One and Only

By nathalie-ag

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Traducción del fan fiction "One and Only". Todos los derechos a Hanna, su autora. La historia en su idioma or... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capitulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44 (Final)
Epílogo

Capítulo 25

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By nathalie-ag

Lauren's POV


Tropecé un poco al salir del cuarto de aseo, mis manos se movieron para abotonar la parte superior de mi camisa lo más rápido posible. Mi rostro estaba caliente y mi cabello era un desastre, todo gracias a la hermosa morena que se encontraba detrás de la puerta por la que yo había salido.

Comencé a caminar antes de ser detenida por Rachel, la secretaria con quien salí un par de veces.

"Acaso estoy viendo a Lauren Jauregui toda caliente y alterada?" sonrió, mirándome de arriba a abajo.

"Hace calor aquí, no crees?" comencé a abanicarme, esperando que nadie se diera cuenta que ella tenía razón.

"En este momento, sí." Rachel me coqueteó, sus ojos avellanas se clavaron en los míos. "Extraño verte así. Quién está detrás de esa puerta?"

"Nadie" respondí con calma. "Solo yo"

"Ohh" sonrió. "Sabes? Podría ayudarte con eso. Cual es la diversión en hacerlo tú sola?"

"Quizás. Te llamaré."

"Pero por favor" me guiñó un ojo y siguió su camino, sacudiendo sus caderas a propósito.

Traté de regresar al área dónde estaba mis escritorio también antes de que Camila abriera la puerta, pero fallé cuando escuché a la menor aclarar su garganta. Giré y la vi con sus brazos cruzados sobre su pecho y su labial un poco esparcido por sus labios.

"Disculpa, acaso escuché que dijiste que ibas a llamar a alguien?"

"Hmm" fingí pensar con detenimiento. "No recuerdo haber dicho eso. Creo que deberías ir al médico a que revisen tus oídos."

"Esa es una muy buena idea. Deben estar algo afectados por todos los gritos que estás emitiendo cerca de ellos últimamente." bromeó, una sonrisa presuntuosa se dibujó en sus labios. "Es lindo que pienses que cualquiera puede hacerte sentir de esa forma."

"Pues pasa, que recuerdo perfectamente como Rachel puede hacerme sentir. Y no es mala."

"Oh, en serio?"

"Sí, quizás tú deberías darle una llamada. Oh! Espera, tú tienes esa cosa... como es que se llama? Un prometido?" fruncí mis cejas. "Parece que vas a tener sexo de cronograma por el resto de tu vida, huh?"

Camila sonrió. "Cuidado Jauregui."

Limpié una esquina de su boca, mi labial oscuro desapareció y quedó pegado a mi pulgar. "Cuidadosa? Ese no es mi estilo. Ambas sabemos que soy algo imprudente, en especial al rededor tuyo." sonriendo, regresé a mi escritorio. Camila esperó un poco más antes de seguir en la misma dirección.

No pasó mucho tiempo antes de que todo se sintiera en completa normalidad entre nosotras- bueno, lo que ahora considerábamos normal, lo cual se limitaba a cortas conversaciones y una relación netamente profesional. El aspecto amistoso, por su parte, no era muy prominente por estos días, considerando que aún estábamos muy enojadas con la otra. Sin embargo, eso no nos detuvo para escaparnos por momentos en el trabajo. Esta aventura clandestina entre nosotras llevaba casi una semana y preguntas sobre lo que significaba, no eran bien recibidas.

Nos habíamos vuelto bastante creativas con los lugares, considerando que no podíamos ir a la casa de Adam y a ella no se le permitía estar en el apartamento. Sin embargo, no nos quejábamos. Los únicos momentos en los que estábamos cerca era durante nuestros encuentros fugaces. Parecía que habíamos olvidado cualquier cosa mala que pasara entre nosotras... eso o simplemente decidimos ignorarlas. Era muy difícil resistirnos a la otra. Nunca había experimentado tanta falta de autocontrol en mi vida.

Estar en secreto con ella eran la mejor y la por cosa que podían pasar en mi vida. No podía renunciar a ella porque sin importar lo mucho que quisiera, a ella la quería mucho más.

Nunca se sintió como sexo casual, a pesar de lo mucho que tratamos que así fuera. Ella me quería, me deseaba, pero no estaba segura de que me amara. Sabía que me necesitaba y eso era lo que nos mantenía en esta rutina.

