53. ¿Se hereda o se contagia?

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Hay un famoso libro donde se cuestiona si la cobardía viene a nosotros por herencia o simplemente es contagiosa, y es que aunque no se sepa la respuesta a esta pregunta; sabemos que quien no tiene el valor de hablar las cosas de frente y asumiendo sus consecuencias, puede ser señalado como un portador.

-¡Scott!- grita la señora Davis-¡Hazel!

La chica estaba tomando una ducha, así que el único que pudo responder al llamado de su madre era Scott. La mujer parecía expectante por algo, pero el chico no comprendía, cuando habían llegado todo con ella estaba completamente bien, cosa que pocas veces sucedía on el carácter de su madre.

-Hay un chico afuera- avisa-. Preguntó por ustedes, dijo que les va a entregar algo.

Sin más que decir, se va por el pasillo que dirige a la cocina. Mientras tanto Scott se apura a ir a la puerta para encontrarse con Landon Harries.

"En la fiesta de bienvenida puso algo en mi vaso"

Las palabras de Lily vuelven a su mente haciéndolo enojar, quería alejarlo de su hermana e incluso de su casa, pero mientras Hazel estuviera con Peter eso sería una tarea difícil.

Frunce el ceño-¿Qué haces aquí?

-Peter me envió a darle esto a Hazel- extiende la mochila que la chica había dejado en el auto de su novio la noche anterior-. No pudo venir, creo que en un rato va a hablar con ella.

-Con que ninguno de los dos se vuelva a aparecer por aquí- le arrebata la mochila de las manos y cierra la puerta.

-¡Scott!- lo llama Landon, pero el chico hace caso omiso a esto-Imbécil.

Landon se da la vuelta y regresa a su auto, donde en el asiento del copiloto se encuentra Peter. De no ser por las ventanas empañadas, lo más probable es que Scott lo hubiera visto; sin embargo permanecer escondido de los mellizos era lo que él quería.

-¿En serio no vas a hablarle de nuevo?- pregunta Landon una vez que entra a el auto.

-¿Tú podrías verla a los ojos sabiendo que si se entera de lo que paso ayer me va a hacer mierda?- pregunta Peter de mala gana-. Había mucha gente, va a enterarse que terminé con otra.

Realmente Peter no tenía miedo a enfrentarse a Hazel, tenía miedo a las consecuencias de sus actos. Sabía que podía controlar a su novia bastante bien e incluso convencerla de que lo perdonara por ello, pero existían otras personas que no iban a perdonarlo.

-Mientras no le lleguen los rumores bien pudiste haberla disfrutado otro par de semanas, pero ya es cosa tuya- rueda los ojos- Ya envía el mensaje, después de todo Scott ya nos prohibió volver por aquí- pone en marcha el auto.

Bufa-Como si me preocupara lo que dice. Llevo meses queriendo que de el primer golpe a ver si así Hazel deja de escucharlo.

Peter saca su teléfono del bolsillo y abre inmediatamente la conversación con Hazel. Tenía toda la mañana planeando lo que iba a escribir, y por fin era momento de hacerlo.

Mientras tanto dentro de la casa de los Davis, Scott ya iba escaleras arriba para entregarle las cosas a su hermana.

-¡Hazel!- toca la puerta de su habitación- ¿Puedo pasar?

No hubo respuesta, pero antes de que el chico pueda volver a tocar, su hermana abre la puerta y se topa con sus ojos verdes que parecían derrochar alegría con solo mirarlos.

-¿Qué pasó?- pregunta.

Llevaba puesta ya su ropa del día, pero aún iba con el cabello despeinado y empapado, además de que pocas veces se le veía sin maquillaje gracias a la imagen que su madre le pedía que diera siempre.

Epifanías de media nocheWhere stories live. Discover now