La Reina [Edición]

49 Chocolate

Pov Asia 

No quiero escuchar ni una palabra de lo que me quiere decir Rayan, ya tengo suficientes cosas en el la cabeza, para que ahora tenga también que estar peleando con Rayan por cosas sin sentido. Alzo el volumen una vez más para que no pueda decirme nada y después de un poco me paro en un semáforo rojo. Siento como la música es bajada nuevamente y no tardo ni dos segundos en girar mi cabeza, debido a que las manos de Rayan me movieron.No hago ni a tiempo a replicar nada, cuando Rayan se pone a gritar. 

-QUE LO SIENTO MALDITA SEA !! QUE ME SIENTO MAL POR HABERME COMPORTADO ASÍ CONTIGO QUE TE EXTRAÑO Y TE QUIERO MALDITA SEA !!- dice gritando.  No pasa ni un segundo de decir eso y su cara cambia de golpe, como si recién hubiera cometido el peor error de su vida. Rápidamente me suelta la cara y gira su cabeza hacia la ventanilla. 

Me quedo paralizada solo con poder procesar lo que me acaba de decir. Lo miro detenidamente por unos segundos.  A que se refiere con que me quiere? Me quiere como una amiga o como algo más ? No sabia que decir, pero estaba consciente que no decir nada iba a ser peor, estaba por abrir  la boca, cuando escucho muchos bocinas y me doy cuenta que ya es verde. No tardamos ni dos minutos en llegar a el super y me estaciono. 

Rayan no me vuelve a dirigir la mirada y solo mira a fuera de la ventanilla. 

- Vamos.- dice frió, rápidamente bloqueo las puertas del coche para que podamos hablar. Rayan se gira hacia mi con el ceño fruncido. 

- Yo...- digo sin saber muy bien que decir y noto el ambiente un poco tenso.- yo también lo siento por no haberme comportado muy bien contigo, pude haber gestionado las cosas de una mejor forma. Yo también extraño pasar esos momentos que pasaba contigo, en este tiempo me encariñado mucho y no me gusta estar peleados todo el rato. - digo sintiendo un poco como tensión del ambiente va abajando. Miro a Rayan esperando que diga algo y que me de una señal de que dije la cosa correcta, porque en verdad no se me da muy bien lo de pedir disculpas o cosas así, pero acabo de hacer mi mejor esfuerzo. 

Rayan al cabo de unos segundos sonríe de forma sincera.

- Bien, no quiero que peleemos más, la paso mal cuando nos peleamos y... después me hago agarrar por la rabia y hago cosas sin sentido. Perdón por decirle a tu hermano que no ibas a clases, no pensé cuando lo hice. Simplemente ... estaba enojado también conmigo mismo.- dice mirándome directo a los ojos. 

- Está bien, lo entiendo. Pero, voy a aceptar tus disculpas con una condición.- le digo mientras sonrío. 

- A ver, dispara... no literalmente, por favor.- dice sonriéndome y yo me río un poco por su comentario. 

- Como mi hermano pensó bien en hacerme un examen, vas a tener que ayudarme a estudiar.

- Me parece bien, no me vendría mal estudiar un poco.

- Perfecto, entonces es un trato.- digo extendiéndole la mano, como para cerrar el trato y el no tarde en estrecharla. 

- Una cosa. Quiero entender un poco mas sobre algunas cosas que no me quedaron claras, como porque tomaste la decisión de ser ... una mafiosa. - dice Rayan.- Entiendo si no quieres explicármelo, pero creo que me voy a comportar mejor si comienzo a entender algo de tu mundo. 

Suspiro un poco, porque al contar la historia sé que tendré que evitar algunas partes, pero decido contárselo igual, es necesario para que no nos peleemos mas por cosas sin sentido. 

- Bueno, es algo largo, pero creo que los chicos no se van a dar cuenta si nos tardamos de más. A ver... por donde empiezo... Digamos que a mis 12 años mis padres se divorciaron y mis hermanos se fueron, como ya sabes. Mi vida desde ahí no fue muy ... fácil que digamos. Las cosas no iban muy bien. - digo mientras miles de recuerdos, como los golpes, los insultos, mucho tiempo en el hospital, mi madre que no me ayudaba, pasan por mi cabeza y agito un poco la cabeza para poder dispersar esos recuerdos, que no me gustan para nada. Decido saltar una parte de la historia y ir directo al punto.- A mis 14 años recién cumplidos tenía una grande, enorme deuda con personas no muy buenas. Estas querían su dinero a toda costa y amenazaban con mi vida si no les conseguía el dinero necesario.