"Acaso esa personas que veo es Lauren?"

Fui sacada de mis pensamientos para encontrarme con Ally, Normani y Dinah al lado de mi escritorio.

"Chica, creo que últimamente no te he visto en tu escritorio por más de cinco minutos." dijo Normani.

Dinah se apoyó contra mi escritorio, acomodando su cabello sobre sus hombros. "Prácticamente tuvimos que correr hasta aquí para encontrarte"

"Sí, lamento estar tan desaparecida. Richard me tiene haciendo todo tipo de cosas sobre la compañía en los pisos de arriba."

"Así que ahora lo llamas por su nombre, huh?" Dinah levantó sus cejas.

"Sí. Me costó un poco acostumbrarme." compartimos una pequeña carcajada, todas pensando en nuestro rígido jefe.

"Estas ocupada para el almuerzo? Podemos aprovechar y ponernos al día." sugirió Ally.

"Hmm, déjenme revisar- sí, siempre" respondí con rapidez. Moría por hablar con otra persona que no fuera Camila. Si es que lo que hacíamos se puede considerar como una charla.

"Perfecto! Podemos ir a ese restaurante en Madison. Está teniendo muy buenas reseñas." Normani me sonrió. "Te suena la comida italiana?"

Asentí, Dinah intervino. "Quizás, si tenemos suerte, alguna de las ex-novias de Lauren trabaje ahí."

"Y por qué se supone que eso es tener suerte?" pregunté.

"Uh, a ver, comida gratis!"

Reí, había extrañado las bromas de Dinah. Me levanté para tomar mis cosas e ir a almorzar.

"Aw, yo quiero ir."

Las chicas y yo giramos, encontrándonos con Camila y un exagerado puchero en su rostro.

Normani entrecerró sus ojos. "Acaso Adam no va a venir a almorzar contigo?"

"Adam va a venir?" interrumpí. "Aquí?" Normani asintió y miré a Camila con toda la frialdad que pude. Como no fue capaz de advertirme? Que tal que se apareciera cuando yo aún estuviera aquí? "Vamonos!"

Las chicas y yo comenzamos a salir y en el camino invité a Rachel para que fuera con nosotros, no sin antes mirar a Camila por un par de segundos. Dos podían jugar este juego.

-

Tan pronto llegamos nos asignaron una mesa, resulta que una de mis ex-novias era la anfitriona del restaurante. Rodé mis ojos al escuchar que Dinah pensaba que la coincidencia era divertidísima.

Una vez estuvimos sentadas, la más alta del grupo me sonrió dulcemente. "Entonces... como van las cosas entre Mila y tú?"

Estreché mis ojos, notando como todas me miraban fijamente. "Para eso me invitaron a almorzar?"

Ally jadeó, "No! Claro que no. Fue porque te extrañábamos." arqueé una ceja, sin creer sus palabras. "Bueno, quizás sí, en parte fue por eso." admitió. Suspiré, preparándome para lo que sería la siguiente hora.

"Okay, no puedes culparnos por preguntar y para ser sinceras, la forma en la que reaccionaste ante la noticia de Adam yendo a la oficina, solo aumentó nuestra curiosidad!" Normani trató de defenderse.

Bufé. "Yo no reaccioné mal."

"Oh, no te hagas la tonta. Sí, lo hiciste" dijo Dinah.

Encogí mis hombros, fingiendo leer mi menú. "No sé que quieren que les diga."

Ally se acomodó en su asiento. "Bueno, que es lo que está pasando entre ustedes dos?"

La pregunta me puso nerviosa, especialmente cuando Rachel me había visto salir del cuarto de aseo esta mañana. La observé por un momento, la chica observaba la conversación sin atreverse a interrumpir, entonces me concentré en Ally. "A qué te refieres? Camila está comprometida"

"Lo sabemos" respondió Normani. "Aún son mejores amigas o qué?"

Me contuve de suspirar aliviada ante la inocente pregunta, en su lugar, me mostré relajada. "No estoy segura. Camila aún está muy enojada conmigo."

"No puedo creer que se vaya a casar con ese tipo" dijo Rachel. "Vas a tratar de recuperarla?"

Consideré la pregunta antes de responder. "...No. Eso es algo bueno para ella- Establecerse y casarse con Adam. Por fin va a poder tener lo que quiere. Conmigo nunca lo iba a lograr."

