Epifanías de media noche

31. El sentimiento más puro.

Un pueblo pequeño como Valley se puede convertir en un gran infierno para cualquiera. Los rumores parecen esparcirse como la peste y las envidias son más grandes que las mismas calles.

La señora Davis solo ha sido otra atormentada dentro de todo este círculo vicioso. Su forma de escudarse ante lo que decían de ella una vez que su marido la dejó fue creando una apariencia de perfección; para así atribuir el hecho de que antes no lo fueran, a su adultero esposo.

Los mellizos apenas estaban volviendo a casa cuando una llamada en el teléfono de Hazel llama la atención de ambos.

-Es Valerie- frunce el ceño y le tiende el teléfono a su hermano-. Debe ser para ti, dijiste que no tenías batería.

El chico toma el volante con una mano y con la otra contesta la llamada y presiona el altavoz.

- ¿Qué pasó, Val?

- ¡Estuve buscándolos como loca!- grita- ¿Dónde están?

Hazel y Scott se miran confundidos, no había razón aparente para que Valerie los estuviera buscando a ambos tan urgentemente.

-Vamos camino a casa, ¿dónde estás tú?

-Esperando a que Kai llegue por mí.

Cuando la chica lo dice, Scott divisa el auto de Kai pasando de ellos en dirección contraria. Antes de que los mellizos puedan decir algo, Valerie habla:

-Kai tiene novia- dice y Scott tensa la mandíbula para regresarle el teléfono a su hermana.

Esta se da cuenta del cambio de actitud de su hermano, pero al no comprenderlo solo toma el teléfono.

-No debería conducir y responder el teléfono- murmura Scott con la mirada al frente.

Valerie no ha escuchado nada de esto ya que continúa hablando:

-Creo que recuerdas a Taylor, la pelirroja con la que estábamos en el boliche- explica- Bueno, el punto es que Kai me dijo que la chica le había pedido que la dejara en tu casa.

Hazel sin entender de qué chica habla intenta pedir a Valerie que le explique, pero Scott le arrebata el teléfono de las manos.

- ¿En mi casa?- cuestiona aún más confundido

-Quiere hablar con tu madre- bufa desesperada- Le dije a Kai que era una mala idea, pero Taylor se puso insistente y...

- ¿De qué habla?- pregunta Hazel en voz baja.

-Taylor es tu media hermana, Scott- revela por fin.

Todo parecía tan confuso, no sonaba real pero era bien sabido por ambos que su padre, el señor Davis había engañado a su madre repetidas veces desde que iniciaron su matrimonio.

-Te...- comienza a decir Scott echando una mirada a su hermana quien parece seguir sin entender nada-te llamamos luego- responde por fin al dar vuelta en la calle de su casa y ver a su madre discutiendo con la pelirroja en el jardín.

El chico estaciona el auto frente al jardín, ya se molestaría de meterlo al garaje luego.

- ¿Quién es Taylor?- pregunta Hazel mientras toma el brazo de su hermano para evitar que salga del auto- ¿Cómo que hermana?

-La he visto una vez en mi vida, pero ella me conoció al instante.

- ¡¿Eso no te pareció raro?!

-¡Pues yo que sé!, hablamos de esto cuando mamá no esté haciendo un escándalo- reprende señalando a su madre por la ventana.

Hazel no podía comprender nada de lo que pasaba, pero al menos esa pequeña explicación de Valerie resultaba lo suficientemente completa como para entender que la pelirroja que estaba escuchando los gritos de su madre era su media hermana.