Camila's POV
Observé mi reloj nuevamente, por lo que se sintió como la millonésima vez esta noche: Lauren llegaba tarde. El reloj era un regalo de ella, algo así como una disculpa por nunca estar a tiempo. Qué irónico.
Estaba a punto de llamarla, cuando una mujer de más o menos mi edad se sentó frente a mí, una sonrisa estaba presente en su perfecto rostro. Se me hacía un poco familiar, pero no podía recordar con exactitud de dónde.
"Estás saliendo con Lauren Jauregui, verdad?"
"Oh" ahí estaba, una ex. "Sí"
Sus ojos estaban inundados con diversión mientras ella descansaba su barbilla en su mano. "No durará."
Mis ojos se abrieron ante su franqueza y me pregunté si quizás había escuchado mal. "Disculpa?"
No se molestó en repetir lo dicho, en lugar de eso me miró de arriba a abajo. Con un ligero movimiento de cabeza, se encontró con mis ojos nuevamente. "Qué tienes tú que yo no tenga."
No pude evitar sentir eso como otro golpe a mi confianza. La chica era completamente impresionante, obvio, como todas las ex-novias de Lauren. No respondí, en lugar de eso, miré incómodamente hacia la puerta y recé para que Lauren apareciera.
La desconocida tomó mi falta de palabras como una invitación para hablar de nuevo. "Espero que sepas que planeo hacer todo lo que esté en mis manos para que regrese conmigo."
Ahora sí estaba enojada y decidí hablar. "Lauren tiene una regla- nada de exes"
La chica sonrió poderosamente, como si me encontrara la competencia menos amenazante del planeta tierra. "Estoy segura que tenía una regla para ti también- no roomates. E incluso, si ella no me quiere de vuelta, querrá a alguien más- alguien nuevo. Así es ella. Tu tiempo se está acabando querida. No soy la única chica dispuesta a pelear por su corazón." la desconocida se levantó, aburrida con la conversación. Parecía una super-modelo y con la historia de Lauren, no dudaba que así fuera. "Sé que ella te hace sentir especial, como si fueras la única chica para ella, pero no hay nada especial en ti, roommate- ella solía llegar tarde a nuestras citas también. Cuando llegue, asegúrate de decirle que Lea le manda saludos... si es que llega." rió, tomó su cartera y salió del lugar.
Sentí un remolino de ira e inseguridad llegar a mí y me dí cuenta lo mucho que odiaba cuando esos dos sentimientos se mezclaban. Cómo se atrevía a venir a hablarme de esa forma? Pero tenía razón. Necesitaba estar preocupada. Habían montones de chicas sexys tratando de tener a mi chica y yo solo era una vieja amiga. Qué tanto tiempo tenía antes de que ella se diera cuenta de lo que se estaba perdiendo- antes de que ella se cansara de estar con la misma chica promedio?
Mis cabeza estaba enterrada en mis manos cuando escuché su voz.
"Camz? Estás bien?"
"Llegas tarde" murmuré.
La escuché suspirar, colocando su bolso en el piso y sentándose en la mesa. "Lo sé, lo lamento mucho. Te lo compensaré, okay?"
"Ok" levanté la mirada, sintiéndome estomacalmente enferma de lo nerviosa que estaba. Sus preocupados ojos verdes me miraron, la suave luz que nos rodeaba golpeó sus irises, quitándome el aliento.
"Estás segura que estás bien Camila?"
"Estoy bien." coloqué mis manos en mi regazo, así ella no podía verme jugando nerviosamente con ellas y miré alrededor para asegurarme que su ex-novia ya no estuviera por ahí.
"Esperas a alguien?" preguntó Lauren.
Mis ojos se posaron en ella, mi garganta se secó. No podía decirle lo que acababa de suceder- eso sería demasiado vergonzoso para mi. "N-no"
"Entonces, qué pasa?"
"Ya te dije que estoy bien." miré a mi lado, casi segura que había visto a la chica por el rabillo de mi ojo.
"No, no lo estás."
El alivio se apoderó de mi al ver que no era ella, pero la sensación fue remplazada de inmediato por celos cuando vi que la chica miraba a mi novia como si fuera parte del menú. "Disculpa?" dije, la chica me observó y luego regreso su vista a la comida, con un profundo enrojecimiento en su rostro.
Lauren me miraba boquiabierta, tomando mi mano para obtener mi atención. "Okay, qué carajos está pasando?"
"Nada. Cómo te fue en tu reunión?" pregunté, tratando de desviar la conversación.
Mi novia comenzó a hablar mientras yo regresé a escanear el lugar. Cuántas personas le echaban vistazos a mi chica sin que yo lo notara? No podía concentrarme en lo que ella estaba diciendo, mis ojos se fijaron en el chico del bar, la chica con sus amigas, el esposo con su esposa, el mesero- todos la estaban mirando. Sonreí, interrumpiéndola. "Siento que ni siquiera podemos salir a comer sin, algo así como, cincuenta personas mirándote con ganas. Acaso no saben que eres mía?" la última parte la dije un poco más fuerte de lo normal, esperando que las personas a nuestro alrededor escucharan.
Lauren rodó sus ojos, entendiendo finalmente qué estaba sucediendo. "Cómo se supone que van a saber que soy tuya si toda tu atención está en ellos en vez de estar en mí?"
"Te estoy prestando atención."
Bufó. "Oh, en serio? Qué fue lo último que dije?"
Miré al tipo del bar como si lo fuera a matar. No podía quitarle sus ojos de encima. "Puedo ayudarte?" él rápidamente desvió la mirada. Mirándonos disimuladamente una vez más, mantuve mis ojos en él hasta asegurarme que su mirada estuviera en otra parte.
"Camila!" dijo Lauren con un poco de molestia.
"Qué?"
"Esto es increíble. No puedo creer que te estés comportando así."
"Sólo intento asegurarme que nadie tenga la oportunidad de enamorarte."
"Bueno, creo que no necesitas asegurarte de eso. Si confiaras en mí, eso no sería un inconveniente"
Gruñí, ofendida porque trajo el tema a colación. Si quería hablar de eso ahora, está bien. "No es cuestión de confianza Lauren. Es cuestión de que sé que has estado con muchas chicas que son mejores que yo: más bonitas, más sexys, con mejores cuerpos. He visto a esas chicas Lauren. Te aceptarían de vuelta en cuestión de segundos- podrías dejarme en cualquier momento por cualquiera de ellas... han entrado y salido de tu habitación muy fácilmente. Sabiendo que son mejores que yo pero que duraron tan poco contigo, me asusta."
Lauren procesó lo que acababa de decir y no parecía muy contenta al respecto. "Yo he visto a esas chicas Camila y no tienen nada a su favor que no sea su apariencia. Realmente piensas que soy así de superficial? Que el aspecto de una persona es lo único que me importa? Crees que me la paso escuchando los problemas de las demás personas solo para meterme en su cama? Eso es todo lo que soy para ti? Una zorra?" sacudió su cabeza, cerrando sus ojos por un momento para poder calmarse. "Esas chicas han entrado y salido tan fácilmente de 'mi habitación' por diferentes razones."
"Y yo no lo he hecho!" afirmé, incapaz de comprender el por qué. "Yo me he quedado!" ella encogió sus hombros en respuesta. "Por qué? Por qué seguir conmigo cuando hay tantas otras por ahí?"
"Porque tú me importas!" se levantó, atrayendo la atención de las demás personas que se encontraban en el restaurante. "Y porque tengo sentimientos por ti! No ha habido nadie mejor que tú Camila. Nadie antes que tú por quien yo realmente haya sentido algo. Así que no te sientes ahí a decirme que estás asustada de que vaya a volver con alguna chica de mi pasado solo porque piensas que es mejor que tú. Tú las sobrepasas a todas. Yo siento algo por ti, y es la primera vez que siento esto por alguien. Puedes tú decir lo mismo?" tragué pesadamente, incapaz de hablar. "No puedes! Tú estabas comprometida. Sí, yo dormí con varias personas- pero nunca me gustaron como para pensar en casarme con ellas. Tú me gustas y eso debería ser todo lo que importa, pero no es así. Ya eso no importa. Tú haces que esto gire alrededor de los celos y la falta de confianza, qué tipo de relación es esta?" me miró por última vez antes de salir del lugar, dejándome sola en la mesa. Avergonzada con la cantidad de gente que me estaba observando, caminé hasta el baño para tratar de recomponerme. Sentía que no podía respirar, como si no tuviera suficiente aire. Eso fue una pelea? No lo sabía- ella ni siquiera me gritó, así que, técnicamente no lo era. Técnicamente, podía ir a casa, acurrucarme con ella y olvidar que todo esto había sucedido, o no?
O no?
Bufé, observando mi reflejo en el espejo. Qué carajos estaba pensando? Sabía lo delicada que era Lauren cuando sentía que yo no confiaba en ella. Pero para ser honesta, no podía evitarlo. No podía creer que aún saliamos. Esto no era un sueño- mi novia era Lauren Jauregui. No podía aceptar eso, aceptar que yo era suficiente para ella.
Me lavé un poco la cara, tratando de deshacerme de la incertidumbre de no saber lo que me esperaba al llegar a casa. Mierda, pensé. Era ahora o nunca.
-
Cuando cerré la puerta de mi apartamento, me recosté sobre ella, preparándome para lidiar con el ánimo en el que estuviera Lauren. Sabía que nunca se enojada conmigo, así que eso me hacía sentir un poco mejor, pero no sabía que haría si ella estuviera tan molesta como para no hablarme, como sucedió la última vez.
Caminé hasta su estudio y me recosté contra el marco de la puerta- no pensé que fuera correcto entrar e interrumpir. Estaba escribiendo, como de costumbre y se negaba a levantar la vista y reconocer mi presencia. "Lo lamento" suspiré, "Por favor, no estés enojada."
"No estoy enojada contigo" murmuró, sus ojos aún fijos en su diario.
"Tú estás enojada por algo" Lauren permanecía callada y giré, incómoda. "Lauren..."
Sus ojos esmeraldas se encontraron con los míos, había un atisbo de resentimiento en los suyos. "Qué quieres que diga Camila? Que estoy enojada por como salió la cena? No estoy enojada por eso."
"Entonces por qué estás enojada?"
"Estoy enojada conmigo misma"
Hice una pausa, sin comprender sus palabras. "Por qué?"
"Estoy enojada por dejar que esto pasara. Que nosotras pasáramos."
Y ahí estaba de nuevo- esa familiar punzada de dolor en mi pecho. "Dijiste que no te arrepentías."
Lauren no se molestó en responder a mi comentario, en lugar de eso, dejó su lapicero para darme su total atención. "Míranos Camila. No recuerdas cómo solíamos ser? No recuerdas cuando podíamos pasar más de un día sin discutir por algo? Ya no somos así. Nos... nos hemos venido a menos."
"Qué se supone que significa eso?" sentí que mi tristeza era reemplazada con furia. Nos vinimos a menos?
"Estamos arruinando nuestra relación." dijo simplemente. "No solo eso, también estamos arruinando nuestra amistad. Dime, Camila. Cuánto más puedes soportar esta constante nube negra sobre nuestras cabezas? Porque para ser sincera está comenzando a incomodarme. No lo ves? Cada vez que estamos juntas es como si esa inevitable sensación de preocupación y pánico se apoderara de mí. Me preocupa nuestro futuro- acaso tenemos uno? Siempre pensé que sí, pero ahora no estoy muy segura al respecto." escuché su discurso, como si hubiese estado conteniendo todo esto por semanas. "Me da pánico perderte- estaremos juntas otro año, un mes, o una semana? Y Dios, ni siquiera sé como arreglar todo esto. No sé que puedo hacer."
"Quizás si me dijeras como te sientes, no tendríamos tantos inconvenientes!" respondí disgustada.
"Estoy intentándolo. Yo no soy como tú Camila. Yo no tengo todo resuelto. Nunca he tenido un plan para mi vida."
"Oh, lamento mucho haber llegado y arruinarte eso. Lamento mucho hacerte pensar sobre tu futuro."
Lauren hizo una pausa y pude ver que hacía su mejor esfuerzo por no hacerme enojar. Demasiado tarde. "Al menos tienes con quién hablar cuando estás perdida o confundida. Yo no tengo eso- no puedo simplemente llamar a mi papá, a mi mamá o a mi hermana para pedirles ayuda. Nunca debimos haber hecho esto- sabía que era una mala idea."