"Pero no crees que aún te ama?" preguntó la secretaria.

Todas giraron a verme, un nudo se formó en mi garganta. "No, no creo. Y si así fuera, ya no importa porque ella siguió adelante y yo también."

"Con quién?" preguntó Ally.

"Qué?"

"No dices que seguiste adelante? Acaso sales con alguien?" preguntó la chica de piel oscura.

Incómoda con la respuesta, susurré. "No, aún no." pude notar como todas me miraron con algo de lástima en sus ojos. "Saben? De haber sabido que este almuerzo era solo una fachada para que ustedes pudieran indagar sobre mi inexistente relación con Camila, no hubiera venido."

"Lo sabemos, fue por eso que no te dijimos" afirmó Normani.

"Aún tienes sentimientos con ella?" espetó Rachel. "Quiero decir, esto debe ser duro para ti. Por cuanto tiempo estuvieron juntas? Y ella ya está comprometida de nuevo, como si lo suyo no hubiera significado nada para ella." las demás chicas parecían sorprendidas ante la audacia de sus palabras, pero continuó. "Todos sabemos que ella no era una chica casual. Por Dios, ella fue la razón por la que tu me dejaste. No puedes haberla superado así como así. Acaso no quisieras aún estar con ella?"

Sentí como las lágrimas quemaban mis ojos y amenazaban con caer, estaba enojada. Quién se creía Rachel para decir todo eso. "Yo no tengo sentimientos por nadie. Creo que ya tuve suficiente de lo que se supone que debía ser esto" me levanté de mi asiento y salí corriendo del lugar, escuchando a lo lejos como las tres chicas comenzaron a gritarle a la secretaria.

Traté de calmarme una vez me subí al carro, pero aún estaba muy irritada. Agarré con fuerza el volante mientras conduje de vuelta a la oficina, pensando en la conversación. Estaba avergonzada de lo patética que resultaba, estaba- enamorada de una chica que iba a pasar el resto de su vida con alguien más- y estaba indignada de que las demás personas pudieran notarlo.

Una vez llegué a la oficina, conduje hasta el parqueadero y descansé mi frente en el volante una vez apagué el auto. No parecía poder calmarme. Yo no era así, por tanto nunca necesité mecanismos para controlar mis emociones. Rápidamente observé mi reflejo en el retrovisor para ver si alguna lágrima se había escapado, me sentí aliviada al ver que mis ojos estaban secos. En el reflejo mi a alguien conocido y giré hacia la ventana. Afuera, Camila estaba agitando su mano para despedirse de Adam, quien estaba en su carro y se iba alejando de la oficina. Los vi con una expresión amarga, molesta de que él pudiera visitarla cuando quisiera, sin preguntas, me molestaba que ella pudiese dormir con ella, despertar a su lado y hacer cosas que las dos solíamos hacer. El no se merecía todo eso y no estaba segura si yo lo hacía, pero lo que sí sabia es que me lo merecía mucho más que él.

Salí de mi carro y me acerqué a ella, observando como giró para mirarme y sonrió.

"Te divertiste sin mi?" preguntó inocente, mordiendo su labio inferior sin tener consciencia del gesto.

No respondí, en su lugar, la tomé del brazo y la llevé conmigo de vuelta a mi auto. Abrí la puerta de atrás y la empujé para que entrara, yo entré enseguida y cerré la puerta.

"Lauren?" dijo Camila un poco desorientada.

"Cállate" gruñí y choqué mis labios con los suyos. Me subí a su regazo, mis rodillas estaban en cada uno de sus costados en un intento de abatir mis frustraciones.

Ella se apartó con sus ojos abiertos en sorpresa. "Estás bien?"

"No quiero hablar de eso" fruncí el ceño, inclinándome nuevamente pero ella me detuvo una vez más.

"Qué sucedió?" preguntó.

Gruñí, supe que esto no iba para ningún lado. "Olvídalo." dije y traté de moverme para quitarme de encima suyo pero Camila me mantuvo en sobre ella, sus ojos estaban llenos de preocupación.

"Okay, okayl. No tenemos que hablar." murmuró. Me encontré con sus ojos y las lágrimas regresaron. "No tenemos que hablar, okay?" repitió.

"Okay" asentí en un no muy audible susurro.

