9. Empática.

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Skylar escucha como alguien toca la puerta de su habitación. Ni siquiera estaba cerrada, pero apreciaba que su madre decidiera hacerse notar antes de entrar.

- ¿Puedo pasar? -pregunta.

La chica deja su celular de lado y asiente.

La ha visto como seguía a Finn hasta su habitación antes.

Una parte de Skylar odiaba que su hermano tuviera que meterse en una pelea por ella, pero la otra solo recuerda lo que le dijo Emmett y vuelve a sentir ese coraje e impotencia. Finn solo había hecho lo que ella no tuvo la valentía de hacer.

-No culpo a tu hermano por hacer lo que hizo-dice su madre sentándose junto a ella en la cama-. Aprecio que intente cuidarte y que no haya dejado que hablen así de ti, pero me aterra pensar que...

-Que tenga que repetir el año de nuevo-termina su hija por ella.

En cuanto la mujer mira a Skylar, la chica se da cuenta del dolor que refleja su mirada.

-Finn va a graduarse, mamá. Tranquila.

-No deja de meterse en problemas, al menos quisiera que terminara la preparatoria, pero no puede hacerlo si no se comporta.

Ya dicen que a quienes más lastimamos son quienes menos lo merecen.

-No llores mamá-murmura acercándose a ella y rodeándola en un abrazo-. Haré lo posible por que las personas simpaticen con Finn, algo para convencer al director de hacerlo volver.

-Gracias, Sky. No creo que esta vez el dinero ayude mucho.

La última vez el chico estuvo a punto de ser expulsado. Encerrarse con una chica en el armario del conserje podía ser aún peor que una pelea, pero la única razón de que no lo hubieran expulsado era que no pudieron expulsar tampoco a la chica.

Jeanne Hoffman, la hija del profesor Hoffman. Estaba claro que no iban a expulsarla a ella, y si no era así tampoco podían hacerlo con Finn. A Skylar no le constaba que Jeanne hubiera pagado algo a la escuela porque le dejaran quedarse, pero sabía que sus padres si tuvieron que dar una generosa suma de dinero para que dejaran a su hermano seguir perteneciendo a Valley Academy.

Finn perdió dos meses de clases por esa suspensión y ella misma vio como el chico se había esforzado tanto para estudiar tareas y apuntes que sus amigos le entregaban. Lo más probable era que hubiera pasado todas sus materias de no ser porque el profesor Hoffman era el encargado de impartir la clase de literatura.

Meterse con la hija de un profesor definitivamente no había sido la mejor idea.

-Es que intento ser buena madre y...

-Lo eres-interrumpe Skylar-El que no vivamos contigo no significa que nos descuides o nos haya faltado algo. Finn y yo somos responsables de nuestras decisiones y jamás debes culparte por ellas.

Al separarse nota como los ojos de su madre siguen llenos de lágrimas, aunque ahora parece más tranquila.

-Bueno-limpia su rostro- ¿Y tú no vas a cambiarte para ir a la fiesta de hoy?

Sky tenía pensado ir, pero después de todo el problema con su hermano había perdido el ánimo. Después de todo, su idea era ir con Finn.

-Creo que me quedaré en casa.

-Skylar, no porque tu hermano esté castigado hasta nuevo aviso significa que tú también.

Se encoje de hombros-Seré solidaria, él lo hizo por mi sin importarle si me metía en problemas. Creo que todavía habrá muchas fiestas antes de la graduación.

-Desde niña eres igual-niega y se pone de pie-Me voy a casa, cariño. Si necesitas algo llámame, ¿de acuerdo?

La chica le ofrece su mejor sonrisa y asiente.

La mujer sale de la habitación, pero sus palabras se mantienen en la mente de Skylar trayéndole recuerdos.

"¡Recoge eso, Finn!" grita su padre.

El pequeño niño de cinco años comienza a caminar alrededor de los juguetes en el suelo, pero lo único que hace es verlos para luego dirigirse hacia el sillón y sentarse junto a su hermana.

"Yo puedo ayudarte, papá" dice la pequeña Skylar.

"No, tú no los dejaste ahí" reprende su padre "Vamos, Finn. Si no los recoges no te dejaré volver a jugar con ellos, ni usar nada más por hoy"

"No quiero recogerlos" dice el niño.

"Bien" su padre se agacha y termina guardando todos los autos de juguete en una caja antes de ponerlas encima del librero.

Ahí ninguno de sus dos hijos podría alcanzarlos. También termina arrebatando la espada que lleva en la mano su hijo y sale hacia el pasillo que da las escaleras.

La pequeña Skylar mira la caja encima del librero y se da cuenta de que ni siquiera con una silla su hermano los conseguirá de nuevo. Inmediatamente deja la espada de juguete que llevaba ella y la deja en la mesa de centro.

Finn la mira extrañado "No te castigó a ti"

"Pero ahora no tengo con quien jugar"

No era lo mismo jugar sin su hermano, al igual que no era lo mismo ir a la fiesta sin él.

La rubia se levanta de la cama y comienza a caminar en dirección a la habitación de Finn. Toca un par de veces y cuando obtiene respuesta decide entrar.

El aspecto del chico no era tan malo, pero aún así le sorprendió bastante a su hermana. Su ojo se estaba tornando de color morado y llevaba unos rasguños cerca de la frente, aunque estos pasaban desapercibidos por su cabello cubriéndolos.

Frunce el ceño- ¿No vas a ir a la fiesta?

-Habrá una la próxima semana-hace un ademán restándole importancia.

-Son tus últimas fiestas aquí, Sky-dice caminado hasta quedar sentado en el borde de la cama.

-Mi forma de agradecerte es siendo solidaria contigo-toma asiento junto a él-Y no será lo mismo sin ti; el plan era que iríamos juntos.

-Aún irán tus amigas y puedes tomar tu auto.

-Es que no es justo-bufa dejándose caer hacia atrás pegando la espalda sobre el colchón- ¿Te das cuenta de que si hubiera dicho lo que Emmett me dijo ningún profesor me hubiera hecho caso? Buscaste justicia por tus propios medios.

-No puedes hacer nada al respecto- dice dejándose caer a lado de su hermana.

Era verdad. No podía hacer nada por él, no si estaba sola. Y es que definitivamente no era la única chica que había alguna vez sufrido acoso en Valley Academy. Cualquiera de ellas podría simpatizar y hacer ver a Finn como el héroe que todas necesitaron alguna vez.

-Tal vez pueda hacer algo-una sonrisa se forma en el rostro de la chica-Haré una petición a la escuela para que vuelvas.

- ¿Cómo piensas hacer que la acepten?

-No les quedará de otra que hacerlo. Tal vez tu suspensión solo dure un par de días, haré lo posible.

- ¿Vas a contarme al menos? Me estoy impacientando que no digas nada.

-Buscaré justicia por mi cuenta-gira su rostro para ver a su hermano y se sorprende al verlo tan confundido-El lunes me acompañarás a primera hora a la escuela y esto es lo que vamos a hacer...

Epifanías de media nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora