Epifanías de media noche

7. Scott Davis.

Desde hacía días Scott no dejaba de pensar que no debió mentirle a su mejor amigo. Definitivamente su madre quería que estuviera en casa antes de que oscureciera, pero la verdadera razón para abandonar la casa de Josh después de la cita con el médico, fue que sabía que terminaría con Valerie.

Hazel tenía razón; no necesitó más de dos días para volver con ella. En cambio solo pasaron horas desde que se lo había dicho. Y desde ese día habían decidido regresar, lo cual a su melliza no le gustó para nada.

Desde esa tarde, los mellizos habían tenido las constantes peleas que Scott ya había olvidado. Hazel recordándole que Valerie no debería seguir siendo su novia, y Scott contraatacando con que dejara a Peter.

-No quiero volver a ver a Valerie todo el día metida en esta casa- dice Hazel mientras come su cereal.

-Yo nunca te he prohibido traer a Peter.

- ¡Porque no me ha hecho nada! ¿Te das cuenta de cómo es ella?

Scott frunce el ceño y se levanta para dejar su plato ya vacío en el lavabo. Definitivamente no iba a terminar esa conversación.

- ¿A dónde vas?- grita Hazel al ver que su hermano sale de la cocina.

El chico no responde, solo toma su chaqueta y al verlo dispuesto a irse Hazel se pone de pie para seguirlo.

- ¿No piensas llevarme?

Scott se da la vuelta para mirarla; lleva el ceño fruncido y los puños apretados, incluso parece indignada. Pero no era la única molesta.

-Dile a mamá que te lleve, no creo que quieras compartir el auto con Val- toma las llaves y sale de la cocina lo antes posible.

Camina por el pasillo dejando sola a su hermana y por fin sale al garaje sintiendo toda la rabia que le provoca pelear con Hazel.

Ella seguía creyendo que Valerie había enviado la foto a la página, pero Scott no entendía por qué su novia haría eso. No tenía sentido si la razón por la que habían terminado era porque había rumores donde decían que Scott había sido infiel, ¿por qué atribuiría más rumores ella misma?

Scott sube al auto y arranca directo a casa de su novia.

Su relación tuvo altos y bajos como cualquiera, pero el problema entre Valerie y Hazel empezó en una fiesta hace tres años.

Scott se encuentra junto a Finn cuando de pronto siente como alguien toma su brazo. Al girar puede ver a su novia Valerie con los ojos llenos de lágrimas.

"¿Qué pasó?" Pregunta. "¿Qué te hicieron?"

Apenas termina de hablar y Valerie rodea su abdomen en un abrazo apegándose a él como si la vida se le fuera en ello.

"¿Puedes dejarme en mi casa?" Dice la chica con voz dolida.

Scott responde a su abrazo y al voltear a ver a su amigo, este se nota igual de confundido. Al final este solo le hace una seña para que tome la iniciativa de acompañarla.

Toma la mano de Val y ambos salen de la casa para dirigirse al auto. No había lugar de estacionamiento cerca así que terminó estacionándose a una cuadra cerca de un parque.

"¿Qué pasó" insiste mientras van caminando por la calle.

"Prométeme que no vas a enojarte con ella"

"¿De qué hablas?"

Al llegar al auto, Valerie intenta abrir la puerta del copiloto, pero Scott la cierra de inmediato. Sabe que si no habla ahora no lo hará nunca.