"Lauren, tú aún me tienes! Yo aún estoy aquí para ti!"
Frunció su ceño, mirándome como si fuera el ser humano más frágil y ella no pudiera soportar romperme de nuevo. "De nada sirve si tú eres mi problema."
Lo sentí- sentí como si sacaran todo el aire de mis pulmones. "Eso es lo que soy?" pregunté. "Un problema?"
"No! No quise decir-" mi novia suspiró, frustrada. "Sólo estoy diciendo que no puedo resolver nada contigo. Nunca más."
El primer par de lágrimas comenzaron a formarse en mis ojos, amenazando con escapar si esto iba más lejos. "Entonces qué? Que se supone que haga mientras espero que resuelvas todo y aclares tu mente?" estaba muy enojada- muy ofendida. Lauren me trataba como si yo fuera una carga, como si yo hubiese llegado y arruinado toda su vida.
"No lo sé, pero quizás... quizás deberíamos parar con todo esto. Toda esta cosa se está apoderando de ti, sé que siempre has tenido problemas de autoestima pero nunca han sido tan pronunciados." hablaba tan rápido que a duras penas podía entenderla. "Tú no crees que yo pueda serte fiel o estar contigo y eso no está bien. No quiero ser la causa de eso. No voy a permitir que te estés en una relación conmigo si es así como te sientes."
"Oh, no voltees las cosas, no me eches la culpa!" grité. "Esto es por tí! Tú y tu maldito miedo al compromiso!"
Pude ver que había golpeado un punto sensible, la ira que se encendió en ella, era la misma que había estado tratando de enterrar. "No comiences" dijo apretando sus dientes.
"Creo que ya es tarde! Admítelo Lauren. Eres una cobarde, ni si quiera puedes estar con alguien por más de un par de meses!"
Se levantó, echando humo. "ME QUEDÉ CONTIGO!" gritó. Mi corazón se detuvo, mis ojos se abrieron en sorpresa- ella nunca me había gritado. "Durante siete años he estado contigo! Tú eres la única persona por la que me he preocupado Camila y vas a venir a decirme que estoy terminando esto porque soy algún tipo de zorra que no puede estar en una relación con alguien sin poder dejar de querer acostarse con otros? No te he dado razones para pensar ese tipo de cosas y aún así es lo único que crees! Crees que te voy a engañar y que voy a dejarte, porque esa es la egoísta y promiscua persona que piensas que soy. Le tengo miedo al compromiso? Mírate a ti misma!" yo simplemente la observaba en absoluto shock. Esta chica- la misma que nunca, en todo el tiempo que llevo de conocerla, me había levantado la voz- ahora me estaba gritando. "Estoy terminando esto porque no puedo soportar en lo que se ha convertido! Quiero que seas capaz de volver a confiar en la gente Camila- yo no seré la causa de tu confusión interna, y tú no serás la causa de la mía."
Agité mi cabeza, encontrando la fuerza necesaria para hablar. "No puedes hacer esto."
"Y por qué no?"
Me encontré con sus ojos, una expresión suplicante se dibujó en mi rostro. "Tú sabes por qué"
"Estoy haciendo esto por nuestro bien." dijo, ligeramente calmada.
"Y yo no tengo opinión en esto?"
Lauren me dio su mirada asesina. "Creo que tú ya dijiste suficiente."
Permanecí en el marco de la puerta. Observándola sin poder creer lo que estaba sucediendo. Esto no... eso no.. nostras no...
Habíamos terminado, no? No. No. Todo había sucedido muy rápido- no había durado lo suficiente. No la tuve por el tiempo suficiente. Estábamos juntas. Hace diez minutos ella era mía. Ahora qué? Todo se iba a la basura, así como así? Quería gritar- quería que supiera que no podía dejarme así no más. No me podía herir así no más.
Pero cuando le devolví la mirada, noté que yo no era la única herida aquí. No podía hablar. No podía hacernos pasar por más dolor esta noche. Así que permanecí en silencio. No dije una palabra, simplemente la dejé sola y recé a Dios porque todo esto pudiera arreglarse en la mañana.
Qué tan ingenua estaba siendo?