Camila me sonrió antes de capturar mis labios con los suyos, estableciendo un ritmo lento entre nosotras. Sus caricias eran tiernas y sinceras, su pulgar acariciaba mi mejilla de una forma delicada. Por un segundo, sentí que nada de lo que estábamos haciendo estaba mal. Se sentía bien. En este momento yo no era 'la otra'. En este momento, me amaba a mí y no a Adam; estaba conmigo en vez de estar con Adam. Y lo apreciaba, la apreciaba.

Quería decirle que la amaba; quería gritarlo desde el techo de todos los edificios pero sabía que no era posible. Ella por fin tenía su vida en orden- bueno, casi- y no quería ser la razón por la cual arruinara todo lo que había conseguido. Pero si algo sabía con total certeza es que yo era la que no podía vivir sin Camila Cabello.

Sentía mi ira desvanecerse cada vez que ella estaba en mis brazos. No había forma en la que pudiera estar enojada con ella cuando me besaba como si yo fuera la cosa más preciada en su vida. Entre más me besaba, menos me preocupaba Adam y cuando la sentí sonreír contra mis labios, me olvidé de él. Yo estaba en otro mundo: uno en el cual Camila aún era mía y yo aún era suya.

Demasiado pronto para mi gusto, oímos algunos murmullos y pasos aproximándose. De repente rompí el contacto, mis ojos encontraron a un grupo de colegas fumando juntos cerca del carro. Una vez más me moví para salir de su regazo y esta vez Camila me dejó, a pesar de que tenía una expresión de molestia ante la interrupción.

"Supongo que nos vemos adent-"

"Adam no está en casa" espetó Camila.

"Qué?"

Mi ex-novia aclaró su garganta, relajándose un poco. "Adam está en una reunión. Dijo algo así como que se demoraría horas" no me miraba, obviamente nerviosa ante lo que estaba proponiendo, sus ojos estaban fijos en el asiento de enfrente, sus manos estaban entrelazadas sobre su regazo. "Nosotras podíamos, um, salir temprano de la oficina e ir a su casa"

"Yo..." hice una pausa, considerando la oferta. Camila quería que dejara mi trabajo para ir a la casa de su prometido a continuar con nuestra aventura ilícita. Traté de razonar en mi interior; de hablar conmigo misma para hacer lo correcto- "Okay" dije casi en un susurro. Para ser sincera, estaba un poco sorprendida con mi comportamiento, había aceptado sin decir más. Esto iba un paso más allá de los límites y no podía creer que estaba dispuesta a dar ese paso solo para estar con ella.

Camila tomó mi mano en la suya, aún mirando al frente. "Okay."

-

El trayecto hasta su casa fue silencioso, ninguna de las dos tuvo el coraje suficiente para hablar. Sentí como si este fuera el punto en dónde lo que estábamos haciendo iba a ser oficial. Tendríamos que aceptar que ella estaba teniendo una aventura conmigo, que estaba engañando a su prometido. Esta era la primera vez que íbamos a reconocer esa idea y para ser sincera, mi pecho se apretó un poco al pensarlo.

Pero esas preocupaciones no parecían importar ahora que estaba en la cama de Adam con su prometida. La tenía temblando debajo de mi cuerpo, mis labios adoraban cada centímetro de su pecho que no estaba cubierto por la ropa. Su falta estaba arremangada en su cintura y mis dedos estaban enterrados en su centro, moviéndose en la forma perfecta para hacerla enloquecer. Sabía que estaba cerca por la forma en la que sus piernas temblaban, sus gemidos incrementaban en volumen cada vez que se escapaban de su boca.

El sonido de alguien abriendo la puerta de la casa llegó a nuestros oídos, mi mano se detuvo por un segundo antes de decidir que era hora de que Camila alcanzara el clímax. Sus ojos se abrieron al darse cuenta de lo que yo estaba haciendo, su mano se posó sobre su boca rápidamente para tratar de silenciarse.

"Camila?" la voz de Adam resonó. Debió haber visto el bolso de la menor. "Estás en casa?"

Sus ojos rodaron a la parte trasera de su cabeza mientras el éxtasis se apoderaba de su cuerpo y con un solo movimiento más mi nombre salió de su boca. Escuché los pasos de Adam acercándose a la habitación, salté para ponerme de pie y de inmediato corrí a esconderme en el closet. Por la pequeña ranura que quedaba entre las dos puertas, pude observar a Camila bajarse la falda y sentarse, cruzando sus piernas y arreglando un poco su cabello.

