bajaron por mi rostro y las limpié lo más rápido que pude. Estaba cansada de ser la débil.
Lauren frunció sus cejas. "Por qué lloras?"
Reí ligeramente. "No lo sé. Ahora me pasa muy seguido" respiré profundo, estudiando la chica que estaba frente a mí. "Nos extraño" admití. "Y sé que estamos juntas en estos momentos pero no es lo mismo- nunca lo será. Yo... lamento mucho habernos arruinado."
Ella cerró la distancia entre nosotras y me dio un abrazo. "No digas eso. Tú no nos arruinaste, okay?" sentí su mejilla descansar sobre mi cabeza mientras me sostenía cerca a su pecho. "A veces las cosas simplemente no resultan de la forma que queremos."
Traté con cada fibra de mi ser recobrar la compostura. Podía quedarme así con ella por el resto de la vida. "No es justo"
"Nada es justo, nada."
-
Escuchar el latido del corazón de Lauren era mi cosa favorita en el mundo. Mi cabeza descansaba sobre su pecho mientras ambas estábamos acostadas en la cama, su mano acariciaba mi cabello. Me gustaba poder levantar mi mirada y encontrarla ahí. Quería que esta fuera mi vida de nuevo, pero sabía que no era más que un deseo.
Yo jugaba con uno de los botones de la camisa de Lauren mientras estaba perdida en mis pensamientos, de repente la escuché hablar.
"Qué estás pensando?"
"Tú" respondí con mi mirada fija en el botón.
"Qué hay conmigo?" podía escuchar la sonrisa en su voz.
"Estaba pensando en lo mucho que te voy a extrañar" suspiré, incapaz de olvidar en qué terminaría todo lo que estábamos haciendo.
Ella se acomodó un poco y levantó mi barbilla para que nuestros ojos se encontraran. "Extrañarme?"
"Cuando Adam decida que nos mudamos a California." expliqué.
"Oh" ella sonrió, desviando la mirada. "No me gusta pensar en eso."
"Sin embargo, deberíamos pensar en eso"
"No hasta el 6 de Junio" espetó Lauren, mencionando la fecha de la boda.
Me sentí, alejándome de la calidez de su cuerpo. "En serio quieres esperar hasta el día de mi boda para discutir el hecho de que me voy a mudar al otro lado del país?"
"Acaso qué hay que discutir? Te vas a mudar... que, trescientas millas lejos de mi? No hay mucho que hablar, es un hecho."
"Hay mucho que hablar!" grité, furiosa con el hecho de que ella no le diera importancia. "Como por ejemplo... te veré nuevamente después de eso? Vamos a permanecer en contacto?"
"Por qué lo haríamos? Para que así yo pueda subirme a un avión de vez en cuando para hacer el trabajo de Adam en su habitación?"
Estaba sorprendida. Eso era lo que ella pensaba de mi. Esto era de lo que Dinah estaba hablando.... esto era lo que yo había hecho. "No puedo creer que hayas dicho eso."
"Es la verdad, no es así?"
"No!" respondí enojada. "Claro que no lo es!"
Lauren bufó, pasando una mano por su cabello. "No quiero hablar más de esto"
"Bueno, pues yo si quiero!"
"Pues yo no!" no gritó pero vi que estaba cerca de hacerlo. No dije más y me levanté de la cama. "A dónde vas?"
"A casa" entré a la sala y ella me detuvo tomando mi brazo.
"No. Quédate. No tienes que irte" la chica de ojos verdes tomó mi mano, la levantó hasta su boca y dejó un pequeño beso en la palma de esta.
"Vamos a hablar sobre California?"
Cerró sus ojos momentáneamente como si la hubieran golpeado en el estómago. "No podemos hablar de cualquier otra cosa?"
La estudié, observando sus perfectos rasgos. Parecía estar en una total angustia, sus ojos usualmente fuertes y confiados ahora me miraban con dolor. "Qué tan profundo te he herido?" pregunté, un suspiro salió de mis labios. Esta no era la Lauren que yo conocía y todo era mi culpa. Sus labios se abrieron, insegura de cómo responder a mi pregunta y soltó mi mano. "Te llamo más tarde" dije tratando de aliviar un poco la tensión del momento.
Después de eso me dejó ir. Mi mundo estaba girando después de que salí del apartamento. Todo este tiempo pensé que yo era la única que había estado afectada por eso. Pero no era así. Estaba hiriendo sin intención a Lauren, de la misma forma en la que ella me hirió sin intención.
Caminaba por la familiar calle cuando sentí que mi teléfono vibraba en mi bolsillo, lo saqué y encontré un mensaje de Adam.
Adam Russo: Te estoy esperando afuera. En dónde estás?
Mis ojos se abrieron al ver la hora. Mierda, eran las cinco en punto, lo cual quería decir que Adam me estaba esperando fuera de la oficina. Rápidamente escribí una respuesta: Tuve que ir por un café para Mr. Clarke. Estoy regresando a la oficina.
Adam Russo: Apúrate.
Aceleré el ritmo y en unos minutos pude ver su carro. El salió tan pronto me divisó, su expresión era de confusión.
"Te tomaste tu tiempo" Adam hizo una pausa, observándome. "En dónde está el café?"
"Qué?"
"El café" se quedó mirándome como si fuera una idiota. Me sentí como tal. "Estabas trayéndole café a tu jefe"
"Oh, verdad!" reí nerviosamente. "Bueno, de hecho es una historia divertida."
El agitó su mano en el aire para prevenir que hablara. Sabía que mi prometido odiaba escuchar mis historias. "Como sea. Solo súbete al carro."
Rodé mis ojos. Tenía a tremendo caballero conmigo.
-
Me estaba alistando por fin para ir a la cama. Había sido un día horriblemente largo y no podía esperar para dormir y olvidarme de todo.
El vapor de la ducha acariciaba mi piel, descansando en mi pecho descubierto. Cuando me moví para quitarme el pantalón, sentí la tela de la ropa interior de Lauren en mi bolsillo. Suspiré, maldiciéndome por no habérselos devuelto. Los sostuve en mi mano, recordando su expresión de completa lujuria cuando se los había quitado con tanta rapidez. Ella me volvía loca, incluso cuando no estaba cerca.
Escuché que la puerta se abrió y rápidamente los devolví al bolsillo del pantalón, fingiendo que no había notado la presencia de Adam. El se acercó hacia mi y me abrazó por la espalda, envolviendo sus fuertes brazos alrededor de mi pequeña cintura. Me sentí asqueada cuando el inhaló mi aroma, frotando la punta de su nariz contra mi cuello.
"Perfume nuevo?"
Mi corazón comenzó a latir más rápido. Este no era mi perfume. Era tan mala en todo esto de las aventuras clandestinas- llegué a casa oliendo al perfume de la chica con la que me estaba acostando. Bien Camila. "Um, sí" susurré, cubriendo mi pecho. "Te gusta?"
"Huele bien" comentó. "Puedo unirme a ti en la ducha?"
Quise vomitar. "Estoy muy cansada Adam"
"Bueno, resulta que conozco exactamente lo que te quitará el cansando"
Asqueroso. Me encogí un poco para quitármelo de encima, ignorando su resoplido de disgusto y terminé de desvestirme, entré a la ducha. "Estaré en la cama en un momento. Para dormir."
"Lo que digas Camila" bufó nuevamente y tiró la puerta del baño una vez salió.
Suspiré aliviada cuando me dejó sola. Lo que daría por poder ducharme con Lauren en estos momentos.