Adam abrió la puerta de la habitación y dejé de respirar.

"Qué dijiste?" le preguntó refiriéndose a mi nombre, el cual su prometida había gritado minutos atrás.

"Nada" respondió rápidamente. "Fue el TV" él frunció el ceño, haciendo un gesto en dirección al aparato electrónico que estaba apagado. "Yo, uh, lo apagué antes que entraras. Cuéntame, qué haces aquí tan temprano?" preguntó, casi sin aliento.

"Reprogramaron mi reunión" el chico hizo una pausa, observándola fijamente. "Qué haces tú en casa tan temprano?"

La morena titubeó, tartamudeando un poco mientras inventaba una excusa. Froté mis sienes, rezando para que ella dijera algo, pero fui sorprendida cuando Adam continuó con sus preguntas.

"Estás bien Camila?" dijo estudiándola. "Estás toda sudada"

Ella se sonrojó, "Sí, estoy bien. Hace un poco de calor aquí."

"Nunca te he visto así antes."

Cubrí mi boca, incapaz de contener la pequeña risita que se escapo ante su comentario y el giró su cabeza en mi dirección. Mi corazón se detuvo.

Camila se levantó de inmediato "Sabes? Tu madre llamó para hablar de los planes de boda otra vez. Quiere que la llames tan pronto como te sea posible"

Por fortuna, él desvió su mirada del closet donde yo me estaba escondiendo y se dirigió a ella. "Muy bien. Haré eso ahora mismo. Ven conmigo; también es tu boda."

La morena asintió. "Iré en un momento."

Adam le dio un pequeño beso en los labios antes de salir de la habitación, su voz llenaba la casa mientras el hablaba con su madre.

La puerta del closet se abrió y me encontré con mi ex-novia y una mirada asesina. "Casi te descubren!" susurró.

No pude evitar reír, su expresión se suavizo tan pronto escucho mis carcajadas. "Lo lamento! Pero como puedo no reírme cuando básicamente él admitió que nunca te ha visto después de un orgasmo? Y quizás nunca lo haga, pobre tipo."

Camila rodó sus ojos en broma y se acercó para besarme. "Para eso estás tú aquí." me guiñó un ojo.

Fruncí el ceño ante su comentario, esa afirmación me hizo sentir incómoda. Ella tenía razón; yo solo estaba aquí para llevarla a esa cima que Adam no podía, pero estaba mal que me gustara pretender que eramos algo más que eso? "Debería irme"

"No!" se quejó. "Quiero que te quedes."

"No creo que esa sea una buena idea. Qué pasa si Adam nos escucha?"

"No tenemos que tener sexo. Podemos pasar el rato, como solíamos hacerlo."

Pasar el rato? Ella quería pasar el rato conmigo mientras Adam estaba aquí? Por Dios, yo me estaba escondiendo en el closet de su prometido. Y pensé que estaba aquí solo para hacerla olvidar que él existía. Eso era todo lo que yo significaba para ella, no? "Según tú, yo solo estoy aquí para satisfacer tus necesidades."

Eso llamó su atención y se aseguró de mantener el contacto visual conmigo. "Sabes que eso no fue lo que quise decir."

"Qué quisiste decir entonces?" me burlé, sacudiendo mi cabeza. "Sabes qué? Eso ya no importa. Debería irme a casa- quiero irme a casa, así que, asegúrate que esté despejado. No quiero que tu prometido sepa que yo estaba aquí haciendo su trabajo, me colaboras?"

Camila agachó su cabeza, se veía un poco apenada por lo que me había dicho, pero de todas formas me llevó hasta la salida, asegurándose frecuentemente de que su novio no fuera a descubrirnos. Una vez llegamos a mi carro, ella se inclinó. "Conduce con cuidado."

"Eso haré. Que te diviertas planeando tu boda" dije amargamente, concentrándome en la carretera y dándole una sonrisa forzada.

Ella se retiró de la ventana, cruzando sus brazos sobre su pecho y asintiendo ligeramente como si supiera que se merecía lo que le había dicho. Eso me hacía querer saltar del carro, abrazarla y decirle lo mucho que lamentaba haber dañado nuestra relación, pero en lugar de eso conduje hacia mi casa, forzándome a no mirarla por el retrovisor.

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